Testimonio de vida

“El Espíritu del Señor Soberano está sobre mí, porque el Señor me ha ungido para llevar buenas noticias a los pobres. Me ha enviado para consolar a los de corazón quebrantado y a proclamar que los cautivos serán liberados y que los prisioneros serán puestos en libertad.”

Isaías 61:1 Nueva Traducción Viviente (NTV)

Hay riqueza en compartir nuestro testimonio a los que aún viven en cautiverio. El testimonio de los creyentes es como una perla debajo del agua, como un manantial en el desierto; como una lámpara que alumbra en la oscuridad. Y cuando un testigo de Jesús comparte la dádiva de salvación que ha recibido, éste se mantiene “encendido”. Al compartir el tesoro de la salvación con los que le necesitan, el gozo fluye dentro del que le comparte.

Para aquellos que están atados al pecado les será más fácil creer si escuchan que alguien más fue liberado de la misma atadura. Aquel que tiene su alma atada al terror encontrará alivio al escuchar que Jesús a liberado a millones de la misma aflicción. Los pacientes terminales renovarán su fe al escuchar de alguien totalmente sano que Jesús le libró del mismo malestar. Para aquellos que constantemente caen en pecado y les es difícil levantarse, encontrarán alivio al escuchar de alguien que derrotó el mismo pecado que la gracia de Jesús es suficiente para restaurarles.

No obstante lo dicho anteriormente, los creyentes pueden dejar de compartir de su tesoro por afanes de la vida. Y al hacer esto no solamente se nubla su corazón sino que dejan de ayudar a todo aquel que les necesita. Los creyentes son como faros que señalan donde está la tierra firme, no obstante éstos pueden mantenerse apagados si permiten que sus corazones sean dañados por dificultades.

Si últimamente te es difícil compartir la dádiva de salvación que has recibido, muy seguramente has puesto algo o alguien por encima del SEÑOR. Permítele a Él que lleve ese peso y encárgate de Sus asuntos, si lo haces avivarás en ti la alegría de la salvación.

Comparte libremente tu testimonio con aquellos que lo necesitan, es un asunto de vida o muerte espiritual.

Autor: Richy Esparza

Escrito para: www.devocionaldiario.com

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