Ponle fe a tu economía

 “Respondiendo Jesús, les dijo: Dad a César lo que es de César, y a Dios lo que es de Dios. Y se maravillaron de él.”

Marcos 12: 17 Reina-Valera 1960 .

En mi andar como cristiano he tenido altas y bajas en mi economía, no obstante DIOS ha sido mi constante, siempre sosteniéndome y guiándome. Ya sea de trabajador o como dueño de mi negocio he puesto a DIOS en primer lugar, honrándolo con diezmos, ofrendas y primicias. Y sin entrar en detalle si lo anterior aplica solo al Antiguo Testamento créeme que DIOS siempre me da mucho más de lo que le doy, quedándome claro que cuando le doy a la Iglesia mi economía el SEÑOR le recibe y me recompensa. En una ocasión cuando comencé a trabajar en un empleo le di mi primer sueldo a DIOS. A los pocos días recibí una llamada de las oficinas corporativas en la cual se me informó que se me había asignado un bono anual y acciones de la compañía, aclarándome que ello se le daba a personal con antigüedad y que fuera valioso. Pero yo no reunía ninguno de los requisitos siendo que tenía apenas días trabajando. Mas yo entendí que era la respuesta del SEÑOR a la primicia que le di, digamos una manera de enviar fuego a mi ofrenda (Proverbios 3:9-10).

Tiempo después estuve desempleado y ahí tuve el sustento del SEÑOR. DIOS tenía un plan para cada paso que daba. Y con cada paso Él me mostraba su provisión. Hasta cobré seguros de desempleo que no sabía que tenía. Durante algunas semanas mi ingreso económico estuvo reducido, de tal manera que matemáticamente no era posible pagar todos mis gastos, pero aún así yo me mantenía fiel diezmando.  Y de una u otra manera recibí la ayuda económica que necesitaba. Descubrí que vale mucho más el 90% de mi ingreso después de haberle dado el 10% a DIOS que el 100% sin dar el diezmo. Cada vez que le das a DIOS afirmas el hecho de que es Él quien te sustenta y Él te mostrará más su ayuda en esa área.

A menudo me desesperaba, pero el SEÑOR me revelaba que todo era parte de un plan en el que todo tendría sentido. En esa temporada baja de economía me preparé en otras áreas para fundar mi negocio. Y una vez más DIOS lo hizo, abrió puertas sobrenaturales de bendición y me posicionó en un punto más alto que el anterior. La bendición del SEÑOR, mi obediencia y mi trabajo duro me ayudaron a producir más economía con menos esfuerzo. Y de manera personal te doy testimonio que cuando mi negocio anda bajo o los clientes tardan en pagarme, me ocupo en diezmar u ofrendar y DIOS hace que los clientes me paguen o me envía excelentes oportunidades de hacer negocio.

Honra a DIOS en tu economía, obedece su dirección,  represéntalo como su Hijo/a en todo lo que hagas, y ciertamente en temporadas altas o bajas de tu economía te irá bien.

Ponle fe a tu economía.

Por Richy Esparza

Escrito para: www.devocionaldiario.com

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