Cerrar la puerta – Richy Esparza
Cerrar la puerta
“Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga.”
1 Corintios 10:12 Reina – Valera 1960
Un alguacil fue asaltado durante la noche. Despertó y frente a sí había un hombre apuntándole con un arma, éste disparó y le quitó la vida. Lo anterior ocurrió debido a la tradición del alguacil, él jamás ponía el seguro de su puerta, “soy intocable él pensaba”, al final pagó las consecuencias. El creyó que su puesto de alguacil le protegería a pesar de mantener la puerta de su casa abierta mientras dormía y ello acabó con su vida.
De igual manera el creyente comete el error de mantener “puertas abiertas” y al final paga las consecuencias. Alimentación excesiva y no sana, la falta de ejercicio y cuidado del cuerpo pueden traer consecuencias negativas a los creyentes a pesar de ser hijos de DIOS. Algún pecado el cual no se ha arrancado de raíz puede ocasionar la caída del creyente sin que éste se dé cuenta. El modo de vivir consumista, el cual busca incansablemente los bienes materiales que no se poseen, puede llevar a crisis financieras a pesar de ser creyente. Si bien los recursos de DIOS son inagotables Él espera planeación financiera y mayordomía de los suyos. Otra puerta que muchos cristianos abren es la de la sexualidad en el noviazgo, y al hacerlo pierden una gran bendición que es para disfrutarse en el matrimonio. Cuando un joven se encuentra en una relación la cual le expone a deshonrar a DIOS con pecado sexual, éste debe huir del pecado y cerrarle la puerta.
El Espíritu Santo habla a los creyentes por medio de la conciencia, ésta puede indicar áreas en las cuales el creyente esté expuesto a caer. Ella habla diciendo ¡Peligro, peligro! De la misma manera que un alarma haciendo saber que algo está mal. La paga del pecado es muerte, y cuando andamos fuera de los estatutos de DIOS las consecuencias del pecado pueden alcanzarnos.
Yo te invito a hacer un chequeo con el Espíritu de DIOS de cualquier puerta del pecado que esté abierta en tu vida. Y que mediante la obra de Jesucristo en la Cruz le cierres la puerta al pecado y permitas que Jesús aplaste las obras del maligno.
No te confíes, mejor cierra la puerta.
Haz esta oración:
“DIOS, perdona si le he abierto la puerta al pecado. Edifícame y redime las áreas en las cuales he pecado, Jesucristo pagó el precio de mi plenitud, permíteme vivir plenamente en santidad y salud. Guíame y susténtame en ello. En el nombre de Jesús, Amén.
Por Richy Esparza
Escrito para: www.devocionaldiario.com