¿Qué te apasiona?   

“Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna.”

Juan 3:16 (Nueva Versión Internacional).

La pasión se define como un sentimiento muy intenso que domina la voluntad, también se entiende por pasión el entusiasmo que se pone en algo que se hace o se defiende. Y en el caso de nuestro Señor Jesús, Su pasión fue dar todo y entregarse en la Cruz por la humanidad. Y así darle vida eterna a todo el que creyese en Su nombre. Esa pasión le permitió seguir avanzando hacia la voluntad de Dios cuando su alma estuvo herida en el huerto de Getsemaní. No obstante la muerte tan dura que le esperaba, Jesús avanzó en Su gran pasión. Seguramente en ese lugar Jesús puso en una balanza el dolor que pasaría en la Cruz y el dolor que pasaría si no completaba la obra de la Cruz. Teniendo por menos Su vida en la tierra y escogió entregarse a sí mismo antes de permitir que se perdiera la humanidad.

Los hombres y mujeres de Dios se caracterizan por vivir con pasión. Por vivir entusiasmados con la nueva llama que se depositó en ellos, con el amor por salvar almas y encendidos por lograr los sueños de Dios para sus vidas. Esa pasión no depende de ellos sino de la llama del Espíritu Santo que jamás se apagará.

¿Que está siendo tu pasión? ¿En algo sin trascendencia que te roba el tiempo, o en lo eterno de Dios?

Haz de Jesús tu mayor pasión, arde por hacer Su voluntad y conseguir Sus sueños, así como Él te hizo Su gran pasión y se entregó para darte vida eterna.

Vive apasionado por Dios y la  nueva vida que te ha dado. Cuando parezca que tu pasión ha decrecido, recuerda que tu pasión no depende de ti sino del Espíritu Santo depositado en ti. Él es el motor que te mantiene apasionado. Apasiónate por la nueva vida que Jesús te dio, y así como Él entrégate por pasión a quien amas.

¿Ahora dime, qué te apasiona?

Autor: Richy Esparza

Escrito originalmente para www.devocionaldiario.com

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