Ejerciendo tu Liderazgo – Rene Pleitez
EJERCIENDO TU LIDERAZGO
por Rene Pleitez
“Y se juntaron con él todos los afligidos, y todo el que estaba endeudado, y todos los que se hallaban en amargura de espíritu, y fue hecho jefe de ellos; y tuvo consigo con cuatrocientos hombres” 1 SAMUEL 22:2
Algunas personas tienen miedo de ejercer el privilegio que Dios les ha delegado con instrucciones precisas de hacer grandes cosas para él. En ocasiones tememos que las cosas no salgan tal y como las esperamos, como por ejemplo que salgas a invitar amigos para que asistan a la reunión de la iglesia y no llegue ninguno o que planificas una actividad en la congregación y no se obtiene el resultado deseado.
La verdad es que Dios en su infinita sabiduría permite que en la vida ministerial ocurran un sin fin de pruebas, primeramente para probar tu capacidad de liderazgo y en segundo lugar para forjarte como líder.
Considero que los lideres no se hacen, nacen con los dotes de lideres, tu y yo fuimos escogidos por Dios para liderar, no solamente en la congregación, sino también en nuestras hogares, en el colegio, la universidad, el trabajo, en donde quiera que estemos.
David fue un vivo ejemplo de cómo levantar un grupo de personas que una vez tengan la disposición de hacer las cosas bien (ya sea en el ámbito ministerial o secular) pueden lograr grandes cosas; si nos percatamos de las personas de las que se rodeó David para levantar su ministerio, eran solamente personas con ganas de salir corriendo por sus preocupaciones, problemas económicos, personas que se encontraban en un estado de ánimo deplorable, con baja estima, pero con la característica que todos, primero tenían el ánimo de hacer las cosas como para Dios y no como para los hombres y segundo tenían la necesidad de encontrar a un líder, alguien que les enseñase y les dijese como hacer las cosas, aún mas que los guiará para poder levantar el mejor de los proyectos de todos que es conducir al pueblo de Dios.
Muchas veces las personas no cuentan con los lideres que esperan o quisieran que fueran, pero una vez nosotros comprendamos que Dios nos ha dado un grupo de personas para guiar, enseñar, predicar, hacer que esa persona crezca personal y grupalmente, las cosas cambian, logramos convertir las limitantes de una persona en fortalezas para ellas mismas y de manera radical cambiar la tristeza en gozo.
Debes de aprender a ser ese líder que Dios quiere de ti, debes de comprender que Él te ha preparado para que estés al frente de un grupo de personas y que eso conlleva una gran responsabilidad: leer mas la palabra para poder llevar una palabra de aliento, orar con fervor y pasión por las almas que Dios te ha delegado a tu carga (no importa que sea en el ámbito secular).
Termino recordándote que David llegó a conformar un equipo de trabajo como de cuatrocientos dice la palabra de Dios, aún mas logró conducir los destinos de una nación como lo era Israel, motivándote a que no tengas temor de ejercer el liderazgo que Dios te ha delegado, que no entierres el don de Dios que hay en ti y aún mas a que te esfuerces y seas valiente, para que El Padre pueda seguir confiando en ti cosas mayores.
Recuerda: DIOS NO TE HA DADO UN ESPIRITU DE COBARDÍA… DIOS PUEDE Y QUIERE USARTE.
Escrito para www.devocionaldiario.com