Viendo el Proceso para llegar a la Victoria – Juan Carlos Aguilera Cedeño
Viendo el Proceso para llegar a la Victoria
por Juan Carlos Aguilera Cedeño
Mateo 20:17-19 “Subiendo Jesús a Jerusalén, tomó a sus doce discípulos aparte en el camino, y les dijo: He aquí subimos a Jerusalén, el Hijo del Hombre será entregado a los principales sacerdote y a los escribas, y le condenarán a muerte; y le entregarán a los gentiles para que le escarnezcan, le azoten, y le crucifiquen; mas al tercer día resucitará.”
Llegó un día mas y nos preguntamos ¿Qué voy hacer?, ¿Por qué estoy aquí?, ¡Dios por qué no me llevas de una vez! ¿Para qué tanto sufrir? A menudo son las preguntas que nos hacemos cuando vemos las cosas color de hormiga y mucho más cuando ha pasado tanto tiempo y no hayamos solución a nuestros problemas y comenzamos a creer que nada ni nadie puede cambiarlo.
Pero la esperanza que nos da el Señor mediante Su palabra es firme y cuando creemos podemos ver resultados satisfactorios que no se quedaran en este tiempo sino que son duraderos hasta la eternidad. Cuando nos ubicamos en los últimos momento antes que el Señor Jesús entrara en Jerusalén nos damos cuenta que él estaba decidido a terminar lo que había comenzado y que no titubeó en ningún momento para entrar aún a sabiendas de todo lo que padecería.
Por lo tanto debemos de asegurarnos de cómo vamos a enfrentarnos a cada situación de nuestra vida sin importar qué tan duro sea el momento que estamos viviendo, aún cuando sintamos que no tenemos más fuerza, porque sabemos que en esa debilidad nuestra, el Señor se hace más fuerte.
Veamos a David, un adolecente pastor de ovejas enfrentándose a un gigante como de dos metros setenta centímetro. Antes de que ese muchacho llegara al campo de batalla, ya había vencido al gigante. Y me podrías preguntar ¿por qué? Y yo les invito a leer sus palabras en 1 Samuel 17:36,37 “Fuese león, fuese oso, tu siervo lo mataba; y este filisteo incircunciso será como uno de ellos, porque ha provocado al ejército del Dios viviente. Añadió David: Jehová, me ha librado de las garras del león y de las garras del oso, el también me librara de la mano de este filisteo.” Este muchacho en su corazón estaba en victoria aunque a la vista de todos y aun de sus seres queridos (sus hermanos) esa batalla estaba pérdida, pero él sentía y confiaba que Jehová estaba con él.
Y si seguimos viendo esas enseñanzas que nos deja y las cuales se reflejan en esa batalla, podríamos hablar de la confianza que él tenia de sus cualidades y confió que con su onda podía derribar a ese gigante. Mi hermano el Señor te está preparando para la pelea con el gigante, por tanto no le temas al rugir del león o del oso porque ellos no podrán contra ti y teniendo esta gran promesa que dice “porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal para daros el fin que esperáis.” Jeremías 29:11, los pensamiento del Señor para con nosotros son para que alcancemos nuestras metas, para tener éxito.
El Señor de igual manera había identificado todo lo que le vendría y tomémonos un momento para detenernos en Mateo 20:18,19, nos podemos dar cuenta que:
• Primero. Está consciente que iba a ser entregado (“el Hijo del Hombre será entregado”),
• Segundo. El identifica a quien lo entregarían (“A los Principales Sacerdotes y a los Escribas”),
• Tercero. Detalla todo lo que le harían (“le condenarán a muerte; y le entregarán a los gentiles para que le escarnezcan, le azoten, y le crucifiquen”),
• Cuarto y más importante. Trata de hacerle entender a sus discípulos algo que ni el diablo pudo entender (“mas al tercer día resucitará”).
Comprendamos esta revelación de la palabra de Dios y podremos tener éxito en el plan divino; al igual que nuestro Maestro, podemos ir a la palabra y encontrar:
• Primero. quién es nuestro enemigo Ap. 12:12 (“Por lo cual alegraos, cielos, y los que moráis en ellos. ¡Ay de los moradores de la tierra y del mar¡ porque el diablo ha descendido a vosotros con gran ira, sabiendo que tiene poco tiempo.”)
• Segundo que nos harán o lo que padeceremos Mt. 10:16-18 (he aquí, yo os envíos como a ovejas en medio de lobos…”)
• Y tercero alcanzar lo esperado 1Ts. 4:17 (“luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.”).
Para alcanzar esa promesa tan anhelada debemos estar firmes (preparados) para recibirlo, ya que para mantenerse en todo lo que vayamos a hacer necesitamos visualizar este proceso que pasaremos en todo momento.
Luchemos mi hermano porque el Señor no dudó por luchar por nosotros para que tengamos confianza en él y aunque sepamos todo por cuanto vamos a pasar, no vacilemos en el momento de pararnos firmes y hacer las cosas que el Señor nos exige pues él nos ama con un amor que sobrepasa toda nuestra manera de pensar (aunque seamos infieles el permanece fiel) él es fiel créelo.
“No dudes nunca de la bondad de nuestro Padre ya que él en ningún momento dudó para darte de su amor y su misericordia”
Escrito para www.devocionaldiario.com
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Publicado en: http://kmql.blogspot.com