Vestigios que borrar con un simple PERDÓN – Paula Andrea Vega
Vestigios que borrar con un simple PERDÓN
por Paula Andrea Vega
“Mirad cuan bueno es, habitar los hermanos juntos en armonía”
Salmo 133
Tuve una conversación con una amiga a la que quiero mucho. Le comapartía sobre varias cosas que Dios ha hecho en mi…
Ella me interrumpía y argumentaba que muchas personas cristianas tienen una doble moral. De repente me me dijo que se sentía herida por mí en el pasado; y me dejó fuera de base. Muy sorprendida me fijé en su rostro, sus gestos, su forma de hablar y reclamarme lo que para ella fue una ofensa y para mi una situación más, por allaaaaá hace mucho tiempo.
No supe que responder, porque con sus argumentos no tenía como defender mi razón. Me sentí atacada e irritada.
Ella no es cristiana, no es muy espiritual tampoco. Definitivamente es otro mundo. Pero me dio una lección, zacudió mi ego crisitiano y me puso en el nivel del ser con sus debilidades y desagravios.
Mi corazón palpitaba, mis orejas se ponían rojas, consideraba injusta su acusación. Sin embargo sentía que debía oir, estar atenta porque Dios quería hablarme a través de ella y reafirmar que hay cosas que necesitan ser arrancadas de raíz, pues si quedan en el aire, otros son los heridos y tu andas por ahí pidiendo misericordia de Dios, perdón por tus faltas y con culebritas pendientes que debes saldar CON UN SIMPLE PERDÓN ME EQUIVOQUE.
Hay vestigios que quedan de un pasado que por ser cristiano se considera borrado pero, en la relación con Dios. ¡Ojo! no con la de tu hermano. Pues ¿Donde quedan las consecuencias VISIBLES O INVISIBLES de actos que por insensatez y egoísmo tienen rastros en seres humanos que decimos amar?
Dios ministra a través de quien menos imaginas y eso pone a prueba la vulnerabilidad a impulsos guiados por el corazón cuándo se trata de reconocer responsabilidades y más del pasado.
Hoy entendí que es “ponerse en los zapatos del otro”. Pues, hay varias cosas pasan desapercibidas para mí, pero no para los ojos o sentimientos de otros.
Dios es tan perfecto que por ello aborrece la maldad del hombre y pide que nos arrepintamos de corazón y aprendamos a perdonar y a pedir perdón.
¿Pedir perdón? Si. Eso es humildad y fortaleza espiritual. Necesario para estar en el lugar santísimo. No somos perfectos por ser cristianos, tenemos mil errores que dispuestos, Dios nos ayuda a cambiar. Recojamos nuestras deudas, y seamos humildes para comprender que el camino es largo y culebrero y, que con un corazón contrito y humillado ante Dios que manda a amar al projimo como a ti mismo, tenemos la tranquilidad y el amor para pedir PERDON de corazón. Allá el otro si continua en la tónica de jaaaamás. Tu ya cumples y te sientes tranquilo y liberado. (A no ser que tus disculpas tengan una obligación moral de cumplimiento por ese daño causado).
Acciones, gestos y palabras son la virtud del ser humano, usémoslas para bendición, huellas de amor. Sed perfectos como vuestro padre es perfecto dice la palabra, pedid perdón y perdonad así como Dios en los cielos te perdona.
!UUUps… Se me olvidaba! Mi amiga después de reclamarme se calmo, y aunque no le pedí perdón sincero en el momento, después de un rato y de hablar otras cosas me pidió que oráramos..
Waaau pensé… Nos arrodillamos y unidas las manos oré , después le pedí perdón con lagrimas en mis ojos y sentí paz…
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Blog de Paula: http://levantatusmanos.blogspot.com
:) tiene mucha razón aveces no nos damos cuenta del daño que hacemos pero si nos hacen daño lo guardamos eternamente porque siempre es necesario un simple perdón no hay nada mas lindo que aceptar los errores y evitar perder una amistad.
bendiciones!