Productividad y Descanso – Hefzi-ba Palomino

Productividad y Descanso

por Hefzi-ba Palomino

productividad-y-descanso“Venid a mi todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar”.
San Mateo 11:28

La palabra productividad es un término económico. Se refiere a la labor, al trabajo y a la obra que realizamos, individual o colectivamente, como personas o empresa, para ganarnos el sustento o generar recursos. Y a la relación entre los recursos que utilizamos y los resultados finales obtenidos.(Productos o ingresos)

Todos formamos parte de un gran sistema y muchos subsistemas: Económico, gubernamental, religioso, político, cultural y familiar, que determinan nuestra situación financiera, el bienestar de nuestra familia, nuestro entorno y nuestro futuro. Cuando se trata de suplir nuestras necesidades humanas; nótese que no hablo de “calidad de vida” pues este concepto define nuestro bienestar de una forma mas amplia y se refiere a nuestro ser integral: cuerpo, alma y espíritu.

Como parte de este gran sistema, debemos trabajar para comer, sostenernos y llevar el sustento a nuestras casas. Debemos trabajar, y hacerlo honradamente, no de cualquier manera, con el más alto sentido de responsabilidad, amor, lealtad y honradez, pero también debemos aprender a Descansar. Está comprobado científicamente que si alternamos el trabajo con el descanso, somos más productivos y vivimos más felices y sanos. Aprendamos a descansar en Jesús. El es nuestro descanso y nuestro shabbat.

¿Cuando descansamos?

• Cuando cambiamos de actividad
• Cuando dormimos
• Cuando meditamos
• Cuando oramos
• Cuando sabemos administrar nuestro tiempo
• Cuando organizamos y priorizamos nuestro trabajo
• Cuando sabemos lo que queremos y
• Cuando sabemos como lo podemos lograr.
• Cuando nos damos un tiempo para nosotros mismos.
• Cuando dedicamos tiempo a Dios.
• Aun cuando se toma decisiones.

El problema aquí es, que en nuestro afán por prosperar, por ser productivos, competitivos, por querer tener un mejor nivel de vida, en términos cuantitativos, querer tener más, consumir más, lograr más, tener más, conseguir más…..tenemos que trabajar más y terminamos trabajando demasiado, por lo que no hay tiempo, ni energía para compartir con los hijos, la familia, para recreación, para verlos crecer, ayudarlos a formarse; no hay tiempo para seguirse educando, aprendiendo y conociendo mas de nosotros mismos, de Dios, de su palabra; no hay tiempo para honrar a Dios, conocerlo, meditar, orar, servirlo y ofrendarlo, no hay tiempo ni siquiera, para descansar y recuperar fuerzas. Y tristemente las consecuencias, son aterradoras:

• Esta generación, los niños de hoy, nuestro futuro, se están levantando solos, como pueden, sin guía, sin raíces, sin un ejemplo en el hogar que imitar, sin unos valores y principios que los guiaran y formaran para su vida adulta y tristemente muchos ni siquiera sobreviven, pues son victimas de depravados y homicidas.
• Los padres, están muriendo jóvenes y los que sobreviven, si es que llegan a los 50’s, están enfermos, como consecuencias de una vida desequilibrada, falta de ejercicio, mal alimentados y que no sabe descansar; victimas de stress, ataques cardiacos, colesterol, diabetes, cáncer y otras enfermedades terminales como el VIH.
• La mas triste: Se están perdiendo vidas, mueren diariamente, sin conocer a Cristo, sin saber que había esperanza de una vida eterna, sana, feliz; sin saber que debían haberse preocupado por algo mas que crecer, reproducirse, trabajar y morir. Muchos aun no conocen el mensaje de Salvación de Jesús, porque nadie les hablo de Jesús, nadie les regaló un tratado de salvación, nadie los llevó a la Iglesia.
• Mira a tu alrededor los jóvenes. ¿no crees que parecen que nunca tuvieron padres que los corrigieran y les mostraran el buen camino?

Dios nos advierte en su palabra sobre los peligros de la ambición desmedida, de la envidia, del amor al dinero, de no vivir conformes y felices con lo que tenemos y finalmente de lo vano que puede resultar nuestro trabajo si no tenemos la bendición de Dios en nuestra vida.

El Salmo 127.1, dice: “Si Jehová no edificare la casa, en vano trabajan los que la edifican”.

Proverbios 10.22: “La bendición de Jehová, es la que enriquece, y no añade tristeza con ella”.

Escrito para www.devocionaldiario.com

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