Nadie los quita de mi mano – Luis Caccia Guerra
Nadie los quita de mi mano
por Luis Caccia Guerra
Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre. Yo y el Padre uno somos.
(Juan 10:27-30 RV60)
Cierto día se me ocurrió enseñarles en forma práctica a mis jóvenes alumnos de la Escuela Bíblica, la verdad expuesta en Juan 10:27-30.
Tomé una moneda en mi mano, la cerré fuertemente e invité a los chicos a que intentaran abrir mi mano y quitármela. El que lo lograra podía quedarse con la moneda. En unos pocos minutos tenía como a cinco chiquillos de diez años forcejeando y tironeando vehementemente de mis dedos compitiendo entre sí a ver quién se llevaba el trofeo. Felizmente, después de muchos esfuerzos –no sólo de parte de ellos, a mí también me costó bastante– se cansaron y ninguno pudo abrirme la mano para llevarse la moneda.
Entonces, les leí el pasaje del capítulo 10 del Evangelio de Juan y les expliqué que la moneda eran ellos y mi mano, representaba la mano de Dios.
Yo sólo era un joven con fuerzas y poder sumamente limitado. Apenas un poco más fuerte que unos cuantos niños y niñas de diez años. Tal vez si hubiera durado más la demostración, hubieran conseguido abrir mi mano y la lección ya no hubiera tenido el impacto que necesitaba tener. Pero todo salió bien y esa mañana hubo profesiones de fe. Ví caritas de alivio, de alegría. Pude captar en esos ojitos sutiles cambios. Miradas de una paz muy especial, de esa paz que sólo el Señor puede dar. Unos cuantos niños volvieron a casa con la certeza de que Dios, infinitamente más grande y poderoso que su joven maestro, ya los tenía en Su Mano y ya nada ni nadie podría arrebatar sus almitas.
Después de unos cuantos años –esos chiquillos de entonces hoy son padres y madres de familia– puedo recordar con acción de gracias ese chispazo de inspiración, al tiempo que recuerdo con gratitud que mi alma también permanece segura en las manos de mi Señor. Que sin importar lo que yo piense o sienta, no hay poder natural ni sobrenatural que sea capaz de arrebatársela.
Escrito para www.devocionaldiario.com
Es una hermosa reflexion hermanos, la verdad que me ha sido de mucha utilidad, para mi vida y la de mis niños, porque tambien soy docente de hora biblica y me encanto poder ofrecer una explicacion tan practica para que logren entender el amor que nuestro Padre celestial nos tiene. gracias hasta pronto, Dios le siga bendiciendo ricamente.
es cierto !!
pertenecemos a Dios en cuerpo y Alma …
y nadie nos podra separar de El, como Dice el apostol Pablo
en Romanos 8:28-39. Quien nos podra separar del Amor de Cristo ??
ya que somos MAS QUE VENCEDORES
Saludos
MISEDICORDIA !!!!!!!!!!!
DIOS MIO JUSTO ESTAS PALBRA PARA MIEN EL NOMBRE DE CRISTO GRACIAS MI DIOS LINDO Y TODOPODEROSO :) TE AMO!!!!!!!!
GRACIAS MUCHISIMAS GRACIAS X TU MAS GRANDE GRACIA
AMEN!!
TE AMO MUCHO!!!!!!
BENDICIONES !!!
la verdad que muchas veces somos trofeos de muchas personas o cosas pero se que DIOS siempre tiene la ultima palabraaaaaaaa
Que linda representacion :)
que hermoso es saber eso
que Diosito lo bendiga
Wow q hermosa ilustración me gusta aprender d los demás y ponerlo en practica le aseguro q lo usare para mis alumnos d E. D. Bendiciones!
GRACIAS HERMANOS NO SABEN TODO LO QUE ESTOS DEVOCIONALES HAN EDIFICADO MI VIDA Y LA DE OTROS
DIOS LES BENDIGA EN ABUNDANCIA
Gracias Dios, por este momento de reflexión, ayúdame a estar confiada en ti, y a recordar esa promesa que me haces en tu Palabra: Que nadie me arrebatara de tu mano.
Linda leccion gracias por esos temas tan lindos que cada dia nos enseñan mas de Dios.