La “Oficina Oval” de Dios – Luis Caccia Guerra
La “Oficina Oval” de Dios
Una sola vez, creo haber estado en el despacho de la Gobernación en la ciudad donde vivo. En aquella oportunidad fui atendido por el Secretario General de la Gobernación, es decir, ni siquiera por el propio Gobernador. Y una sola vez, mucho tiempo después, recuerdo haber estado ante el Gobernador de la Provincia (o Estado). Fui a realizar un trámite en una oficina de Casa de Gobierno y el Gobernador venía llegando en ese momento para cumplir con sus tareas. Nos cruzamos un breve saludo. ¡Qué emoción!
Ni hablar de estar ante el presidente del país. Eso jamás sucedió. Podría pedir una audiencia, pero además de demorar mucho tiempo, debería justificar una gran importancia o urgencia del motivo de mi solicitud; caso contrario, tampoco voy a ser atendido por quien está en ejercicio de la presidencia.
Son gente ocupada, muy ocupada. Sus agendas de trabajo son tan apretadas que aunque quieran hacerlo, no pueden darse el lujo de atender a cualquiera que simplemente requiera su atención. Para eso están otros funcionarios en los que pueden delegar los asuntos según su importancia y trascendencia.
En una época, hubo un presidente en mi país que acostumbraba dar audiencias para determinadas fechas y horas. Cuando por fin llegaba el día y la hora de la reunión y los interesados se hacían presentes en la antesala de su despacho, debían esperar horas y horas para ser atendidos. A veces, hasta días. Algunos venían exaltados, pero después de tantas horas de espera quedaban exhaustos, tranquilos y relajados. Otros se iban sin su entrevista. Esa actitud es conocida históricamente como la famosa “amansadora” de ese presidente.
Philip Yancey, uno de mis escritores favoritos, traza un interesante paralelo entre la accesibilidad que hoy tenemos hacia el Trono de Dios y la famosa Oficina Oval de la Casa Blanca en el país del norte de América.
Dice Philip Yancey, que durante la presidencia de John F. Kennedy, su pequeño hijito John-John entraba en la famosa oficina mientras en ella se estaban discutiendo asuntos de estado o relacionados con situaciones en el mundo. El niño a veces ni tocaba la puerta. Simplemente entraba y se trepaba en el escritorio que ocupaba su papá. No quería otra cosa que estar con su papá sin importar protocolos, asuntos de estado ni acontecimientos mundiales. No necesitaba pedirle audiencia al presidente de uno de los países más poderosos del mundo. Simplemente ya la tenía acordada de antemano.
Dios, más que cualquier gobernador, más que cualquier presidente, más que cualquier rey o emperador; es nada más ni nada menos que el Dueño, el Creador, el Hacedor, el Amo, el Señor del Universo.
Sin embargo, a pesar de su rango, por intermedio de la sangre de Cristo hoy gozamos de una “línea directa” con EL, sin necesidad de solicitar previamente audiencia y con atención inmediata garantizada.
¡Qué bueno que hoy nos asiste ese Poder! Hoy, tal como el niñito John-John con su papá, tenemos acceso directo por intermedio de la oración y el sacrificio de Cristo a la “oficina oval” del Trono de Dios.
Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.
(Hebreos 4:16 RV60)
Autor: Luis Caccia Guerra
Escrito para www.devocionaldiario.com
Cuantas bendiciones tenemos con nuestro Gran Dios, cuanta misericordia, cuan paciente y bondadoso es con nosotros, nos cuida, nos escucha y nos habla, nos aconseja y nos disciplina cuando lo necesitamos según su Santa voluntad, y está tan cerca de nosotros, a la distancia de una oración, sin esperas ni intermediarios, gracias a la sangre de su hijo que murió y resucitó e intercede por nosotros. Gracias Papi, por medio de tu hijo. Amén.
Sin PALABRAS!!! o mejor dicho en pocas “”EL es nuestro PADRE”!!!
amen,que hermoso mensaje,que gratificante saber que siempre no espera a travez de la oracion,por sangre de su amado hijo jesus,señor nuestro.
Amén::: No necesitamos minútos en el celular, no nececitamos internet, no tenemos ningún costo para hablar con el Rey del mundo::: Solo tenemos que creer::: TE AMO MI SEÑOR:::
Dios me habla tan claramente el dia justo en el momento justo en la hora justa y para el problema justo…..a tiempo
Dios, nuestro Gran Padre Celestial y Dios de mi vida, les bendiga siempre en sus ministerios.
Gracias Dios por amarnos,por ser nuestro Padre y por estar siempre
atento a nuestra oracion,porque no hay horarios,no hay agendas saturadas,no hay limites de tiempo y espacio,eres Todopoderoso,
sobrenatural,infinito y eterno,te amamos y cada dia vamos a ti,Padre nuestro.