JESUS: TE INVITO A MI TRABAJO

por Rene Pleitez

Cuando regresó más tarde para tomarla, se apartó del camino para ver el cadáver del león; y he aquí que había un enjambre de abejas y miel en el cuerpo del león.

Jueces 14:8

Escuché una palabra tremendamente de bendición, un versículo al que nunca le había puesto atención y Dios habló grandemente a mi vida y a la de mi esposa.

Dios actúa de maneras diferentes en cada uno de nosotros, pero todos los seres humanos tenemos en común el hecho de algún día llegar a nuestra casa y mostrarnos inconformes con el trabajo que Dios nos dio (hay excepciones a esta regla claro está, aquellos que ganan muy bien y que les queda tiempo para su familia, la iglesia, amigos, atender muchas cosas mas), pero a lo que me quiero referir en este día es a la importancia de INVITAR A JESUS A NUESTRO TRABAJO.

En ocasiones pensamos que el lugar donde Dios nos tiene trabajando no es el mejor lugar para notros, que nos merecemos algo mejor, que nos preparamos académicamente para estar en otro puesto… la verdad es que en muchos casos convertimos la bendición de nuestro trabajo en puro reniego.

La cita que ocupo para esta reflexión hace mención a la oportunidad que tubo Sansón de defender a sus padres de un cachorro de león que venía sobre ellos, eso no es lo sorprendente de esa parte de la Biblia, sino que luego de haberlo matado regresa y encuentra en el vientre del animal que yacía muerto en el campo, un panal con miel de la cual dice la biblia que Sansón tomó para sí y para compartirla con sus padres:
“Y tomándolo en sus manos, fuese comiéndolo por el camino: y llegado que hubo á su padre y á su madre, dio también á ellos que comiesen; mas no les descubrió que había tomado aquella miel del cuerpo del león”.

¿Cómo de algo que se encuentra en estado de descomposición podía existir alimento?, no solo para él sino también para sus padres.

Si tu trabajo se ha vuelto una carga tan pesada para ti o piensas que no estas en el lugar correcto para ti, quiero decirte que Dios te llevó a ese trabajo, no para que lo vieras como una maldición o como algo que se encuentra putrefacto (a punto de descomponerse, usando la analogía de la historia bíblica) que las cosas están mal en tu trabajo, que nada está saliendo bien en la empresa…

Te cuento que es momento de INVITAR A JESUS A QUE TE ACOMPAÑE A TU TRABAJO.

Esta palabra a mí me ha hablado de una manera tan grande… cada mañana debemos de permitirle a Jesús convertir nuestro trabajo en el lugar idóneo para recoger la miel que Él nos quiere dar (recordemos que la miel en la Biblia es un símbolo de bendición y de provisión) y cómo de las cosas negativas puedes sacar la bendición de tu vida y de tu familia.

Cambia lo que crees que no está funcionando de tu trabajo, y saca la “miel” del león en descomposición y cada día dedícale tu trabajo a Dios, dale gracias por el trabajo que tienes, y permítele que todo lo que en ese día hagas sea de su agrado, no permitas que Satanás convierta el instrumento que Dios te puso en tus manos en maldición, y que todo lo que hagas pueda ser como para Dios y no como para los hombres.

Si cada día invitas a Jesús a tu lugar de trabajo Él te ayudará a convertir lo malo de tu trabajo en una bendición para ti y tu familia.

Pedro le permitió a Jesús subir a la barca y Él le enseño donde debía de echar la red para pescar, demostrándole que antes de convertirlo en “pescador de hombres” el podía bendecirle en su trabajo que era pescar.
Que cada día que pasa puedas comprender que en ese lugar donde estas Dios quiere usarte y poder hacer grandes cosas a través de ti.

Te reto a que el día de mañana que llegues a tu oficina o lugar de trabajo puedas decirle

“JESUS TE INVITO A QUE ME ACOMPAÑES EN MI TRABAJO Y JUNTOS PODAMOS CONVERTIR LO MALO EN BENDICON”

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Escrito para www.devocionaldiario.com

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