Everything – Juan Carlos Vidal
Everything
Desde el inicio de todos los tiempos, Dios se deleitó en crearnos un mundo hermoso, lleno de maravillas que ni siquiera terminaremos de percibir; los mares, los cielos, la naturaleza, los animales, los frutos y todo aquello que sería imposible mencionar en su totalidad. Un universo hermoso lleno de brillantes estrellas, de galaxias, de constelaciones y como no, de planetas. Planetas que acompañan fielmente la coreográfica tierra en la que vivimos. ¿Pero cuál era su propósito en crearnos a nosotros? ¿Lo estamos cumpliendo?
Ciertamente Dios se deleitó creándonos esta hermosa casa, pero mucho más se deleitó creándonos a cada uno de nosotros como personas únicas, sin repetición, sin un doble perfectamente igual. Dios se tomó su tiempo en diseñar cada parte de nuestro precioso cuerpo y cada una de nuestras células, colocó cada uno de nuestros tendones, sistemas, y extremidades, para darnos vida y soplar sobre nosotros el verdadero amor. Dios sabía que podía crearnos, pero trato de imaginarme la gran alegría que le dio al vernos por fin de pie caminando por el Edén. Dios hizo todo lo que vemos para nosotros, para darnos un lugar, para mostrarnos lo hermoso que es, y para permitirnos vislumbrar la hermosura de su amor; pero… ¿cómo fue nuestra manera de agradecerle?… desobedeciéndole al primer instante, haciendo algo que el específicamente dijo que no hiciéramos, comer del árbol del bien y del mal.
Dios dio a su precioso Hijo, Jesucristo, para morir por nosotros de la forma más vil que pueda existir. Jesucristo caminó con amor, abrazando esa pesada cruz, por amor; soportó los más fuertes azotes, por amor; soportó burlas, por amor; soportó el más grande dolor que pueda sentirse, por amor, todo por darnos a todos nosotros, los que hoy leemos esto, una nueva vida y una irrevocable oportunidad de acercarnos a él y a su Padre. ¿Y cómo le agradecemos nosotros? ¿Cómo le estás agradeciendo?
Tristemente, tengo que decirlo, después de que Dios ha dado y hecho tanto por nosotros, somos las personas más ingratas que exista; porque conociendo un Dios vivo, tan hermoso, que siempre nos ayuda; nos atrevemos todos los días a fallarle en muchos aspectos que quizás no queremos cambiar. Quizás hay muchas cosas que se salen de nuestras manos, pero es justo que nosotros nos rindamos tan pronto, tiremos la toalla tan rápido y caigamos en tantos errores tan fácil, sabiendo que Jesucristo no se cansó, no tiró la toalla, no se rindió y dio TODA SU VIDA, solo por amor a nosotros, aun sabiendo que nosotros no le responderíamos de la misma manera, aun sabiendo que le fallaríamos; él solo lo hizo por amor, todo por amor a nosotros.
Muchas son las cosas que tenemos que enfrentar a diario y aun muchas más las que enfrentamos cuando Dios decidió llamarnos a esta gran vida.
En un hermoso momento nos encontramos danzando con Dios en toda su majestuosa presencia, abrazándolo, sintiendo todo su amor; y al momento siguiente todo cambia.
Algunas de las cosas más imperceptibles que pueden llegar a cambiar nuestra vida, son las que más nos pueden alejar de Dios.
Y mientras que vamos haciendo a Dios a un lado, esto es lo que nos va separando de su amor:
Los amigos, aquellos que muchas veces nos han ayudado tanto, aquellos que podemos llamar amigos, son en algunas veces piedra de tropiezo.
Es muy difícil no conocer cada día personas nuevas, personas que entran en nuestra vida para hacer parte de ella, personas de nuestro trabajo, de nuestra universidad, que poco a poco se van involucrando con nosotros, ofreciéndonos sutilmente las cosas de afuera, aquellas que ya habíamos dejado, o no, y vienen a ser piedra en el camino… “El violento engaña a su amigo y lo desvía por el mal camino” Proverbios 16:29
Y mientras seguimos alejándonos, el círculo continúa:
El amor, y aunque verdaderamente es hermoso amar y ser amado, el amor en muchas ocasiones puede ocasionarnos los más difícil desiertos, los más áridos caminos, y los vacíos más grandes; porque ninguno de nosotros estamos exentos de una decepción amorosa, de una traición, de un desamor; todos nos hemos enamorado y hemos sentido que es sufrir por no tener a quien amamos cerca y sentir el dolor de su alejamiento. Y muchas veces también nos enamoramos de personas que no debemos, personas que antes de ayudarnos a estar bien con Dios nos tiran por el barranco, personas que nos son para nada nuestra ayuda idónea, personas que ni siquiera están aprobadas por Dios; y es allí en medio del enamoramiento hacia esa persona que dejamos todo y preferimos a esa persona que a Dios, cosa que también pasa muy sutilmente…y no me digan que no. “Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él mana la vida” Proverbios 4:23
Y mientras Dios observa tratando de impedirlo, seguimos alejándonos:
El dinero, incluyendo el trabajo, es uno de los huecos más grandes en el que caemos todos los días; el afán, el cansancio, mil y una cosas que hacer, y por último y si nos queda tiempo, está Dios; para hablarle dos minutos y quedarnos dormidos. ¡Así es como le estamos agradeciendo a Dios!
De verdad es bastante triste encontrar personas cristianas que solo les interesa el dinero y no el trabajo sincero para Dios, sabiendo que es más grande la paga que Dios da a sus trabajadores, que lo que el inerte mundo pueda ofrecer. El amor por el dinero, es el eterno problema de las personas, pero no debería ser el nuestro, porque nuestro Dios es el dueño del oro y la plata. “Mía es la plata, y mío es el oro, dice Jehová de los ejércitos” Hageo 2:8
Van tres estaciones que nos van alejando de Dios, ¿En qué parte de la fila vas?
El licor, gran tema de discusión. Algunas personas osadas se llenan de sabiduría al decir que tomar licor no es malo, que lo malo es embriagarse, y de cierto modo es cierto; pero que pasa si después de uno no puedes parar; sutilmente y con tu gran sabiduría le diste cabida al enemigo para que termines embriagado y fallándole a Dios. Y hay quienes prefieren abstenerse de hacerlo, ¡Estupendo por ellos!, porque el licor es un arma muy poderosa. Hay quienes no le ven nada de malo, pero la pregunta es… ¿Crees que le estás agradeciendo a Dios, haciéndolo? “No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución, antes bien sed llenos del Espíritu, hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones; dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo” Efesios 5:18-20
Seguimos alejándonos sutilmente:
La vanidad, incluyendo el gran estigma de las mujeres hoy en día de querer verse mejor, cada día recurren a cosas desastrosas, como la anorexia, la bulimia, las intervenciones quirúrgicas y demás cosas que destruyen el templo del Espíritu Santo. Claro, no es malo que una mujer quiera verse y sentirse mejor, pero no hasta el extremo de hacer lo que sea por ser la más delgada, la modelo de pasarela, la más mirada, la más deseada; que gana una mujer con tener todo eso, si no tiene vida, literalmente. Una mujer es hermosa, porque es natural, y no porque está tratando a como dé lugar de impresionar a todos a su alrededor. La mujeres de Dios no pueden ser así, porque simplemente a Dios no le agrandan las personas así, sean hombres o mujeres. La hermosura de una persona no está en su forma de verse y creerse frente a los demás, sino en la manera en como ama y desea agradar al Dios que le dio la vida. “Ciertamente Dios no oirá la vanidad, ni la mirará el omnipotente” Job 35:13
¿Estoy siendo muy duro?… alguien tiene que decirlo.
¡Y llega el gran final…! El punto de no retorno, cuando de alejarse de Dios se trata:
La muerte, incluyendo el suicidio, es una de las armas más poderosa del enemigo. Cuando ya no hay salida, cuando todo está nublado, cuando no hay otra manera, cuando nos vemos tan lejos de Dios, cuando creemos que Dios ya no nos escucha ni nos ayuda, cuando nos sentimos completamente abandonados, cuando ya no hay más camino, cuando sentimos que nos ahogamos; llega el enemigo con su arma letal, la muerte. Personas que dicen amar a Dios y buscando el suicidio, deja mucho que desear, solo por el hecho de que esas personas saben que el suicidio nos lleva directamente a “vivir” una eternidad sin Dios. Personas que muchos dicen valientes, pero que son los más cobardes. Personas que dijeron conocer a Dios, pero que nunca lo sintieron. Personas que entregan su eternidad al enemigo y no a Dios. Personas que entregan su alma en bandeja de plata a la muerte y se van abrazándola. Demasiado triste. “Libra a los que son llevados a la muerte; salva a los que están en peligro de muerte” Proverbios 24:11
Hay personas que están comenzando esta larga fila de huecos en su vida, pero hay otras personas que ya están terminándola; para cualquiera de los dos casos, Jesucristo está esperándote, él está clamando por ti delante de su Padre para que seas librado, por muy difícil que parezca y por muy duro que sea por lo que estás pasando, Jesucristo está contigo para ayudarte a salir de ahí. Dios está luchando incansablemente por ti y te está atrayendo con lazos de amor… “Con lazos de ternura, con cuerdas de amor, los atraje hacia mí; los acerque a mis mejillas como si fueran niños de pecho; me incline a ellos para darles de comer” Oseas 11:4
¡SALTE DE ESA FILA Y VIVE!
¿Cómo le vas a agradecer ahora todo lo que ha hecho y seguirá haciendo por ti?
“Ten presente al Señor en TODO lo que hagas, y él te llevará por el camino recto”
Proverbios 3:6
“Cause you’re all I want, you’re all I need, you’re everything, everything”
Everything – Lifehouse
Autor: Juan Carlos Vidal
Escrito para www.devocionaldiario.com
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