Yo creo en los extraterrestres – Osmany Cruz Ferrer

Yo creo en los extraterrestres

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“Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo”

(Filipenses 3:20)

No necesito un potente telescopio para encontrarlos en un distante lugar del universo. No tengo que entrar furtivo al área 51 para hacer fotos de sus naves y así demostrar al mundo aquello que creo. No persigo OVNIS los fines de semana y no ando a la caza de pruebas reveladoras aportadas por supuestos abducidos. Los extraterrestres en los que creo no tienen una apariencia grotesca, no tienen antenas en la cabeza, ni planes de exterminio para la humanidad. No son criaturas de ficción sacados de una novela de H. G. Wells. Aun así creo en ellos, nada me resulta más cierto que sus existencias y he de confesar sin pretendido orgullo que soy uno de ellos.

No es una invención mía, créanme. No es literatura sensacionalista. Ni busco alguna prebenda al revelar esta importante verdad que debe conocer el mundo. Debo hablar de los extraterrestres para que podamos reconocerlos, para que no les temamos. Ellos pueden ayudarnos y no hay forma de escapar de este mundo con vida si despreciamos sus instrucciones para salvarnos. Tienen un mensaje que darnos proveniente de un  lugar llamado Tercer Cielo. Se trata de vida o muerte, de creer o perderse en la oscuridad de la ignorancia.

Usted los ha visto seguramente porque no van de incógnitos. Se llaman a sí mismos cristianos y su conducta tan diferente a la de la mayoría de los humanos, es su carta de presentación. Confiesan conocer a Jesús como su señor y salvador. Evitan practicar cualquier acto indigno. Resisten la injusticia, tienen debilidad por los pobres y los que sufren. Viven en nuestro vecindario, van a la escuela con nuestros hijos y trabajan cerca de nosotros. Sonríen con más frecuencia que los demás y son amables, perdonadores, verdaderamente desconcertantes. No parecen normales porque no lo son. Son de arriba y eso les hace despampanantemente atractivos cuando empiezas a conocerlos (Colosenses 3:2,3).

El mensaje que preconizan es tan sencillo que los niños llegan a comprenderlo. Revelan la verdad que contienen las páginas de la Biblia. Su mensaje favorito es acerca de Jesucristo, el Hijo de Dios. Anuncian que el Señor Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores. Que aquellos que crean en el mensaje del Nazareno, son salvos y se convierten inmediatamente en portadores de una nueva identidad según lo escrito en 2 Corintios 5:17: “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.” Al hacer de Jesús tu suficiente salvador te haces también ciudadano de otro mundo y testigo de lo creíble que es el mensaje de Cristo.

Cada vez suman más los que son inscritos en un volumen llamado: El libro de la Vida. La fe les ha hecho inmortales por lo que la muerte no tiene el mismo efecto sobre ellos que sobre los demás hombres. Son magnéticos porque todos buscamos lo que ellos tienen. Todos queremos lo que ya ellos disfrutan: la vida, la justicia, la felicidad, el amor, la paz. Por eso creo, porque es obvio a los ojos de la fe que estos seres existen. Yo lo comprobé al convertirme en uno de ellos y tengo que decir que la descripción que me dieron de la nueva vida en Jesús era cierta.

Ellos no cambian a nadie, sino su mensaje. Ellos no pueden otorgarnos ciudadanía en esa patria más allá del sol que conocen, pero Dios, a quien sirven, él si puede hacerlo. Así que no los seguimos a ellos, sino a su Adalid. No somos fanáticos de un nuevo mensaje, sino seguidores de aquel que es el alfa y la omega, el principio y el fin. Creo en los extraterrestres, en esas personas normales que viven extraordinariamente y que hacen del mundo un lugar más soportable. No necesito hacer una apología de mil cuartillas para defenderlos, porque sus vidas son auténticos libros abiertos. Con altas y bajas, con penurias y progresos, con luchas y triunfos he decidido ser siempre, uno de ellos.

Autor: Osmany Cruz Ferrer

Escrito para www.devocionaldiario.com

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