Tú, yo y Bartimeo – Naty Cardozo
Tú, yo y Bartimeo
En estos días y debido a diversas situaciones que tuve que afrontar, El Señor no ha sacado de mi cabeza la imagen de una persona ciega y también la imagen de vendas en los ojos.
Y estas comparaciones y siendo profesora de Historia me llevaron a indagar y a buscar en la historia a aquellas personas que sufrieron de lo que llamamos ceguera.
Y la palabra de Dios me guio a leer la historia de Bartimeo, un hombre de lo cual la Biblia no cuenta mucho, nadie sabe si su ceguera fue de nacimiento, o si fue prolongada con el paso del tiempo, no se sabe cuántos años tenia o si tenía posesiones y las había perdido y por eso mendigaba; en fin Bartimeo era sin saber más de él, un hombre completamente ciego.
La ceguera es la privación de la vista, algunos nacen ciegos, pero otros la van perdiendo con el paso de los años, o por diversas situaciones.
Pero quiero detenerme en este personaje, Bartimeo había escuchado del Señor, de su grandeza, de sus milagros, que había sanado a cojos, resucitado muertos y que se decía ser el Hijo de Dios, pero Bartimeo no lo había visto jamás. Por su misma ceguera, era un ser despreciable para la sociedad, seguramente lo culpaban por su ceguera, ya que antiguamente se creía que quien padecía alguna enfermedad había cometido algún pecado y era castigado por Dios y debía pagar por ello.
Pero Bartimeo, a pesar de la discriminación de la sociedad y tal vez de la culpa que sentía ( sin saber porque) decidió dentro de sí recurrir a aquel de quien solo había oído.
Por frente suyo pasaba una gran multitud, ¡él la podía escuchar! Y por al lado suyo paso el señorío de Jesús, ¡él lo pudo sentir! Se escucharon gritos, multitud de personas exaltadas por ver en persona al mismo Señor, y al lejos se escuchaba:-¡Jesús, hijo de David, ten misericordia de mi! La gente sentía vergüenza de aquel ciego: ¡silencio ¡ El Señor no quiere verte tiene otras cosas más importantes que hacer, pero Bartimeo insistía : -¡ Hijo de David, ten misericordia de mi!
Se oyó un gran silencio, el Señor se había detenido y la multitud con El, mando a llamar al ciego, y esta es la parte donde mi piel se pone de gallina ¿a mí? ¿El señor me llama a mí? Seguramente se pregunto el ciego, pero él se levanto, tiro su capa con toda su emoción y vino a Jesús.
-¿Qué quieres que te haga? Pegunto Jesús
-Maestro que recobre la vista, respondió Bartimeo.
-Jesús le dijo: vete tú fe te ha salvado.
Y en seguida recobro la vista y seguía a Jesús en el camino.
No dejo de pensar en esta maravillosa historia, un hombre ciego, pero que no cerró sus oídos, que a pesar de no ver, creyó y su fe, no solo le hizo recobrar su vista sino salvar su vida.
Ahora reflexionando un poco más sobre esto, tú también no ¿estarás ciego? Y no hablo de una ceguera física, hablo de una ceguera espiritual, de aquella que se produce por comenzar a ceder cada vez más a este mundo. Todo aquello que te parecía malo cuando estabas cerca del Señor, todo aquello que entendías dentro de ti que entristecía al Señor, ahora no parece tan así.
Lo malo, ya no es tan malo, aquellos amigos que mirabas a distancian ahora son los mejores, las reuniones te aburren y comenzaste de a poco a dejar de ver, y a dejar de discernir.
El Señor paso muchas veces delante de ti , pero no lo pudiste oír tampoco, porque tu ceguera también te llevo a ensordecer tus iodos y dejar de escuchar lo que hay para ti.
Mira, sé que me estás leyendo, yo también fui ciega, mucho tiempo, muchas veces, y creí que lo que estaba haciendo era lo correcto ¡pero créeme que no fue así!
Mas el señor paso por lado mío una vez mas y lo pude oír, y él me oyó. ¡Señor, sálvame! Se acerco a mí y con sus cuerdas de amor me atrajo hacia él, mis vendas se cayeron y pude ver, el Señor había sanado mis ojos, había cubierto mi enfermedad y era nueva otra vez.
Y no dejo de pensar en ti hermano querido que hoy no puedes ver y tal vez no puedas oír, pero quiero darte una buena noticia, ¡el Señor hoy pasa por ti, te da una nueva oportunidad, quiere demostrarte su amor y levantarte para cumplir el plan maravilloso que tiene para ti!
A pesar del ruido de este mundo el Señor te oye, el puede escucharte si hoy deseas hablarle.
El Señor pasa por ti hoy, y es mi deseo que así como Bartimeo puedas tener ese encuentro con él, y cuando el te pregunte, sin reproche alguno, ¿Qué quieres que haga?, tu le respondas:¡Señor que reciba la vista!
¡Que hoy siempre camines con él y puedas contar de sus maravillas!
Escucha la siguiente melodía:
Autora: Naty Cardozo
Escrito originalmente para www.devocionaldiario.com
que linda palabra! Gracias por compartir tan linda historia! Amén y Amén!!!
Excelente y gracias por este mensaje tan cierto. Lo voy a utilizar para predicar el evangelio. Aun sugiero por favor escribir las citas biblicas como sustento al mensaje escrito esto lo fundamenta y da conviccion del mismo.
estoy muy emocionada, con lagrimas en los ojos pido perdon, he estado ciega muchisimo tiempo………pero hoy quiero VERRRRRR,realmente no quiero seguir ciega y sorda…. he sufrido mucho por esta ceguera y sordera espiritual.
OH MI DIOS AYUDAME NECESITO VER Y ESCUCHAR COMO CUANDO ESTABA EN TUS BRAZOS EL DOLOR ME A ALEJADO DE TI PERO HOY QUIERO TENER UN REENCUENTRO CONTIGO MI SEÑOR PERDON PERDON POR NO ESCUCHAR Y VER LO QUE TU QUERIAS DECIRME…….
estoy muy dolida y pido oraciones mis hermanos(as)desde ya gracias y usted mi hermana gracias por escribir esto para mi y muchos q nos identificamos con esto
ahhhh y que lindisimo tema me encanto gracias mi hermana…realmente cuanto anhelamos la presencia de nuestro señor!!!!
el camino de dios es el vedadero camino y hay que dejar caer la ceguera de nuestra vida y entrar en los caminos.
me parecio muy interesante y con una finalidad de acercarnos a dios y dejar todas las cosas que el mundo nos ofrece, dejar que dios obre en nuetras vidas por siempre y para siempre.
Hola gracias por el tiempo que dedican a sus lectores el tema es muy profundo y de mucho analisis como estamos por dentro? que tanto estamos cediendo y el espiritu de DIOS nos habla sera que estamos escuchando, amigos oremos con mas profundidad y empapemosno de la palabra de DIOS.
Padre Celestial, creo en tí y hoy más que nunca deseo el primer Amor, sentir que está conmigo, porque ya se lo que se siente contigo y sin tí. Señor renueva y haga que mi fe cresca. Gracias Papito Dios por utilizar personas como la hermana: Naty Cardozo; para recordarnos como redireccionar nuestra dependencia de tí. Que Dios los siga bendiciendo.