Desafío 1: “SANTIDAD” – Naty Cardozo
Desafío 1: “SANTIDAD”
“SED SANTOS, PORQUE YO SOY SANTO”
LEVITICO: 20:26
Estamos comenzando un nuevo año, y como dice el famoso dicho “seguramente traerá su afán”, pero a pesar de todo aquello quiero llevarte conmigo por un nuevo camino, y que transitemos juntos este año, diferentes trayectos marcados por increíbles desafíos que estoy segura, cambiaran tu vida y glorificaran el nombre de Dios por sobre todas las cosas.
Es del deseo de mi corazón que me acompañes a transitar este primer desafío para nuestras vidas, EL DESAFIO DE LA SANTIDAD.
En el transcurso del tiempo hemos escuchado muchas veces de esta famosa palabra: santidad. ¿Pero a que nos referimos cuando hablamos de santidad, de ser santos y vivir como tal?
Podemos decir que la santidad es una cualidad fundamental de Dios y de su espíritu y una virtud indispensable de todo verdadero creyente.
Pero hay algo en esta palabra que es fundamental que es su significado original. Santidad de debe traducir como “separado”, “puesto aparte”, “consagrado”.
Esta última palabra es la que me fascina: CONSAGRADOS.
Hemos sido llamados a ser consagrados para el Señor, y para su obra en esta tierra, en el tiempo que él lo disponga.
ira, ser santos no significa que debo vestirme de blanco, que no tengo que hablar con nadie, que tengo que estar serio, o no divertirme, el Señor no llama a esto santidad.
Cuando el Señor nos llama a ser Santos nos está diciendo que debemos imitarlo a Él, en su pureza integridad, transparencia, espíritu.
Vivimos en un mundo donde las situaciones muchas veces nos llevan a ceder, hábitos que de repente se hacen costumbre y no logramos diferenciar lo que está bien de lo que está mal.
Pero debemos de recordar que vivimos en este mundo pero no somos del mundo. Y el mundo necesita de personas diferentes, de personas que no se mezclen, de personas que no se dobleguen fácilmente ante lo que esta sociedad ofrece. El mundo necesita de hijos de Dios CONSAGRADOS. Hijos que no den el si fácil ante las situaciones difíciles y que marquen la diferencia en todo ante todo.
Yo te animo a que a partir de hoy asumas este desafío, a ser santo, donde quiera que estés, donde quiera q vayas, a que en tu rostro se refleje una luz brillante que encandile fuertemente, y que en vez de de que tú te conviertas a ellos, ellos se conviertan a ti. Que dejes atrás las simplezas, las apariencias, el doble animo y ser uno en todo tiempo; te animo a que puedas descubrir el dulce placer que es ser cada día un poco mas como Jesús, imitando su carácter, renunciando a todo aquello que nos ata a nuestro pasado y no nos deja mirar hacia adelante.
No importa lo que hayas hecho, de dónde vienes, tu color de piel, o lo que los demás piensen de ti, si realmente lo deseas, y anhelas agradar al Señor en todo, puedes ser parte de este desafío. Seguramente habrá momentos de debilidad, de cansancio, de querer ceder, pero recuerda a qué fuimos llamados y responde al amor de Dios con esta obediencia y cuando veas que no puedes, el llevara la carga, te dará nuevas fuerzas y te remontara como las águilas.
Vamos, ¿aún dudas que puedes llevar una vida de santidad? Todo lo pedo en Cristo queme fortalece
Y si quieres recibir más del Señor y ver las cosas ocultas que hay para ti que aun no conoces, debes sin duda de consagrarte alma vida y corazón y veras como las bendiciones de Dios no tardaran en llegar.
Si es tu deseo ser santo ante el Señor, y vivir en santidad, ¡hoy puedes comenzar, porque sé que transitaremos juntos un bello camino que luego habrás de contar!
¡Caminemos unidos, el camino de la bella santidad!
Autora: Naty Cardozo
Escrito originalmente para www.devocionaldiario.com