Paula Andrea Vega – A Dios le plació
A Dios le Plació
por Paula Andrea Vega
“Jehová cumplirá su propósito en mi, tu misericordia Jehová es para siempre, no desampares la obra de tus manos” (Salmo 138:8).
Es curioso saber que cuando se está en estado de gran felicidad o de angustia, de depresión o de lo que llaman “tengo la alborotada” es cuando más cerca sentimos la presencia de Dios. Es decir cuando estamos en ese punto de la “nada” donde nada es la bandera de nuestra alegría o angustia, nuestro corazón está un plano de espiritualidad más cercano a la presencia de Dios.
Dios sufre con nosotros cuando estamos tristes o desorientados, su Espíritu Santo nos ve y se vuelve impotente cuando al darnos un libre albedrío presencia como tiramos nuestras vidas pisoteando su propósito escrito en el cielo. Sin escuchar su designio y teniendo que legitimar ese libre albedrío que como un caballero respeta, pero que el enemigo viola con la intención de verte derrotado, coloquialmente “llevado”…
Las emociones son la voz del espíritu, paradójicamente nos ponen en un plano donde surgen pensamientos que en cotidiana actividad no se hubiesen manifestado por ejemplo piensa en el amor que sientes cuando abrazas a tu hijo después de su primera presentación en su jardín, tu corazón se escapa de salir del pecho, se infla y tu mente dice con un algo indescriptible que llaman amor ¡Dios existe!
¿Sabías que en circunstancias de mayor angustia o felicidad fue cuando David escribió sus mejores salmos? Esos que cuando lees se identifican contigo, como cuando estas enamorado y todas las canciones te salen. Esos que te dan paz y fuerza para enfrentar los que no puedes ver en la fuerzas de Dios.
Todo esto para decirte que Dios es quien puede levantarte si te concientizas de su poder y tienes un corazón dispuesto. La elección de ser cabeza o ser cola esta en ti, cómo dice la querida y universal Chimoltrufia de Chespirito: “hay cosas que ni que” y cuando todo te sale bien como lo promete Dios si buscas de él y no del hombre podrás responder a quienes deseen ser como tu y tener esas bendiciones con que Dios te abraza diciendo, querido amigo a mi me va bien porque a Dios le plació.
“Mi embrión vieron tus ojos, y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas que fueron luego formadas sin faltar una de ellas” Salmo 139:16.