No tendrás dioses ajenos delante de mí – Maryuris Torres Urueta

No tendrás dioses ajenos delante de mí

por Maryuris Torres Urueta

“Yo soy Jehová tu Dios, que te saco de tierra de Egipto, de casa de servidumbre. No tendrás dioses ajenos delante de mí”.

(Deuteronomio: 5: 6, 7)

El Señor escucho el clamor de su pueblo, cuando eran maltratados y humillados por los egipcios.

Ellos al obedecer la voz de Dios, y al salir de Egipto. Se convirtieron en personas dependientes de Dios, el era el que los cuidaba, el que les proporcionaba, los alimentos, el agua, el que les ponía una nube para que el sol no les maltratara, en el día y en la noche en medio de la oscuridad, les guiaba con una columna de fuego.

Que bueno y que maravilloso es nuestro Dios.

Pero el pueblo de Israel se volvió arrogante, y desobediente a Dios y comenzaron a adorar, imágenes de fundición de oro, imágenes que ellos mimos creaban.

Haciendo enojar a Dios.

Y por todas eses cosas abominables, que ellos hacían, el Señor tomo la decisión de hacer los mandamientos, para poner un orden entre lo que quiere Dios que los hombres cumplan.

Estas palabras hablo Jehová a toda vuestra congregación en el monte, de en medio del fuego, de la nube y de la oscuridad, a gran voz; y no añadió mas. Y las escribió en dos tablas de piedras, las cuales me dio a mí. (Deuteronomio: 5:22).

Lo mismo nos pasa hoy en día a cada uno de nosotros, cuando tenemos problemas, aclamamos a Dios, cuando nos sentimos agobiados, y muchas veces maltratados, por las injusticias de la vida.

Cuando nos maltratan, nos humillan, cuando nos dañan y sentimos que se nos parte el corazón en mil pedazos, y cuando sentimos que es injusto lo que nos pasa.

Entonces aclamamos a nuestro Dios, y el con su corazón, bondadoso y lleno de amor, nos responde.

Y el llega y nos rescata, de la esclavitud, del agobio injusto de la vida.

Pero lastimosamente, cuando recibimos, su misericordia, y su amor y nos sentimos libres de ataduras, lo que hacemos es ser ingratos con Dios.

Y nos apartamos de el, y en ves de aferrarnos a el por siempre, le somos infiel, adorando a otros dioses, (al dios dinero, al dios de la lujuria, al dios de la diversión, al dios de la mentira y muchos mas dioses que nos alejan del único y verdadero DIOS DE dioses.

Queridos hermanos, yo los invito que nos acerquemos más a Dios y le entreguemos por entero nuestro corazón, nuestra vida, ya que el tiene el poder de arreglar todos nuestros problemas por mas grandes y difícil que sean, por mas imposible que pueda llegar hacer.

En donde empieza lo imposible, es donde Dios empieza lo posible.

Cuando el hombre dice no puedo, es donde Dios dice pero yo si puedo.

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Escrito para www.devocionaldiario.com

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