Seguros y confiados en el amor de Dios

No importa el cómo nos podamos sentir, no interesa mucho saber qué tantas necesidades podemos tener; a lo mejor son muchas las debilidades que poseemos y aún mayor los errores que hemos cometido. Sin embargo, hay algo que sobrepasa toda barrera y todo entendimiento; es difícil de comprender, imposible de medir y sobrenaturalmente invencible; es el amor de Dios, que llena todo vacío, sana cualquier herida, restaura los corazones y transforma la vida.

El amor de Dios es inigualable, nadie nos puede amar como Él lo hace. Es su amor el que sustenta nuestra vida, es su amor el que nos fortalece y llena de gozo nuestro existir. Nuestra esperanza debe estar siempre a la expectativa del amor de Dios, confiando plenamente en que Él siempre nos sostendrá y proveerá todo aquello que necesitamos, no porque lo merezcamos sino porque Él nos ama y es su amor el que lo lleva a darnos siempre lo mejor.

Debemos estar seguros y confiados en el amor de Dios, creer fielmente en que su amor por nosotros jamás cambiará; creer lo que nos ha prometido y esperar pacientemente el tiempo perfecto en que hará realidad en nosotros cada una de sus divinas promesas.

“El Señor dijo: Con amor eterno te he amado y por eso te sigo mostrando mi fiel amor”. Jeremías 31:3 (Palabra de Dios para Todos).

Después de lo que ha hecho Dios por nosotros a través de su Hijo Jesucristo, no cabe duda de que su amor es infinito; Él entregó a su Hijo Jesús en una cruz para morir en nuestro lugar, para pagar el precio por nuestros pecados y así librarnos del castigo que merecíamos. Él venció la muerte, venció el pecado; Él resucitó al tercer día de haber sido crucificado y gracias al sublime sacrificio que hizo podemos experimentar la paz de Dios. ¿Habrá algo más grande que pueda hacer Dios por nosotros? Ya lo hizo, cuando por amor ofreció a su Hijo Amado en esa cruz y gracias a Él fuimos perdonados y reconciliados con nuestro Padre. Por eso la confianza en que cualquier otra cosa que necesitemos será añadida por Dios según su perfecta voluntad. Así que de qué preocuparnos si Él tiene el control, si en Él estamos seguros y confiados.

“En esto Dios nos demostró su amor: en que envió a su único Hijo al mundo para que tuviéramos vida por medio de Él. El verdadero amor de Dios no es que nosotros hayamos amado a Dios, sino el amor que Dios demostró al enviar a su Hijo como sacrificio para quitar nuestros pecados.

Estimados hermanos, si Dios nos demostró su amor de esa manera, debemos amarnos unos a otros. Nadie ha visto jamás a Dios. Sin embargo, si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros y su amor se ha manifestado plenamente en nosotros”.

1 Juan 4:9-12 (PDT).

“Dios nuestro Padre nos amó y con su generoso amor, nos dio consuelo eterno y una esperanza firme. Que Él y nuestro Señor Jesucristo mismo les den mucho ánimo y los fortalezcan en todo lo bueno que digan o hagan”.

2 Tesalonicenses 2:16-17 (PDT).

¡Padre, gracias por tu incomparable manera de amarnos en Cristo Jesús!

Por: Marisela Ocampo O.

Escrito para www.devocionaldiario.com

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