Jesucristo, Nombre sin igual – Marisela Ocampo O.
JESUCRISTO, NOMBRE SIN IGUAL
Jesucristo, el Hijo de Dios; la máxima expresión del amor.
Jesucristo, el Rey; el que rige con poder y justicia desde el Trono Celestial.
Jesucristo, el Justo; el que paga a cada quien como corresponde.
Jesucristo, el Santo; el que aborrece el pecado.
Jesucristo, el Sabio, el Omnisciente; el que todo lo conoce.
Jesucristo, el Omnipresente; el que todo lo ve, a quien nunca podemos engañar.
Jesucristo, el Todopoderoso; para quien no hay nada imposible porque es Dios.
Jesucristo, el Salvador; la esperanza de los cautivos.
Jesucristo, el Libertador; el que libra de la condenación.
Jesucristo, el Perdonador; el que limpia de pecado.
Jesucristo, la Gracia; el regalo de vida eterna.
Jesucristo, la Paz; el descanso que necesita el alma.
Jesucristo, el Sanador; el consuelo de los enfermos.
Jesucristo, el Proveedor; el sustento de los necesitados.
Jesucristo, el Amigo Fiel; el que nunca abandona.
Jesucristo, el Protector; el refugio más seguro.
Jesucristo, el Defensor; el que pelea las batallas de los hijos de Dios.
Jesucristo, el Intercesor, el Único; el que ruega por nosotros ante el Padre.
Jesucristo, el Consejero; la lámpara de los perdidos.
Jesucristo, la Verdad; el camino a seguir.
Jesucristo, el Pan de Vida; el alimento de los hambrientos.
Jesucristo, la Fuente de Agua Viva; el que sacia a los sedientos.
Jesucristo, el Galardonador; el que corona de misericordias a los que en Él confían.
Jesucristo, el Fundamento; en quien se va edificando día a día la vida de los creyentes.
Jesucristo, el Digno; en quien debemos poner nuestra fe.
Jesucristo, la Roca Fuerte; en quien debemos permanecer.
“Piensen y actúen como Jesucristo. Esa es la misma manera de pensar que les estoy pidiendo que tengan. Él era como Dios en todo sentido, pero no se aprovechó de ser igual a Dios. Al contrario, Él se quitó ese honor, aceptó hacerse un siervo y nacer como un ser humano. Al vivir como hombre, se humilló a sí mismo y fue obediente hasta el extremo de morir en la cruz. Por eso, Dios le dio el más alto honor y el nombre que está por sobre todos los nombres, para que se arrodillen ante Jesús todos los que están en el cielo, en la tierra y debajo de la tierra, y para que todos reconozcan que Jesucristo es el Señor, dando así honra a Dios Padre”.
Filipenses 2:5-11 (Palabra de Dios para Todos).
Por: Marisela Ocampo O.
Escrito para www.devocionaldiario.com