Confío en que Dios me seguirá bendiciendo – Marisela Ocampo O.
Confío en que Dios me seguirá bendiciendo
Miro atrás y no puedo dejar de agradecer a Dios por todas las bendiciones que me ha regalado, miro mi presente y soy consciente de cada una de las necesidades que tengo; sin embargo, la mano de Dios se extiende misericordiosamente sobre mi vida ¿cómo entonces perder la esperanza en que Dios me seguirá bendiciendo?
Pensemos por un momento qué sería de nosotros sin la bendita gracia del Señor, sinceramente no estaríamos aquí si no fuera por su bondad. El hecho de seguir con vida se convierte precisamente en la señal que necesitamos de parte de Dios para seguir confiando en que tarde que temprano Él puede tener de nosotros compasión y en su momento regalarnos la gracia para ver cumplidas cada una de las peticiones de nuestro corazón conforme su voluntad.
Sigamos confiando en las promesas de Dios, sigamos aferrados a la esperanza de ver su gloria sobre nuestras vidas y cuando sean cumplidas aquellas peticiones tan anheladas, recordemos que es Él quien nos ha otorgado el privilegio de ser bendecidos y al mismo tiempo la dicha de vivir para disfrutar de sus bendiciones así como en el presente podemos gozarnos de las que tenemos por su inmerecido favor, pues tanto las bendiciones como la vida para disfrutarlas son regalos que provienen de Dios. “Así que llegué a la conclusión de que no hay nada mejor que alegrarse y disfrutar de la vida mientras podamos”. Eclesiastés 3:12 (Nueva Traducción Viviente).
“También es algo bueno recibir riquezas de parte de Dios y la buena salud para disfrutarlas. Disfrutar del trabajo y aceptar lo que depara la vida son verdaderos regalos de Dios”. Eclesiastés 5:19 (Nueva Traducción Viviente).
“… yo confío en que veré la bondad del Señor mientras estoy aquí, en la tierra de los vivientes”. Salmo 27:13 (Nueva Traducción Viviente).
“Sin embargo, ¡ese es el momento cuando debes tener mucho cuidado! En tu abundancia, ten cuidado de no olvidar al Señor tu Dios al desobedecer los mandatos, las ordenanzas y los decretos que te entrego hoy. No te vuelvas orgulloso en esos días y entonces te olvides del Señor tu Dios, quien te rescató de la esclavitud en la tierra de Egipto. Pero una cosa te aseguro: si alguna vez te olvidas del Señor tu Dios y sigues a otros dioses, y les rindes culto y te inclinas ante ellos, sin duda serás destruido. Tal como el Señor destruyó a otras naciones en tu paso, así también tú serás destruido si te niegas a obedecer al Señor tu Dios”. Deuteronomio 8:11, 14, 19-20 (Nueva Traducción Viviente).
¡Disfrutemos de las bendiciones que el Señor nos da, pero no nos olvidemos de glorificar su nombre en todo tiempo, en justicia y santidad, en Cristo Jesús; el principal propósito y el mayor deleite de nuestra vida, amén!
Por: Marisela Ocampo O.
Escrito para www.devocionaldiario.com