Pasar a la acción

Pasar a la acción

Pero el Señor le dijo a Moisés: “¿Por qué clamas a mí? ¡Ordena a los israelitas que se pongan en marcha! Y tú, levanta tu vara, extiende tu brazo sobre el mar y divide las aguas, para que los israelitas lo crucen sobre terreno seco. (…) Moisés extendió su brazo sobre el mar, y toda la noche el Señor envió sobre el mar un recio viento del este que lo hizo retroceder, convirtiéndolo en tierra seca. Las aguas del mar se dividieron, y los israelitas lo cruzaron sobre tierra seca. El mar era para ellos una muralla de agua a la derecha y otra a la izquierda.

(Éxodo 14:15-16 y 21-22 NVI)

Cuando intercedimos por un compañero de trabajo para que Dios le diera la inteligencia, la sabiduría y claridad para las respuestas, para que pudiera afrontar su examen final en la universidad y terminara su carrera, lo llevamos ante Dios en oración.

Cuando intercedimos por otro compañero de trabajo, cuya hija se encontró en la casa a la que acababa de mudarse, con terribles manifestaciones de las huestes de maldad de las regiones celestes, también lo llevamos ante Dios en oración. Esa casa había sido usada para rituales de las tinieblas.

Es que orar por otros; no importa si son de nuestra comunidad o no, si son creyentes o no, la posición social, política, religiosa o financiera, en la que se encuentren; y que ellos sepan que el resultado del beneficio recibido proviene de Dios, está bien. INTERCEDER por otros está bien, tan sólo porque Dios nos exhorta a hacerlo.

Me permito reiterar una cita de Charles Spurgeon:

“Hay un tiempo cuando el clamor deberá dar lugar a la acción. Cuando el clamor es escuchado y el Mar Rojo se divide, sería vergonzosa desobediencia permanecer temblando y orando” (Charles H. Spurgeon).

Nuestro compañero tuvo que pasarse varios años estudiando. Y este examen final fue el más duro de todos. Ese día permaneció en la Facultad muchas horas, desde muy temprano en la mañana hasta bien avanzada la tarde, casi noche. Previamente tuvo que pasar muchas horas, muchos días, estudiando y preparándose para ese examen final. Sin embargo, pudo haber estudiado mucho y fracasar en el examen, aún conociendo las respuestas. No sería el primero que le pasa eso. Pero para que la intercesión tuviera efecto, tuvo que poner de lo suyo. Y lo suyo fue estudiar y prepararse bien, poner su máximo esfuerzo, cosa que no es poco decir.

La hija del otro compañero, tuvo que orar, recibir Palabra de Dios, igual que su padre; invocar a Dios en su vida y en su casa; finalmente cambiar de vida y de lugar. Hace poco Dios los ha bendecido con una hermosa bebé.

Como en los días de Moisés: SI NO TOMAS TU VARA y TOCAS EL MAR, CONFORME A LO QUE DIOS TE DICE QUE HAGAS, NUNCA VA A PASAR NADA. PASAR A LA ACCIÓN.

Exhorto ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias, por todos los hombres

(1 Timoteo 2:1 RV60)

Por: Luis Caccia Guerra
Escrito para www.devocionaldiario.com

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