Las buenas obras. Pero… ¿Qué obras? – Luis Caccia Guerra
Las buenas obras. Pero… ¿Qué obras?
En mi país, si encuentras un bebé abandonado en la vía pública, no puedes sencillamente llevártelo a tu casa y darle una familia que lo ame y cuide de él. Para la Ley, eso es SECUESTRO. Tienes que denunciar el hecho y entregarlo inmediatamente a las Autoridades. Un ejemplo de BUENA OBRA, sin duda alguna; pero de buena obra POR NUESTRA CUENTA. Buenas intenciones, buena conducta; pero no cuenta, no es suficiente. ES INFRACCIÓN.
Salvo, un Tribunal de Familia te otorgue su custodia legal. En ese caso podrás quedarte con el niño hasta que el Tribunal resuelva su situación. Pueden ser días, meses, años… tal vez toda una vida. No lo sabes. Pero entretanto, deberás cumplir con lo que el Juez te diga que debes hacer.
En un mismo sentido, tiene incidencia el dilema de las buenas obras dentro del pueblo de Dios. La Salvación es por Gracia “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe” (Efesios 2:8).
Entonces, si no hay buena conducta por nuestra cuenta suficiente para pagar nuestra Redención (véase en Mateo 18:24-27 la parábola de los diez mil talentos, el siervo malo al que se le perdonó una deuda que ni aún trabajando toda su vida podría pagar), en dónde tienen cabida las buenas obras y de qué buenas obras se trata?
No se trata de las BUENAS OBRAS POR NUESTRA CUENTA. Son LAS BUENAS OBRAS DE DIOS, las que cuentan, aquellas que Él preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.
“Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.”
(Efesios 2:10 RV60)
“¿Qué es lo que más le agrada al SEÑOR: tus ofrendas quemadas y sacrificios, o que obedezcas a su voz? ¡Escucha! La obediencia es mejor que el sacrificio …”
(1 Samuel 15:22 NTV)
Por Luis Caccia Guerra
Escrito para www.devocionaldiario.com