El Burlador Burlado – Luis Caccia Guerra
El burlador burlado
por Luis Caccia Guerra
Había cierta vez un chiquillo que sufría continuamente las burlas de su hermano mayor. “Si hacés lo que te digo, te doy una de estas dos monedas” le decía. A veces las “misiones” que le encargaba significaban “trabajo sucio” como sacar la basura o asear y ordenar el cuarto. Otras veces, duras, como cortar el pasto. Todas tareas que eran asignadas por sus padres al hermano mayor.
En nuestro país, la moneda de $ 0,50 es más grande en tamaño físico que la de $ 1 que tiene el doble de valor. Los niños tienden generalmente, a darle más cuantía o más importancia a las cosas por su tamaño físico. Es decir moneda más grande más valor, moneda más chica, menor valor. Este “detalle” no se le pasó desapercibido al abusivo hermano mayor, que cada vez que le encomendaba una de sus “misiones” al pequeño, le daba a elegir entre la moneda más grande y la más chica. Su hermanito siempre tomaba, como era de esperarse, la de mayor tamaño físico, es decir la de menor valor.
Así pasó el tiempo, hasta que ya jóvenes ambos, un día recordaron estas “travesuras” del hermano mayor. Y surgió la pregunta: -¿Por qué siempre tomabas la moneda más grande? ¿No te dabas cuenta que la más chica tenía más valor?
-Si hubiera tomado la de mayor valor –respondió el menor- hubiera ganado sólo $1.- porque no lo habrías hecho de nuevo. En cambio así, me parece que perdiste la cuenta de la cantidad de veces que me diste cincuenta centavos…
¡El burlador burlado!
Esta abusiva “travesura” me recordó las elecciones que frecuentemente realizamos nosotros como cristianos. ¡Cuántas veces a la hora de elegir nos dejamos “deslumbrar” por el tamaño, nos “encandilamos” con el brillo sin darnos cuenta de que muchas veces Dios nos pone a disposición cosas que parecen ser pequeñas, pero que a menudo son de mucho más valor y bendición para nosotros.
En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente…
(Efesios 4:22-23 RV60)
Escrito para www.devocionaldiario.com
Muy interesante. Gracias por esta enseñanza.
Dios es experto en hacer de cosas pequeñas, cosas grandes.
Refrescante.
eso esta sorprendente me encanta porqu aveses las personas de mayor apariencia se cren la gran cosa pero las personas de menos en ficico se ganaran algo mejor el cielo gano bueno si lo acepta porque sino se ba con los panchos…
Muy interesante el devocional,las cosas que miran nuestros ojos y cautivan nuestro interés puede ser influenciado por el tamaño,por los detalles exteriores que podemos apreciar físicamente,sin embargo, esto muchas veces es engañoso y nos causa grandes decepciones.En el ejemplo mencionado en el devocional,el hermano mayor actuó con astucia frente a su hermano menor,pero al final cayó en la trampa de su propia astucia,como bien lo dice el hermano Luis,el burlador burlado!.Nosotros diariamente estamos tomando decisiones por diferentes asuntos de nuestra vida y siempre hay el peligro de ser influenciados por lo que miran nuestros ojos, es decir lo que está delante de nuestros ojos.Personalmente a mi me ha pasado muchas veces y he cometido muchos errores y también lo he visto en mi familia y lo vemos a diario en los demás,porque todos somos propensos de cometer errores.Las cosas que nos ofrece el mundo,como:posesiones,títulos,comodidades,reputación; nos pueden deslumbrar y halagar nuestro ego personal,pero sólo producen placer pasajero,porque son temporales.En cambio las cosas que provienen de Dios,que no las podemos ver,tocar o escuchar,son como dice el hermano Luis,de mucho más valor y bendición espiritual,porque son eternas.Dios desea primero, darnos cosas para el corazón,pero necesitamos esforzarnos,ser perseverantes para despojarnos totalmente de la naturaleza pecaminosa que se rebela contra la palabra de Dios.Gracias por este Devocional y oremos porque Dios nos ayude a centrar nuestros pensamientos,palabras y acciones en servir mejor a Dios y nuestro prójimo y nos fortalezca para no caer en las tentaciones que nos ofrece el mundo.
Excelente paralelismo. Muy buena reflexión. Un abrazo, bendiciones
Bendito sea Dios que encontré esta página, amable de leer y de reposo para mi alma, impactante al punto de querer compartirla y seguir conociendo a través de Ud. las maravillas de mi Dios Eterno y Poderoso
Dios lo bendiga y siga inspirando…