La Silla Vacía – Lady Ruíz

La Silla Vacía…

por Lady Ruíz

silla-vacia¡Qué Dios es amor, es verdad! Que lo demuestra repetidamente y sin limitaciones, también es verdad. Que es paciente y grande en piedad para los que lo amamos, no es oculto. Que también es justo y juzga sin que su mano tiemble, eso también es verdad.

El hecho de servirle es maravilloso, pero no es una elección, es una OBLIGACIÓN como cristianos que somos. ÉL ciertamente nos vio desde antes que fuéramos hechos y ya había impuesto en nosotros un corazón dispuesto a seguirle. Ahora que conocemos sus huellas es hora de tomar la orden impuesta con gallardía, levantarnos y seguir.

“Pues si anuncio el evangelio, no tengo necesidad; y ¡ay de mí si no anunciare el evangelio!” (1 Corintios 9:16)

¡Ay de mí… si no anunciare el evangelio; pobre de mí si no comparto la alegría que Dios ha puesto en mi corazón! ¿Qué será de mí si no comparto con los demás el gozo de la salvación? ¿Qué pasará conmigo si llego al banquete con las manos vacías? ¿Acaso se alegrará el Padre conmigo?

Mi boca no callaré, ante los necesitados proclamaré la verdad. No con habladurías o palabras bonitas, sino con hechos reales pues bastante ha hecho en mí y en los míos como para no dar a conocer su grandeza. Mi testimonio hablará por mí y en evidencia quedará la Gloria de Dios.

No quiero ser una cristiana de “butaca”. No creo que Dios quiera que me quede sentada mientras hay tantas almas perdidas. No me resisto a la misión, a mi deber. Iré porque dispuesta estoy a dejar la silla vacía. Porque esa silla vacía que he dejado mi posición de comodidad para alcanzar a las vidas, para cumplir con la misión que Dios me encomendó.

¡VAMOS, LA CONQUISTA NOS ESPERA!

Escrito para www.devocionaldiario.com

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