¿Lo invitas o lo obligas? – Lady Ruiz

¿Lo Invitas o lo Obligas?

por Lady Ruiz

mujer-escribiendo-2Hoy por fin puedo entender muchas cosas que antes me eran ocultas por padecer de ceguera espiritual, ahora sé con claridad que siempre he tenido conmigo la dulce compañía del Espíritu Santo, que no había nacido y ya Él sabía que me acontecería, (Salmo 139:16); aún sin haberlo recibido Él me inquietaba para venir a su encuentro, aunque muchas veces cerré mis oídos para no escucharlo no dejó de insistir hasta que llegó el día en que me fue inevitable doblegarme ante su Majestuosidad y gloria a Dios por eso.

La palabra de Dios dice que habiendo creído en Jesucristo fuimos sellados con el Espíritu Santo (Efesios 1:13), esto sucede cuando aceptamos al Señor, cuando abrimos nuestros oídos y decidimos obedecer su llamado, El siempre ha estado en medio de nosotros inquietándonos a su búsqueda, y se queda con nosotros cuando decidimos creer en el que murió para salvación nuestra.

Somos ¡SELLADOS!, Es decir pertenecemos a Jesús y su Espíritu Santo es nuestra marca; bien, ahora siendo así quiere decir que el Espíritu Santo, es quien nos guarda, nos anima, nos bendice, nos redarguye, nos advierte y vela por nuestra protección; también la palabra en Salmos 139:7 dice: ¿A donde me iré de tu Espíritu, y a donde huiré de tu presencia? Y continúa dando otras pautas en las que indica que ni en el Cielo, ni en el mar, ni en las tinieblas, se podrá ocultar el hombre, por que el Espíritu todo lo ve, todo lo sabe.

Siendo ya sellados, el Espíritu Santo comienza a forjar en nosotros seres nuevos, y nos coquetea, nos enamora con sus incomparables detalles, nos rodea de buenos propósitos esperando que hagamos de igual manera, que tengamos detalles con él, que coqueteemos con Él, que le recordemos cuán importante es para nosotros, que lo tengamos en cuenta en cada meta trazada, en fin…

Como Él ya tiene un propósito con nosotros y su anhelo es velar por nuestra seguridad, Él viaja con nosotros a donde vayamos, hay días en los que Él sea quien nos invite, habrá días en los que lo invitemos y ¡CUIDADO! habrá días en los que Él no desea que “viajemos”, tampoco lo invitamos pero sin embargo Él irá con nosotros porque no desea que nada malo nos suceda, a mi modo de ver, se le OBLIGA a ir a donde Él no quiere ir aunque no lo invitemos pero por su afán de guardarnos irá.

¿Cuando se le obliga a ir a donde no quiere ir? ¿A ver lo que no quiere ver? ¿A oír lo que no quiere oír?

Cuando cada viaje o meta que se emprende, cada cosa que se ve, cada cosa que se oye o se habla, irrespetan su Santidad. Pues el Espíritu Santo es naturalmente SANTIDAD.

Cuando se viaja al encuentro del amado(a) que no es tu amado(a), cuando se abren páginas que nos asaltan al navegar en Internet y dejamos que nuestros ojos se desvíen, cuando nos sentamos a la silla de alguna amiga (o) que en sus charlas apunta el dedo desacreditando al vecino y muchas cositas más.

¿Podrías imaginar cuan desgarrador sería tan sólo percibir su llanto?, creo que ni el llanto de un niño es semejante, ¿Serías partícipe de una de sus lágrimas?, Recuerda que Él todo lo ve, todo lo oye, todo lo sabe.

Llora, se conduele mientras trata de cerrarnos los ojos para que no veamos aquello que no debemos ver, llora mientras escucha las charlas y esas palabrotas que no se deben decir, llora mientras sus hijos duermen en camas ajenas porque así plació, llora mientras se destruye el cuerpo que es su templo al son del tabaco y licor, entre lágrimas dirá vámonos de aquí, ya no más, no hagas esto… no mires aquello… ¿Qué no me amas? ¿Cuánto me amas? y en el dolor del afligido al ver su error dirá… Tranquilo… No llores más, yo te perdono, Sólo no lo hagas más….

Bien por aquel que en medio de su aflicción entiende, aprende y se aparta, pero el Volver a caer es volver a empezar, sería escucharlo llorar una vez más…. ¿Cuánto crees que pueda soportar? Misericordioso es hasta la eternidad… nos perdonaría una y otra vez sin pensar; pero ¿Por qué hacerlo llorar y en su felicidad nos gozamos más?

Si le has faltado pídele perdón, volverá a ti en un abrazo y hará como si nada hubiese pasado; ten en cuenta que si Él es quien te invita a tomarlo de la mano, te está demostrando que te ama, Si tu lo invitas a ir contigo donde quiera que vayas, Él se gozará, te protegerá y logrará sorprenderte al transcurrir el día, pero si lo OBLIGAS a ir, si no deseas tomar su mano, y Él va tras de ti como tratando de protegerte enjugará sus ojos con lágrimas y profundo llanto, pues el ser que Él ama tanto lo ha dejado con la mano extendida y esperando; pero decide seguirlo por que espera el momento en que se acuerde de llamarlo.

Escrito para www.devocionaldiario.com

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