Majestuoso – Juan Carlos Vidal

MAJESTUOSO

Si te preguntara ¿Por qué Dios es majestuoso?… ¿Qué responderías?

Estamos tan acostumbrados a despertar y a dormir, a ver amanecer y a sentir el anochecer, que muy pocas veces nos detenemos a pensar, sentir, respirar y disfrutar la majestuosidad de Dios.

Hace poco caminaba por senderos de árboles y viento fresco, con el sonido de la tranquilidad y la paz caminando a mi lado y con la imponente vista de cielo azul, susurros del agua y golpeteos de hojas cayendo desde lo más alto de bosques llenos de vida, de verdadera vida y de un espectacular silencio reconfortante.

Nuestras apresuradas vidas, en las cuales caemos en la rutina de ir de la casa al trabajo y del trabajo a la casa, no nos permiten disfrutar de momentos tan hermosos como sentir que Dios va a nuestro lado a donde quiera que vayamos y más aún cuando el paisaje que observamos es tan inspirador e imponente.

Poder disfrutar de un inspirador paisaje lleno de sonidos de la naturales y del silencio de los arboles tiene mucho que ver con el amor. Si aprendes a amar lo que ves y disfrutas tu caminar, muy probablemente sabrás disfrutar de un amor verdadero y sabrás amar a quien en su momento llegue a tu vida. Todo comienza con aprender a amar lo que Dios ha hecho solo por amor a ti y amarás lo que Dios pondrá a tu lado para bendición en tu vida.

Hay que tener algo bastante claro, y es que Dios ha creado todo lo que vemos y sentimos para nosotros, pero muchas veces no lo disfrutamos; sino que pasa desapercibido cada uno de los días en que estamos en esta tierra, solo en algunas veces nos detenemos a pensar y a darle gracias a Dios por lo maravilloso y hermoso de esta tierra, los paisajes y la preciosa naturaleza de este planeta.

Tomar conciencia de que vivimos en un magnifico mundo que Dios se tomó Su tiempo en crearlo para nosotros y que lamentablemente hemos ido destruyendo, es algo bastante difícil; pero es más difícil quitar el estigma religioso y  legalista de que todo devocional tiene que tener citas bíblicas.

Valoremos lo que Dios ha creado para nosotros con tanto amor y todo aquello que ha puesto a nuestros pies para cuidarlo. Veamos en cada pequeña cosa, como Dios se glorifica y es completamente majestuoso, como en un atardeces sentado mirando el cielo, como en tan solo caminar y observar el paisaje hermoso que Dios tiene cada día para nosotros, como poder respirar, sentir, caminar, y vivir cada segundo como si fuera único.

No todo es trabajo y deberes. Y por favor, no sacamos la excusa de que estamos tan ocupados en las cosas de Dios que no tenemos tiempo ni para estar con ÉL. Ten mucho cuidado en confundir trabajo para Dios con sacrificio para Dios, porque Dios ya no quiere ningún tipo de sacrificio, sino obediencia. Y Él también quiere que nos detengamos y observemos el planeta que ha creado para sorprendernos. Piensa esto… Un atardecer sentado con Dios y tomando el té, no estaría nada mal.

Así que piensa y disfruta más el aire que respiras y el paisaje que ves, que el arduo, y muchas veces, inútil, trabajo. Dedica más tiempo a sentir que a digitalizar tus pensamientos. Ama el mundo que ves, para que ames a quien ves, como tu  único mundo.

AMEN Y DEJENSE AMAR.

Autor: Juan Carlos Vidal

Escrito para www.devocionaldiario.com

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