Fiestas en el cielo – Juan Carlos Aguilera
Fiestas en el cielo
por Juan Carlos Aguilera
“mas era necesario hacer fiesta y regocijarnos, porque este tu hermano era muerto, y ha revivido; se había perdido, y es hallado”.
Lucas 15:32
Hace unos días meditando en unos textos de la Biblia pensaba en la forma que Dios se regocija en encontrar lo que se perdió o ver resucitado lo que estaba muerto, y contemplando eso me conforta el saber que Dios ama tanto y desea que estemos siempre cerca de él ya que en su regazo es donde estamos seguros y donde podemos estar realmente en paz.
Cuando leemos el libro del Evangelio de San Lucas capitulo 15 nos damos cuenta de esa misericordia, la cual Dios extiende para toda la creación.
Lucas 15:1-7; expresa el interés que el Señor o el buen Pastor tiene por una oveja que se había perdido y aunque le restaban noventa y nueve fue en busca de esa oveja la cual se extravió y pudo decir al momento que la encontró “gozaos conmigo, porque he encontrado mi oveja que se había perdido. Os digo que así habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos que no necesitan de arrepentimiento.”
Lucas 15:8-10; es similar al anterior relato pero en esta ocasión fue una dracma que se perdió y buscó con diligencia hasta encontrarla y de igual manera expresar “Gozaos conmigo, porque he encontrado la dracma que había perdido. Así os digo que hay gozo delante de los ángeles de Dios por un pecador que se arrepiente.”
En estos dos relatos podemos observar la manera que Dios siempre se interesa por los perdidos y de seguro cada uno de nosotros estuvimos en esa condición en alguna ocasión de nuestras vidas y me preguntaras ¿y de que sirves ahora si ya estoy con el Señor? En realidad este tema de ser encontrado es para todos ya que con el pasar del tiempo veo tantas personas que aunque conocen de la gracia del Señor viven fantasías o la emoción del un momento y no la plenitud de ser hijo de Dios.
Para explicarme mejor tomare en cuenta el próximo relato de Lucas 15:11-32 que habla del “hijo prodigo” el cual malgasta los bienes de su padre en cosas vanas a tal punto de quedar sin nada y a su vez la situación va de mal en peor, lo que le llevo a desear la comida de los cerdos que el apacentaba y el cual por su cultura le seria deshonroso dicho trabajo. Pero llego el momento del arrepentimiento y pensar que en la casa de su padre el tenia todo y si regresaba ya no sería con la esperanza de llegar como el hijo sino como uno de los trabajadores de su padre, la sorpresa es que el padre esperaba a su hijo no a un trabajador mas para su hacienda.
Amigo y hermano que lees en este momento, el Señor espera de nosotros que siempre estemos bajo su cobertura y amor, en diversas circunstancia por hacer lo que me parece mejor, empiezo a acarrear el pago del desvío como el hijo prodigo y Dios siempre esperando que nosotros nos volvamos para hacer fiesta por el arrepentimiento que tenemos de corazón. Desarrollo un poco mas esta historia es para hacer mención al hijo mayor que nunca comprendió su posición de hijo para estar en su casa, razón por la cual no le produjo alegría que su papá festejara la llegada de su hermano.
Este último relato me hace ver dos extremos que nosotros vivimos como hijos de Dios, el primero trata de un hijo mal agradecido y egoísta que se fue de su casa por pensar que en otro lugar etaria mejor, y el otro que se limito a servir y nunca disfrutar los privilegio de ser el hijo.
Si tú que lees estas apartado del Señor o nunca le has recibido déjame decirte que él en este momento haría una fiesta en el cielo en tu honor por tu disposición de arrepentirte y acercarte, ya que el vino a buscar lo que se había perdido.
Si eres un hijo de Dios, creo que es momento de comportarnos y trabajar como un hijo y no un trabajador más, ya que trabajarías por un salario y no por la herencia que el padre preparó para todos los que le aman.
Cada vez que hablo de la misericordia del Señor, mi mayor anhelo es que todos los que lean se comprometan a servir de corazón a Dios ya que él ha hecho todo para que nosotros seamos felices y completos, no meramente unos religiosos que no aprenden a mantener la bendición de Dios, ya que creo que muchos aunque asisten a una congregación regularmente, están lejos de saber el propósito del Padre para su vida, si eres uno de ellos preocúpate pues Dios te busca para hacer mas en ti.
“El recibir al Señor es un gran paso, mas romper con la monotonía de nuestra vida es un paso mayor, ya que es como arrepentirse e inmediatamente entrar en el plan de Dios, te aseguro que habrá fiesta en los cielos.”
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Escrito para: blog.vivoparacristo.info y www.devocionaldiario.com
Esta muy bonito esa reflecsion.
Este tema lo quiero compartir con una amiga, que es mi primera alma que he ganado para Cristo y para la gloria de Dios. En verdad hoy habra fiesta en el cielo. Gracias Dios por tu infinito amor!