Lucas Leys – El Verdadero Secreto de la Belleza
El Verdadero Secreto de la Belleza
Hoy les voy a hablar del gozo del Espíritu Santo, porque es el gran secreto de la belleza. Mi mensaje se llama El verdadero secreto de la belleza. Si queremos conseguir nuestra pareja ideal, ser personas atractivas, tenemos que tener el gozo del Espíritu. Hacer únicamente referencia a cómo uno se ve, no es suficiente base para considerar a una persona atractiva.
Proverbios 15
El corazón alegre hermosea el rostro.
Es tan increíble cómo una persona con belleza interior se convierte en atractiva. Hace tiempo, salí con varias chicas. Recuerdo que una en especial, era preciosa, muy linda desde todo el punto de vista. Esta chica era bella, tanto que años después, se convirtió en modelo. Salí con ella dos veces y trataba de conversar, saber qué intereses tenía para la vida. Ella era cristiana y yo trataba de saber cómo estaba su relación con el Señor. Así que pasé tiempo con ella, pero me llevé una decepción, pues cuando hablaba, no había nada ahí. La belleza interior es más significativa, tiene todo que ver con el gozo, porque cuando alguien lo tiene, se convierte en una persona atractiva, y más cuando estamos hablando del gozo del Espíritu Santo. Cuando lo tiene es una persona distinta, es alguien con quien uno quiere estar. Quiero que compartamos varios secretos acerca del gozo del Espíritu Santo.
Vamos a hablar de un acróstico, SIGLAS.
La primera letra es la S, y es de servicio.
Si queremos tener el gozo del Espíritu, necesitamos tener un compromiso con él. Si no vivimos para servir, no servimos para vivir. Definitivamente, cuando tenemos una actitud de servicio hacia la gente, nos convertimos en personas atractivas. Nadie quiere estar con alguien vanidoso, con alguien que no le importa otra cosa que sus propios intereses. Sé que tengo que hacer una aclaración: cuando hablamos de servicio, pensamos en actividades específicas que hay en la iglesia. Por ejemplo, servidores, ujieres, alabanza, etc. Tener un título de servidor o hacer algo en la congregación, no es necesariamente tener una actitud de servicio. Hay gente que hace algo que se reconoce como servicio, pero no tiene una actitud de servicio. Cuando la tienes, hay algo bello en ti. A la gente le gusta estar a lado de una persona que tiene una actitud de servicio. Cuando miramos el llamado de Abraham, nos damos cuenta que Dios nos llamó y escogió para ser de bendición. Si queremos el gozo del Espíritu Santo, tenemos que adoptar una actitud de servicio. Es como con la lluvia, no podemos dejar de hacer nada para que llueva o no, pero hay algo que sí podemos hacer si queremos beber de ella, abrir la boca. Así también, hay ciertos compromisos que tenemos que hacer para beber del Espíritu Santo. Número uno es el servicio, hacer un compromiso. A veces, me encuentro con gente desesperada en las iglesias que dicen: “A mí, Dios no me bendice”. Pero no entienden que la economía del cielo funciona así: El me bendice y yo le sirvo. Cuando damos, recibimos; cuando bendices a otros, Él te bendice. La clave iniciadora es ser de bendición.
Hace años, había una abuelita en mi iglesia que me escuchó decir que yo había estado en Inglaterra, y me invitó a tomar el té con ella. Cuando llegamos, me sirvió el té, y luego me dijo: “Necesito que ore por mi, resulta que me duele aquí y allá, mis nietos me han abandonado, etc.” Yo me conmoví y oré por ella.
La siguiente semana, lo mismo. Y oré de nuevo por ella; pasaron meses, y volvía a lo mismo. Entonces, otra vez fui y oré por ella. Al final, me pidió que orara, y lo hice. Pero le pedí a Dios que me diera algo especial para ella, para que saliera de eso. Y Él me dijo que le recordara que tenía que ser de bendición. Le pregunte si tenía a alguien a quién poder bendecir. Pasaron unas semanas, me volvió a invitar y cuando terminamos el té, dijo: “Ore por mí porque me duele acá,” pero esta vez, me dijo algo distinto. Me contó que le envió una carta a su hijo y él respondió, diciendo que lo perdonara y que la amaba. También me contó que les envió un regalo a sus nietos y ellos la llamaron. Ella estaba contenta. A mí se me ocurrió que ella hiciera una fiesta, invitara a algunos amigos y les diera testimonio a Cristo; luego, le pregunté si no conocía a un abuelito. Pasaron los meses y me invitó de nuevo. Esta vez fue diferente, cuando terminamos, ella estaba contenta, me contaba que los nietos ya le prestaban atención, que había encontrado a unas amigas, y hasta a un abuelito que vivía a dos cuadras. Al final, me dijo: “Pastor, quiero orar por usted”. Algo había cambiado sólo porque había decidido ser de bendición. Cuando empiezas a pensar en los demás, a bendecirlos, olvidas tus problemas. Te conviertes en una persona que produce un efecto positivo en los demás. Vivimos en un mundo egoísta, pero somos los hijos de Dios, somos los que contamos con el gozo del Espíritu Santo cuando hacemos lo que Él nos dice. El nos llamó para ser servidores, agentes de bendición.
La A de adoración.
Si queremos contar con el gozo del Espíritu Santo, tenemos que convertirnos en verdaderos adoradores. Cuando uso esta Palabra, tengo que hacer una aclaración. En la iglesia evangélica, pensamos que adoración es cantar lento. ¿Qué tiene que ver cantar lento con adorar? Puedes cantar muchas canciones lentas y jamás haber adorado a Dios. El canto es una posible expresión de la adoración, pero la verdadera adoración tiene que ver con devoción hacia Dios. Yo, por ejemplo, tengo devoción de corazón hacia mi esposa, quiero pasar tiempo con ella, porque la amo, porque he hecho un compromiso con ella. Un verdadero adorador es alguien que pasa tiempo con Dios, que pasa tiempo de intimidad con el Señor. Imagínese que hiciéramos eso los que estamos casados con nuestras esposas; si una vez a la semana lo hiciera y después en toda la semana no le presto ninguna atención. No se trata de decirle cosas lindas cada vez que estamos en la iglesia, sino de pasar tiempo con Él. ¿Quién es el ser más gozoso del Universo? Dios. ¿Quién puede tener más gozo que el Señor? Lo que pasa es que siempre nos lo imaginamos allá arriba, aburrido. Me doy cuenta, que muchos jóvenes cuando piensan en Dios, lo hacen como un policía escondido detrás de una nube, esperando que alguien cometa un pecado. Si Dios es así, yo no tengo ganas de relacionarme con Él.
La buena noticia del Evangelio es que Dios no es así, Jesús es un claro ejemplo de eso. ¿Vieron el Jesús de las películas? Los evangelios nos cuentan que los niños corrían para estar con Jesús. ¿Por qué? Porque estaba lleno del gozo del Espíritu Santo. Su primera señal, milagro lo hizo en una fiesta. Lo criticaban porque se la pasaba de fiesta en fiesta, divirtiéndose, pasando un tiempo sensacional, porque estaba lleno del gozo del Espíritu Santo. A Algunos les cuesta pensar en un Jesús así, Él está ausente de pecado, de maldad, de cinismo, es el Gozoso de gozosos, tiene sentido del humor. Mira a la persona que tiene a su lado, dime si no tiene sentido del humor. Por un lado es el Gozoso de gozoso; por el otro lado, un adorador es el que pasa tiempo con Él, y ¿qué ocurre? Se te pega. ¿Quieres el gozo del Espíritu Santo? Pasa tiempo con el Gozoso de gozosos. Yo, a veces, me despierto de madrugada riéndome, pero creo que siempre tiene que ver con que me dormí orando. Yo te pregunto: ¿Hace cuánto que no adoras al Señor sin un templo, sin una banda de alabanza, sin un ministro de alabanza que te dice qué hacer? En la intimidad, ¿hace cuánto que no le adoras? Pasa tiempo con El, se te va a pegar y eso te va a convertir en una persona atractiva. Un adorador es bello, tiene belleza espiritual, lo hace atractivo.
Ahora viene la L, de locura.
El apóstol Pablo cuatro veces les dice a los Corintios: “Ojalá me soporten un poco de locura. Me puse a pensar qué onda con la locura y el apóstol, y llegué a la siguiente conclusión: Los locos hacen lo que quieren hacer sin importarles lo que otros piensan, les vale poco lo que piensan los demás. Si queremos contar con el gozo del Espíritu Santo, tenemos que aprender a hacer lo que tenemos que hacer sin importar lo que los otros piensen. Hay jóvenes que están asustados de hacer lo que tienen que hacer, porque les importa mucho lo que piensen de ellos. Hay jóvenes que cambian de posición, depende de dónde y con quién estén. Llegó el momento de hacer lo que tengas que hacer sin importar lo que otros piensan. Te van a criticar, pero más vale que lo haga por algo que vale la pena. Nadie puede decir que alguien no los ha criticado, pues más vale que te critiquen porque estás haciendo la voluntad de Dios. ¿Qué va a pensar mi amigo? Un joven me contaba que cada vez que les decía a sus amigos que la Biblia esto y aquello, le decían “Ahí viene el apóstol”. Pero yo le dije que eso es bueno, que llegará el momento en que él se reiría de ellos. Cuando asumimos riesgos por el Señor, él nos respalda. La fe tiene que ver con los riesgos, porque la fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. La fe tiene que ver con asumir riesgos. Te conviertes en una persona admirable. Yo soy pastor desde los 17 años y funde un ministerio en Argentina, dedicado exclusivamente a los adolescentes. Y el Señor me dio un sueño, quería hacer un congreso para jovencitos, no era común hacer cosas específicamente para esa edad. En ese entonces, no había nada de congresos, conciertos, etc. Les dije a mis amigos, rentamos el estadio y decidimos hacer un congreso para adolescentes. Fuimos, aseguramos que lo pagaríamos, invitamos bandas, y buscamos un orador. Tony Campolo era el autor de un libro que yo había leído, le mandé una carta y me dijo que llegaría. Una vez que lo hice, recibí llamadas de varios pastores que preguntaban si era verdad que vendría Tony Campolo. Y me dice: “¿Sabes que es el consejero de asuntos religiosos de la Casa Blanca? ¿Que es de la universidad de Harvard? ¿Que es el pastor más escuchado en las universidades seculares de EEUU?
Cuando colgué, me asusté, me estaba metiendo en un montón de problemas por eso. Los pastores de Buenos Aires no me querían ni en estampita. Ya estaba metido en varios problemas. Cuando se acercaba la fecha, empezamos a desesperarnos, había que pagar todo, y encima venía este Tony Campolo que no sabía cuánto nos iba a cobrar. No nos daban las cuentas ni por sueño, no teníamos idea de cómo pagaríamos eso. Me asusté, el fin de semana anterior estaba desesperado. Decidí ir a hablar con los pastores, había hecho varias citas para visitarlos. Domingo temprano me fui a la iglesia, no sé ni de qué estaban hablando, solamente esperaba que me dieran una lista de pastores con los que necesitaba hablar. Me encontré con una abuelita que me invitó a comer a su casa, le dije que no podía, y ella seguía con la insistencia. Yo no sé qué me dio, y le dije: “Sí voy a ir”. Bueno, pensé: “Me la saco de encima un rato, y me voy”. Yo cada vez más nervioso.
Ella me empezó a contar de su familia, que sus hijos, sus nietos y sacó el álbum de fotos de la familia. Yo ya me quería ir, y la abuela me dijo: “Ya vengo”. Y pasaban los minutos y no llegaba. De repente, aparece la abuela con un sobre en la mano, veo que tiene dinero. Y ella me dice: “Hace cuatro años, falleció mi esposo, me mantienen, pero yo recibo una pensión todos los meses que he guardado esperando a ver a quién tenía que dárselo. Y esta mañana, el Señor me dijo que se lo tenía que dar a Lucas Leys”. Cuando me lo dio, la quise abrazar y besar. Ese sobre lo tengo guardado en mi oficina para recordarme que cuando uno se arriesga por los sueños que Dios nos da, él te avala, está atento. Cuando tenemos historias que contar, nos hace personas atractivas, no un pobrecito que no tiene nada qué decir. Anímate a hacer la voluntad de Dios, porque cuando es su voluntad, es algo agradable y perfecto. Locura, locura divina.
La siguiente S es santidad.
Dice el escritor de la carta a los Hebreos que sin santidad, nadie verá a Dios. Imagina que por tener pecado, no puedes compartir con Él. Cuando en mi vida ha habido pecado, hay secretos. ¿Y qué hacen los secretos en nuestra vida? Nos hacen perder el tiempo. Empezamos a taparlos. Muchas veces seguimos pecando, porque hay que tapar lo anterior. Es tonto no hacer la voluntad de Dios. El quiere lo mejor para nuestra vida. Cuando El nos dice: “Por ahí no,” pues por ahí no. El pecado te quita el gozo, te detiene, te roba la verdadera belleza, te llena de secretos. Debemos confiar en el Señor, y entregarle nuestros pecados y tentaciones a El. Quiero refrescarte que siempre confíes en la cruz. Cuando tienes pecado, Satanás quiere decirnos que no podemos ir con ese pecado a la cruz, lo cual es lo más tonto, pues la muerte de Jesús es precisamente para librarnos del pecado. Satanás es el acusador, el mentiroso que constantemente está queriendo alejarnos de Dios. La cruz tuvo su propósito en limpiarte del pecado.
Hace unos años, escuchamos hablar del caso Waterloo. Le hicieron un juicio político al presidente Nickson. Cuando llegó el momento de ver qué había hecho, resulta que había un casete que tenía grabado el momento en el que da una orden que no debió haber dado. Todo el mundo está prestando atención y en el momento que iba a decir lo que lo incriminaba, el casete se borra. Hace unos años, llegó un predicador que nos dijo: “Un día vamos a ir al cielo y ahí se va a ver un video de los pecados que hicimos, y tu mamá va a estar ahí”. Ahora vuelvo a la historia, resulta que la secretaria había borrado la parte del casete que incriminaba a su jefe. Si hay un video de nuestros pecados, al llegar al cielo, vamos a descubrir que Jesús lo borró. Dios ya conoce tus pecados, pero te ama igual. Por eso es que insiste que no vivas con pecado, porque te ama. Porque el pecado te detiene, te roba el gozo del Espíritu Santo y te hace una persona fea por dentro, por eso necesitamos santidad. Esta noche vamos a tener una linda fiesta de consagración al Señor, por eso estamos vestidos de blanco, porque queremos que se levante una generación pura. Esto tiene mucho que ver con que seas una persona bella por dentro.
Y la última letra es A de amor. Juan 13:35
Jesús va caminando con sus discípulos y les dice: “En esto conocerán que son mis discípulos, porque tengan amor”. Tal vez han escuchado esto antes, cuando uno traduce de un idioma a otro, no es lo mismo. En el griego, son tres palabras. La primera es Heros, es el amor entre parejas, la siguiente es Filos, entre hermanos, y la tercera es la que describe el amor ágape, el amor incondicional. Este amor incondicional es “te amo, aunque no sea reciproco”. Jesús dice que eso es lo que nos iba a diferencia, a distinguir; es lo que necesitamos para tener belleza espiritual. Te voy a dar una noticia: La vida cristiana es imposible para la carne con nuestras fuerzas, eso produce cierto desánimo, ahora gracias a Dios que lo que es imposible para la carne es posible para el espíritu de Dios. Que lo que no podemos en nuestras fuerzas, podemos con las de él. No se trata sólo de buenas intenciones, sino de estar aferrados a El. Quien eres en lo secreto siempre repercute en quién eres en público.
Había un niño que estaba haciendo un hoyo en la arena para llegar a China, según él. Sacaba y sacaba arena y, al medio día, estaba metido en el túnel y no se movía. Al atardecer, toca algo duro y resulta que era una rama, y con las manos, estaba justo en medio del túnel que estaba haciendo. Sale, toma un palo, trata con otra cosa, con las manos, el pie, y no lo logra. Luego, se sentó en el túnel frustrado y se puso a llorar. De repente, lo tapa una sombra, es su papá que le pregunta qué está haciendo, y él le explica que estaba haciendo un túnel para llegar a la China. El le hace una pregunta: “¿Querido, has usado toda tu fuerza?”. El dice “sí,” y sigue llorando. Pero el papá le dice: “No, querido, no usaste toda tu fuerza porque no me pediste a mí”. Muchos están tratando de amar con su propio amor, sin pedirle a Dios su provisión. Están tratando de cavar un túnel sin contar con el poder sobrenatural de su papi Dios. Aférrate a El, siempre cuenta con tu papi y te va a ir bien, porque es un padre bueno, quiere lo mejor para ti. Tienes anhelos de encontrar el amor de tu vida. Dios tiene más ganas de responder a los anhelos de tu corazón. Tiene su Padre amoroso que te quiere dar lo mejor.
Recuerdo que para una Navidad, yo había pedido una pista eléctrica. Llegaron mis tíos y todos estaban recibiendo los regalos que habían pedido. Yo pensé que le habían dado “chiquitolina” a la pista que yo quería, pues era un paquete pequeño. Cuando abrí el paquetito, eran calzoncillos y medias. Yo estaba muy enojado. Al día siguiente, me despierta mi papá, y me dice: “Ven”. Y ahí estaba la pista que yo había pedido, yo empiezo a saltar contento. Pero mi padre estaba más feliz que yo, y eso es una figura de nuestro Padre celestial, Dios. Él quiere darte el gozo del Espíritu Santo. Dios no quiere hijos vagos, sino excelentes, que sepan hacer los compromisos como hijos responsables.
Te invito a meditar en lo que acabas de escuchar, piensa en estos cinco compromisos. El quiere responder a tus sueños más íntimos, pero a ti y a mí nos toca convertirnos en servidores, porque a eso él nos llamó. Así comenzó el pueblo de Dios. Tal vez hasta ahora, vienes al templo a buscar la bendición de Dios, pero se siente más fuerte cuando eres de bendición. No me refiero a títulos eclesiásticos. Jesús dijo que el Padre está buscando quién adore en espíritu y verdad; pasa tiempo con el Gozoso de gozosos y se te va a pegar. Quiero orar por ti, pero yo no te puedo dar eso, lo tienes que pedir a El. Es tiempo de obtener riesgos, son bellos aquellos que cumplen sueños, aventuras para contar, testimonios para dar. ¿Quieres ser bello? Arriésgate, haz la voluntad de Dios, El te va a avalar. Santidad, no pierdas el tiempo con secretos tontos, una y otra vez. Vivimos en un mundo conflictivo, nos equivocamos, corre a la cruz. Amor, quizás estas lastimado y has orado varias veces intentando amar con tus propias fuerzas, perdonar a un novio o novia. No solamente decide hacerlo, pide al Señor amor sobrenatural para poder hacerlo; para su amor, todo es posible.
Autor: Lucas Leys
Sitio Web: http://www.lucasleys.com/
Vale la pena leerlo, toma tiempo para alimentarte::::
Uffffff esto fue grandioso para mi hoy Dios te bendiga grandemente