Estoy muriendo de SIDA – Hermano Pablo
ESTOY MURIENDO DE SIDA
por el Hermano Pablo
Era abril en el Parque Central de Nueva York, el inmenso pulmón refrescante de la gigantesca urbe. Y una vez más las ruedas del tiempo trajeron la verde y florida diosa primaveral al parque. Un hombre joven, de menos de treinta años de edad, estaba sentado en un banco: flaco, amarillo, ojeroso, triste.
Sobre su pecho escuálido descansaba un cartel: un cartel humano, un cartel patético, símbolo de la época. El cartel decía: «Estoy muriendo de SIDA. No tengo domicilio. No sé qué hacer. Ayúdenme.» Y los ojos del hombre joven, sin luz, sin vida, sin esperanza, miraban a la nada.
Hace muchos años otro hombre se sentó en ese mismo banco de ese mismo parque, y puso también un cartel sobre su pecho. Aquel cartel decía: «Hoy es primavera, y yo soy ciego.» Conmovía con esto a la gente, que le echaba monedas en el sombrero.
¡Cómo han cambiado los tiempos! Antes la ceguera era la gran calamidad, y aunque lo sigue siendo, ahora ha hecho su aparición el SIDA. Y el SIDA ha copado el gran escenario de las tragedias humanas. Hoy día el SIDA es la nube negra más ominosa que se cierne en el horizonte de la raza humana.
La ceguera, ciertamente, es penosa. Pero hay personas ciegas que se sobreponen a su mal, y llevan una vida abundante y feliz. Leen, estudian, se casan, engendran hijos, hacen negocios, practican profesiones. Fuera de que sus ojos carecen de luz, llevan una vida perfectamente normal y feliz.
La ceguera no mata; el SIDA sí. El enfermo de SIDA, además de estar condenado a muerte, sufre el estigma del mismo mal, la vergüenza de haber contraído una enfermedad que, en la gran mayoría de los casos, a duras penas se mantiene a flote en las aguas sucias del pecado.
¿Cómo se libra nuestra sociedad de este implacable mal? La ciencia médica lo dice: no teniendo relaciones sexuales fuera del matrimonio. Por algo exige Dios obediencia a sus divinos mandamientos morales. No hacerle caso al: «No cometerás adulterio» destruye no sólo el hogar, sino también al individuo.
La homosexualidad, el adulterio, la lujuria, la promiscuidad en todas sus formas, nunca han traído ningún bien al mundo. En cambio, la monogamia, es decir, el sexo sólo dentro del matrimonio, produce la normalidad social que todo ser humano desea. Sólo Cristo puede darnos la fuerza moral necesaria para llevar una vida así. Rindámonos a la voluntad de Dios. Sólo eso nos traerá la verdadera felicidad.
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Hermano Pablo, el mensaje sería “hagan la voluntad de Dios porque sino van a contraer sida”?… cuando vi el título del devocional pensé que iba a referirse a un milagro de sanidad que Dios había hecho… pero no… encuentro al leerlo una historia que no es edificante ni aporta nada en lo más mínimo… Sólo el último párrafo de hacer la voluntad de Dios para ser feliz resulta de edificación… podría haber citado el mismo párrafo basandose en una historia bíblica y a mi parecer hubiera sido más adecuado…
Espero no le moleste mi comentário.
Saludos.
QUE BENDICION LA QUE TRANSMITEN SUS MENSAJES HERMANO PABLO, NO ES NECESARIO QUE POR CADA MENSAJE HABLE DE LOS MILAGROS Y MARAVILLAS DE DIOS, TODOS LOS CONOCEMOS Y CASI NUNCA ENTENDEMOS, AHORA MAS BIEN SE TRATA DE PERFECCIONAR NUESTROS CAMINOS O SINO ESE DIOS FIEL QUE TANTO NOS AMA NOS PERFECCIONARA A SU MANERA…MUCHISIMAS FELICIDADES POR TAN EXCELENTE PROGRAMA, QUE DIOS LE SIGA USANDO EN EL MINISTERIO AL QUE LE HA LLAMADO.. BENDICIONES
Hermano pablo realmente leer su mensaje es una bendicion. hace menos de una semana cai nuevamente en el pecado de la fornicacion y el adulterio, ella es una mujer casada y yo tengo mi novia tengo 29 años ella es mi empleda y una mañana abriendo mi negocio cai en la tentacion del maldito pecado y satanas nuevamente me hizo su presa pero cuando estaba en el acto algo corrio en cuerpo y dentro de mi dije hey que estas haciendo Dios te perdono y te salvo del mismo pecado en el que caiste hace tres años a tras y vuelves hacerlo, y enese momento me levante me vesti y sali y le dije a ella que no podia hacerlo a si que esto se queda ahi, luego tuve ganas de llorar pero no lo hice solo quiero que Dios me perdone y me enseñe hacer fuerte para no volver ah pecar.
leyendo el mensaje algo dentro de mi me dice que algo asi me puede pasar. CONTRAER EL SIDA. Solo quiero ser feliz y estar bajo la presecia de jesus y lleno de su amor.
muy interesante y de mucho para poder aprender
hola muy interesante