Viviendo en su Presencia – Hefzi-ba Palomino
VIVIENDO EN SU PRESENCIA
“He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; Si alguno oye mi voz y abre la puerta, entrare a él, y cenare con el, y el conmigo.”
Apocalipsis 3:20
Recuerdas ese día tan especial que le dijiste Si al Señor? Ciertamente hubo fiesta en los cielos, tal vez te rodearon tus amigos y parientes para felicitarte; todo parecía color de rosa, fue el tiempo maravilloso del primer amor; hasta estoy segura que no se te olvida quien te compartió de Cristo, confesando con tu boca y creyendo en tu corazón que Cristo es El Señor….que tiempo mas hermoso; yo personalmente recuerdo las circunstancias, la fecha y a mi amiga Laila, que ya no esta con nosotros y también como le decía a Dios en mis meditaciones: “Bueno Señor, y ahora que conocí a tu Hijo, que sigue?. Ahora que?”
La verdad es que es un tiempo maravilloso de enamoramiento, donde todo lo creemos, todo lo aceptamos por fe, todo lo esperamos, somos felices porque nos sentimos amados, perdonados y seguros en los brazos de nuestro salvador.
Me pregunto ¿porque o en que momento cambiamos este estado paradisiaco de éxtasis por cualquier otra cosa o situación y nos olvidamos de nuestro salvador, desconectándonos de Dios y conectándonos de nuevo al mundo y sus asuntos, aunque sea en forma temporal o por periodos repetidos? ¿Porque si El Señor nos enseñó a volar como las águilas y a vivir en las alturas del espíritu, de pronto nuestra mente nos obliga a hacer aterrizajes forzosos y volvemos a vivir como gallinas en el la tierra?
Han tenido que pasar muchos días y hasta años, para finalmente llegar a comprender este misterio: Que cuando recibimos al Señor en nuestra vida, en nuestro corazón, recibimos también el Espíritu Santo, que es el que nos da vida nueva y el que nos permite estar en comunicación con Dios a través del Espíritu; recibimos por tanto Su Presencia, con todo lo que esto implica, es decir que esta ahí, permanentemente, para siempre, hasta el fin de los días como lo expreso Jesús en el momento de su partida; sin embargo, nosotros no somos conscientes de ello sino en contadas ocasiones, como cuando oramos, cuando vamos a la Iglesia, cuando hacemos un devocional o por alguna razón hablamos de Jesús; el resto del tiempo, a pesar de que El esta allí, nosotros lo ignoramos, nos olvidamos de él, estamos en un estado de inconsciencia espiritual, como si durmiéramos o aun peor como si nos marchitáramos, solo vivimos para el mundo, o enredados en sus asuntos y en consecuencia, durante estos periodos estamos literalmente fuera de combate, en estado de coma para Dios y por ende desconectados de la divinidad, de su poder, de su gracia, de su bendición, de su amor, de la verdadera vida y nadie quiere estar así, verdad?
Es posible que tu hermano, hermana pienses que esto es normal o que no es importante, sin embargo existe un peligro latente y permanente y es que durante esos periodos de inactividad espiritual, por decirlo de alguna manera, estamos a merced del enemigo, de las tentaciones, sin cobertura y sin protección de Dios, que es escudo alrededor nuestro y por tanto, nos volvemos vulnerables y presas fáciles para el enemigo, así que si de verdad queremos mantener una conexión espiritual real, esto es importante.
Hoy en día que casi el 90% de nuestra actividad la hacemos por Internet, Imagínate sin conexión por una semana o mas por ejemplo: te desconectas del mundo, es como vivir en la selva, no sabes lo que pasa, no sabes acerca de tus amigos y parientes, no puedes conocer tus estados o saldos en el Banco, y ni siquiera puedes viajar, porque ya no existen muchas agencias de viaje, al menos en los Estados Unidos. Lo mismo sucede cuando estamos desconectados de Dios; no podemos escuchar su voz, desconocemos su voluntad, vivimos sin temor de Dios y vulnerables al pecado, estamos alicaídos, con problemas nerviosos o depresivos y nuestro rostro y mirada se obscurecen y nuestra fe flaquea y en los peores casos hasta nos alejamos definitivamente de Dios, dejamos de ir a Iglesia y bueno, ya puedes imaginarte lo que viene después…..
Entonces, ¿como podemos vivir permanentemente en Su Presencia? La clave esta en – nuestra atención – nuestro corazón – nuestros pensamientos – todo esto representa nuestro ser, significa que debemos estar centrados y concentrados en todo tiempo y lugar en Cristo, sin quitar los ojos de el, sin importar lo que hagamos. ¿Como? Recordando que El, esta con nosotros, en todo tiempo, no a tiempo parcial; que somos templo del Espíritu Santo, que ese día que recordamos al inicio de este devocional, le entregamos nuestra vida, nuestra familia, nuestras finanzas, todo a El; que ese día le abrimos la puerta de nuestro corazón y que El esta, allí, que no se ha ido, que nunca nos dejara y no nos abandonara; recitando y memorizando su Palabra, los salmos, especialmente aquellos que nos hacen sentir seguros, tranquilos y vivos.
Si tu haces un ALTO – un PARE – varias veces al día, mientras haces lo que tienes que hacer y eres consciente que no estas solo, sola y que eres portador y portadora de Su Presencia, que El, esta ahí, contigo, te aseguro que nunca mas volverás a ser igual; vas a querer estar mas tiempo en su presencia y poco a poco experimentaras cambios maravillosos de la obra que esta realizando en ti. Si antes hacias algo que no agradaba a Dios, ya no lo harás mas y todo va a ser mas fácil en tu vida. Entonces, ¿porque no intentarlo? Además es una delicia que no querrás perderte: la Biblia dice que vale mas un minuto en su presencia que mil años fuera de el y una vez que lo pruebas o experimentas una vez, vas a querer mas y mas….hay riquezas como esta que no se pueden comprar ni con todo el dinero del mundo.
Vivamos en Su Presencia, siendo conscientes de El en nuestra vida, el mayor tiempo que sea posible y Dios mismo, se encargara de quitar de nuestra vida todo lo que no sea de su agrado. No existe salida, no tenemos opción, no hay vuelta atrás, no podemos escondernos de su Presencia, como lo expreso el rey David en este hermoso Salmo.
Oh Jehová, tú me has examinado y conocido.
Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme;
Has entendido desde lejos mis pensamientos.
Has escudriñado mi andar y mi reposo,
Y todos mis caminos te son conocidos.
Pues aún no está la palabra en mi lengua,
Y he aquí, oh Jehová, tú la sabes toda.
Detrás y delante me rodeaste,
Y sobre mí pusiste tu mano.
Tal conocimiento es demasiado maravilloso para mí;
Alto es, no lo puedo comprender.
¿A dónde me iré de tu Espíritu?
¿Y a dónde huiré de tu presencia?
Salmos 139:1-7 (Reina-Valera 1960)
Autora: Hefzi-ba Palomino
Escrito para www.devocionaldiario.com
El dejar de conregarnos solo es un paso,para acercarnos al mundo,toma desiciones fuertes ve para la iglesia abandona la comodidad de la cama. Bendiciones.