¿QUE ES LO QUE AGRADA AL SEÑOR?

“pues su Espíritu nos hace actuar con bondad, justicia y verdad. Traten de hacer lo que le agrada a Dios.”

Efesios 5:9-10 (NVI)

 Alguna vez te has preguntado qué es lo que agrada al Señor? O has tenido un anhelo sincero de hacer solo lo que es agradable a nuestro Dios, pero no sabes exactamente qué es lo que le agrada o como hacer su voluntad? Bueno, pues ese fue el motivo de mi investigación esta semana y me siento satisfecha con la respuesta del Señor, la cual quiero compartir con ustedes.

Como muchos de ustedes tal vez, hasta hace poco creía que hacer lo que agrada al Señor, era hacer siempre – lo correcto – pero hacer lo correcto no significa lo mismo para todas las personas, puede ser un término relativo y lo que es correcto para una persona, puede ser incorrecto para otra, entonces  como tomar como referencia un concepto que puede tener tantos significados como números de personas existen en el mundo?

Para darnos una idea, pensemos en aquellas personas que toman decisiones equivocadas, que traen pésimas consecuencias a sus vidas y aun en nosotros mismos, cuando hemos tomado decisiones personales, financieras, sentimentales y hasta espirituales, convencidos de que estábamos haciendo lo correcto ante nuestros propios ojos, pero al parecer no lo correcto y agradable para Dios; pensemos en las cortes, los juicios y los enjuiciados, cuantas cosas hace la gente, supuestamente “por amor” porque creen que esto es lo correcto y sin darse cuenta, manipulan, mienten, engañan, explotan, roban, etc.

El hacer o no lo correcto, depende de la cultura, de la educación que recibimos, de la religión en que nos levantaron; es una función de la nuestra mente, meramente intelectual, razonada y lógica, por lo tanto no tiene en cuenta ni nuestro espíritu, ni al Espíritu Santo y es una función más de nuestro yo. No quiero decir que no debemos pensar nuestras decisiones, evaluarlas, valorarlas, medir las consecuencias de nuestros actos; quiero decir que debemos ir más allá, a una dimensión más alta, a la esfera de lo espiritual, del ser, de lo trascendente, donde este Dios y para ello hay solo dos formas y un solo camino que es Jesucristo:

1º.       Aprender a escuchar la voz de la conciencia.  La conciencia es el puente entre Dios y los hombres y siempre está hablándonos, amonestándonos e inquietándonos, especialmente cuando lo que hacemos no es agradable a Dios, está en contra de sus preceptos y mandamientos o no es su voluntad.

2º.       Aprender a Vivir por fe, es decir, por el espíritu. Descubrir la divina Presencia de Dios a través del Espíritu Santo, comenzar a desarrollar sus frutos, manifestar los frutos del espíritu y menos los frutos de la carne (obras).

La primera forma es común a todas las criaturas, cristianas o no, la segunda es el  don o regalo de gracia recibido de Jesús y solo pueden experimentarlo los nacidos de nuevo, los creyentes, hijos de Dios por el Espíritu y/o los adoradores en espíritu y en verdad.

Lo que agrada al Señor, es hacer su voluntad y para hacer su voluntad, necesitamos de la ayuda del Espíritu  Santo, Espíritu de verdad y de justicia.

Hemos recibido al Espíritu Santo, pero no somos conscientes de su poder y presencia en nosotros y mucho menos hemos aprendido a relacionarnos con El; El Espíritu Santo es nuestra conexión espiritual con El Padre y con El Hijo y solo El, puede guiarnos en la forma correcta, para enseñarnos cuál es la perfecta voluntad de Dios y lo que es agradable  a Dios, tratemos pues de redescubrir su presencia en nosotros, de hablar con Él, de orar más, de conocerlo, de leer mas La Palabra de Dios y de hacer conforme a su Palabra y a su voluntad, pues esto es lo agradable y perfecto a Dios.

Si esto hacemos, vamos a comprobar como fluye en nuestra vida, como ríos de agua viva, trayéndonos paz, gozo y los demás frutos del Espíritu, nuestra vida tiene que cambiar, ya no podemos ser siendo iguales, necesitamos ser restaurados en sus manos, necesitamos renovar nuestra mente y nuestro corazón en Cristo Jesús y todo eso solo es posible a través del Espíritu Santo y su preciosa presencia.

Como conclusión, si este es el anhelo de tu corazón,  digámosle hoy:

BIENVENIDO ESPIRITU SANTO

RENUEVAME SEÑOR EN TI

YA NO QUIERO SER IGUAL

Y SOLO QUIERO HACER LO QUE ES AGRADABLE A TI, SEÑOR.

Autor: Hefzi-ba Palomino

Escrito para www.devocionaldiario.com

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