¿Porque te resistes? – Hefzi-ba Palomino
¿PORQUE TE RESISTES?
¿Acaso la obra dirá de su hacedor: no me hizo? ¿Dirá la vasija de aquel que la ha formado: No entendió?
Isaías 29:16
Meditando últimamente en todos los cambios que me han acontecido en este ultimo año y la forma como se han desenvuelto los acontecimientos en mi vida, no puedo menos que reconocer el inmenso poder de Dios para administrar y manejar nuestras circunstancias, sino también su inmenso amor y misericordia con que siempre nos trata, aun en aquellos momentos en que queremos seguir nuestros propios caminos y El, de alguna manera lo permite para mostrarnos que estábamos equivocados.
Esto me ha llevado igualmente a reconocer que desde que le entregue mi vida a Cristo muchas, pero muchísimas cosas han cambiado: en mi interior, en mi familia, en mi trabajo, en mis finanzas, en mi salud, en mi pensamiento, es decir, que no se ha quedado ninguna área de mi vida que no haya sido tocada por Dios y que El este transformando, restaurando, cambiando o mejorando y he llegado a la conclusión que aceptar a Jesús como nuestro Señor y Salvador, es también aceptar un cambio total en nuestra vida para lo que definitivamente no fuimos educados, ni estábamos preparados y por tanto, todo nuestro ser se resiste, sea que solo sea uno o varios cambios; comenzando por nuestra carne y vieja naturaleza, pasando por nuestra forma de sentir, pensar y actuar y terminando con nuestra manera de comunicarnos con El Señor.
Lo que no termino de entender es porque si sabemos que todos estos cambios vienen de Dios y que El esta trabajando en nuestro interior (de adentro hacia fuera) y que esos cambios se reflejan en nuestra vida, mas por las personas que nos conocen que por nosotros mismos, ¿porque nos resistimos a esos cambios?
Mentiríamos si dijéramos que no nos resistimos, porque no se trata de mi o de ti, se trata de una ley universal que tiene que ver con la física y que se aplica a la psicología y es la ley de la inercia que dice que todo cuerpo tiende a permanecer en el estado en que se encuentra y esto es cierto no solo para el cuerpo sino también para el alma; para todos es mas fácil y quisiéramos permanecer en el estado y lugar donde estamos antes que aceptar cambiar, que crecer, que evolucionar espiritualmente. Esta es la primera causa.
La segunda es que todos experimentamos miedo: miedo al cambio, miedo a lo desconocido, miedo al fracaso, miedo al futuro, a la incertidumbre, etc. Y ese miedo nos hace sentir cómodos y confortables como estemos antes que arriesgarnos a aceptar un cambio desconocido, porque desconocemos que consecuencias puede traernos.
Y la tercera es que el enemigo de Dios y nuestro, que también tiene acceso a nuestra mente, nos hace creer la mentira de que cosas horribles pueden pasarnos si aceptamos una situación nueva, de cambio en nuestra vida y me refiero a situaciones cotidianas y triviales de cambios en nuestra vida; nos hace sentir que caminamos hacia el borde de un abismo y que vamos a caer a un vacío de tinieblas y de dolor y que Dios no estará allí esperando para rescatarnos o tomarnos en sus manos y salvarnos.
Las buenas nuevas de nuestro Salvador incluyen la buena noticia de que los cambios no son tan malos, sino que además son provocados y permitidos por El, porque sabe lo que necesitamos y lo que nos conviene; porque somos sus obras en sus manos y muchas veces necesitamos ser quebrantados, amasados y molidos, para ser formados nuevamente conforme a su perfecta voluntad y bajo esta perspectiva, el resistirnos es como si nos rebeláramos a su voluntad y por tanto estaríamos retrasando los planes de Dios para nuestra vida.
Por otro lado, cuando nos resistimos a los cambios que Dios quiere en nuestra vida, estamos torturando nuestra alma inútilmente; nos estamos resistiendo a su amor, a su misericordia y a su gracia y no estamos confiando en su mano poderosa que nos sostiene.
El mensaje de hoy es: No te resistas mas, déjate amar por Dios, déjate formar de nuevo, permite a Dios formarte de nuevo y hacer de ti ese hombre y esa mujer que Él quiere que seas, ten confianza en su poderosa mano que te sostiene de su mano derecha, que no tejara ni te desamparara, confía, créele a Dios y acepta un destino que te llevara mas allá de lo que tu mismo puedas imaginar, si te dejas guiar, si le crees y si no te resistes mas a los cambios que Dios trae a tu vida. Aceptemos a Dios como Padre y como a un padre, sometamos a El y aceptemos su corrección y su guía que como a hijos se nos hace.
Yo publicara el decreto: Jehová me ha dicho: mi hijo eres tú; Yo te engendre hoy.
Salmo 2:7
Autora: Hefzi-ba Palomino
Escrito para www.devocionaldiario.com
Gracias Padre, por tus misericordias porque somos el barro y tu el alfarero!
Señor no quiero resistirme a tu voluntad, haz el cambio que mi vida requiera, moldeame a tu imagen, ayúdame señor. en el nombre de Jesús amen,
Gracia, muchas gracias mi amado Padre Celestila, por llevarme donde tu quieres. Gracias por darme paz y confianza y asì no resistirme a los cambios. Asì sabemos que todo viene de Tì.
Gracias Papito Dios, porque tu misericorida es infinita, porque aunque te dadmos la espalda siempre estas cn lo brazoas abierto, hoy entiendo que quieres cambiar mi vida no se de que forma pero lo acpeto aunque me duela , yo el barro y tu el alafarero.Dames las fuerzas porque este mensaje me lo has venido advirtinedo desde dias atras y se que va ser para bendición.
Dios moldeame a tu imagen ya no quiero seguir luchando con lo mismo, hablame orientame hacer lo correcto te amo Jesus gobierna mi vida