NO SUELTES TU BENDICIÓN

“Y dijo: Déjame, porque raya el alba. Y Jacob le respondió: No te dejaré, si no me bendices. Y el varón le dijo: ¿Cuál es tu nombre? Y él respondió: Jacob. Y el varón le dijo: No se dirá más tu nombre Jacob, sino Israel; porque has luchado con Dios y con los hombres, y has vencido.

Génesis 32:26-28 Reina-Valera 1960

Las circunstancias de mi vida con frecuencia me hacen meditar en la forma en que Dios trabaja y generalmente escucho la voz de mi espíritu en las primeras horas de la mañana, cuando me despierto y puedo quedarme un ratico más en la cama y es así como hoy desperté con este mensaje para mi vida y tu vida, si es para ti y lo quieres recibir.

A todos nos pasa que vivimos situaciones o pasamos por circunstancias “forzosas” que quisiéramos abandonar, dejar a un lado, terminar y comenzar de nuevo, porque no nos gustan, nos causan dolor, lastiman nuestra auto-estima, nos sentimos mal, hasta humillados, pero que no podemos abandonar, dejar o cambiar porque de una u otra manera dependemos de ellas, para nuestro sustento o el sustento de nuestra familia; estas circunstancias pueden ser un trabajo, un compromiso, una carrera, una meta, una persona, o cualquier otra que te obligan a estar ahí y que de ninguna manera puedes abandonar, sin  asumir las consecuencias de hacerlo, que la mayoría de los casos son más dolorosas que la situación que estamos atravesando.

Y es que Dios,  quien está con nosotros, esforzándonos, haciéndonos hombres y mujeres de verdad, con carácter, de valor, ¡usa esas circunstancias para formarnos, moldearnos, hacernos de nuevo, amasarnos y formarnos de nuevo, conforme a los hombres y mujeres que Él, quiere que seamos!

Si crecer duele, ser niño es difícil porque no somos independientes, tenemos que aprender a serlo, someternos a la disciplina de nuestros padres y aprender mucho, estudiar mucho, cuanto más, cuando se trata de nuestro espíritu, que debe crecer en Dios, madurar, ser fuerte, aprender, sujetarse a obedecer, a sujetar y someter a la carne, a nuestras emociones, a nuestros pensamientos y tomar el control de nuestra voluntad?

Si reflexionamos quienes triunfan en el mundo, veremos que son los que se esfuerzan, perseveran, luchan por sus sueños, estudian, trabajan y se superan, no crees que en el Reino de los cielos es igual?  Y cuanto más, cuando lo que queremos ganar es nuestra salvación y la de nuestra casa, nuestra ciudadanía en el Reino de los Cielos, nuestra herencia como hijos de Dios, coherederos con Cristo? ¿Me pregunto si Dios se tomó el trabajo de decirlo y repetirlo tantas veces en La Biblia, desde Génesis hasta Apocalipsis, será porque esto de verdad es de verdad importante? Yo creo que Si, es de vital importancia comprenderlo, captarlo, meditarlo y asumirlo.

¿Conocen los toros mecánicos? Son potros mecánicos, salvajes que tienen como propósito, tumbar al jinete, sacudiéndolo fuertemente de un lado para otro, hacia adelante y hacia atrás, en forma violenta, por unos pocos minutos y en este reto, hay solo dos opciones:  Ganadores, si permanecen  o Perdedores, si se dejan tumbar..

Las circunstancias de la vida, son muchas veces como ese toro mecánico y no debemos soltarlo, no podemos dejarnos tumbar, porque  Dios está ahí ayudándonos con su Santo Espíritu,  para que triunfemos, para que no caigamos, para que seamos vencedores;  debemos pelear como Jacob, hasta que seamos vencedores y tengamos o alcancemos nuestra bendición; hasta que Dios nos bendiga.

La lucha de Jacob, Israel después de pelear con Dios, nos ilustra muy bien cómo debemos pelear para lograr nuestras bendiciones, la tenacidad de Jacob, su fe, su fuerza, y  su propósito, por eso mi mensaje hoy es NO SUELTES, agárrate bien, sean cuales sean las circunstancias TU ERES UN VENCEDOR, en Cristo Jesús. Detrás de la lucha, vendrá la Bendición. Créelo. Esfuérzate y se valiente.

por Hefzi-ba Palomino

Escrito para www.devocionaldiario.com

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