ENCUENTRA LO QUE BUSCAS

“Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.”

Mateo 6:33 (RVR1960)

Si alguna vez has asistido a una conferencia de motivación, de ventas, o de mejoramiento personal, estarás de acuerdo conmigo en que el objetivo principal de estas charlas es en la mayoría de los casos  económico, porque el dinero es un factor tan  importante que prácticamente mueve al mundo, la gente hace lo que sea por dinero y eso no está mal, siempre y cuando sean medios legales y honestos de conseguirlo, trabajando o heredándolo; el problema aparece cuando el dinero que es un recurso, un medio para cubrir nuestras necesidades, se convierte en el fin, es decir en el objetivo, y tener dinero se vuelve más y más  importante cada día, hasta alcanzar niveles altísimos de ambición, sed de poder, sentirse más que los demás y en el lado negativo, el no tenerlo produce baja auto estima, pobreza, miseria y maldición.

Parece que la lógica del mundo ha invertido la ciencia de Dios y desde niños nos están inculcando y enseñando como defendernos en la vida, en que trabajar, como ganar dinero, como prosperar y como ser exitosos, cuando las bases más importantes son cimentar la mente de los niños en Dios, en la obediencia, la disciplina, el conocimiento de La Biblia,  con el amor de los padres y el correcto rol de cada uno de ellos,  por ejemplo;  para el mundo, en cambio,  es lo primero y lo más importante y así crecemos bajo ese patrón acomodamos nuestras emociones, pensamientos y sentimientos y creyendo como todo el mundo, que sí, esto es lo más importante.  Pero es ahí donde está la mentira y el engaño del enemigo  y algunos terminan hasta vendiéndole su alma al diablo, bajo la excusa de que lo que hacen, lo hacen por su familia.

Para romper con esta mentira y comenzar a renovar nuestra mente y nuestro corazón (sentimientos) lo primero que tenemos que hacer es reconocer y aceptar  que no es el dinero el que soluciona nuestras necesidades, ni nuestros trabajos, ni los maridos (para aquellas que no trabajan) ni nada ni nadie. Nuestro Único Proveedor, es Dios. Jehová Yire .  Todo lo que somos y todo lo que tenemos, lo tenemos porque Dios nos lo da. Todo es de Él, aun nosotros mismos, él nos formó, nos salvó y nos apartó para él.

Entonces comencemos a buscar primeramente el reino de Dios y su Justicia y todo lo demás, las añadiduras, él nos las dará hasta que sobreabundemos, en el seremos todo lo que podamos ser, no sin antes pasar por el proceso de renovación de nuestra mente y de nuestro corazón, o pruebas, que Dios nos da para formar nuestro carácter, para quitar lo que no es de Dios y en la medida que Dios nos va probando y vamos superando las pruebas, más nos dará, más nos bendecirá. Vive feliz, conforme  con lo que Dios te da, con lo que tienes, cuenta tus bendiciones y no tus males.  Tus eres más precioso que el oro para Dios y el oro se prueba en el fuego, no temas por los inconvenientes que tengas que pasar, Dios te llevara a un nivel más alto de espiritualidad, de sanidad en todas tus áreas incluida tus finanzas.

Qué lindo que Dios no miente, ni es hijo de hombre para que se arrepienta   y la palabra de Dios dice que “La bendición de Dios es la que enriquece y no trae maldición con ella”  (Proverbios 10.22) Es decir, Dios puede hacernos ricos, sin añadir lágrimas, dolor o maldición con él.

Por Hefzi Ba Palomino

Escrito para www.devocionaldiario.com

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