EL PODER DEL AMOR

“Porque fuerte es como la muerte, el amor”.

Cantares 8.6

Estamos celebrando el mes del amor y no podría menos que escribir sobre el tema; recuerdo una anécdota de cuando comencé a trabajar muy joven y estaba de moda utilizar pañuelos o pañoletas  de diferentes colores y estilos. Estaba yo en un paradero de buses y llevaba puesta en mi cabeza una de estas pañoletas, cuando de pronto sentí que un niño, un “gamín” como se les dice en Colombia, paso corriendo frente a mi y como una veloz ráfaga de viento, arranco mi pañoleta de mi cabeza y continuo corriendo como una cuadra mas, mientras yo lo miraba alejarse y con el mas profundo sentimiento de pesar y misericordia, pensaba: “Pobrecito Dios mio, este niño que es tan pobre que tiene que robar para seguramente vender esa pañoleta para seguramente…..” y aun no terminaba “poder comer” cuando el precioso niño, paro  su loca carrera, me miro y se devolvió y sin mediar ni una sola palabra….me la devolvió.

En mi país todavía existen “gamines” o niños pobres, abandonados o con padres abusivos y explotadores, pero ahora se les llama “niños de la calle”,  que por necesidad o porque se lo exigen sus abusivos padres, salen a la calle a pedir y en los peores casos a robar para cumplir con las exigencias de sus abusadores.  Aun me parte el corazón pensar en todos los niños abusados del mundo, los que de alguna manera son abusados, explotados, obligados a tomar las armas y hasta a prostituirse;  a quienes se les cortan sus alas de ángeles, sus sueños y sus mas mínimos derechos a vivir una infancia feliz y  llena de amor.

El día del amor es otra mas de las muchas celebraciones que tenemos durante el año, pero vale la pena pararse un momento a meditar sobre lo que realmente es el amor, en el inconmensurable amor de Dios y tratar de descifrar los misterios de este sentimiento sublime que junto con el sexo y el dinero, mueven al mundo. Existen varias clases de amor:

1. El ágape, o mas perfecto, el amor de Dios; es un amor inmenso, infinito, incondicional y tan poderoso que carga de fuerza y de poder  tanto como al que lo da, como al que lo recibe.  Para definirlo de una manera comprensible, es una fuerza universal que tiene varias propiedades:

• Es el amor perfecto de que habla Dios en La Biblia.
• Es inmanente: es decir que entre mas amor tengamos, mas amor atraemos.
• Es multiplicador: Entre mas amor demos, mas amor recibiremos.
• Es una divisa universal: En el cielo, no contara cuanto hemos ganado, ni cuanto conseguimos, sino cuanto amamos.
• El amor sana y restaura: Tiene propiedades curativas y preventivas, quienes han sido amados, sabrán amar y por tanto, serán sanados y restaurados, mas fácilmente que los que no han recibido amor en sus vidas y el resentimiento, la rabia y el rencor, convierten sus vidas en maldiciones, eso siembran y eso cosechan.
• Se aprende a amar, amando: no es una teoría, no es una filosofía, es un verbo que hay que conjugar, hay que practicar y realizar actos de amor, acciones desinteresadas y  por amor.
• El amor salva. Pues si Dios no nos hubiera amado como nos amó y como nos ama, jamás habría enviado a su unigénito Hijo, Jesucristo a salvar al mundo y El, no habría derramado hasta la última gota de su sangre, de su vida, por nuestra salvación.

Este es el amor con que cada día al levantarnos, debemos recargar nuestras baterías para afrontar todas las vicisitudes de la vida y con el que cada noche debemos acostarnos, con la esperanza de un nuevo amanecer.

1. El Amor Fraternal: Con que amamos a nuestros padres, hijos, hermanos y al prójimo. En segundo lugar, pero igual de importante, pues nace del primero y es el mandamiento que nuestro Señor nos dejo:  1º. Amar a Dios por sobre todas las cosas y amar al prójimo, como a nosotros mismos. Con este amor, podemos perdonar a quienes nos ofenden, podemos honrar a Dios y al prójimo y proteger a nuestros pequeños hijos de los peligros y la maldad que van  a encontrar mañana.  Es este amor el que es capaz de amar a distancia, de ayudar a otros, aun a aquellos que no conocemos y que es capaz de tocar los corazones para mostrar el amor de Dios a otros que todavía no le conocen; es este amor el que permite “ponerse en los zapatos de otros” y no hacer a otros, lo que no nos gustaría que nos hicieran a nosotros mismos; es este amor, del que hablaron los profetas, el que se siembra y el que se cosecha.
2. El amor carnal o erótico: También es un derivado de los anteriores y es necesario para preservar la especie, para reproducirse, para tener una familia, etc.  Este es un amor, atrayente, que nos hace sentirnos atraídos por el sexo opuesto  y nos permite junto con otros elementos de juicio, elegir una pareja. Dios nos creo, hombres y mujeres y dice su palabra que dos, son mejor que uno.

El amor es una creación de Dios y una bendición  que nos restaura conforme a su perfecta voluntad; por tanto, no debemos sentir temor de someternos voluntariamente al amor de Dios y aceptar que El tiene control sobre nuestra vida y siempre tiene planes de bien y no mal para nosotros; sentirnos arropados y cobijados con su amor y habitar debajo de sus alas amorosas y protectoras.

“Las muchas aguas no podrán apagar el amor, ni lo ahogaran los ríos. Si diese el hombre todos los bienes de su casa por este amor, de cierto lo menospreciarían”.

Cantares 8.7

Autora: Hefzi-ba Palomino

Escrito para www.devocionaldiario.com

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