Carta al Extranjero en tierra extraña – Hefzi-ba Palomino

Carta al Extranjero en tierra extraña

por Hefzi-ba Palomino

Pues la ley por medio de Moisés fue dada,
pero la gracia y la verdad vinieron
por medio de Jesucristo.

Juan 1:17

El Señor me inspiró hoy este devocional, con un sentimiento muy particular por todos aquellos que están lejos de casa. El sabe que en algún lugar, alguien necesita de esta palabra.

Este devocional está dedicado a todos aquellos que dudan, se sienten inseguros o culpables, porque por circunstancias de su vida, están lejos de casa y han tenido que quebrantar algún mandamiento, mentir o alterar sus circunstancias para poder sobrevivir como extranjeros en tierras extrañas; a los amados de Dios que son extranjeros en otros países y que aun no han resuelto su situación y viven en la sombra, deprimidos, tristes y aun realizando trabajos que no corresponden con sus calificaciones. Para ellos, Dios tiene una palabra hoy de amor, de aliento y de esperanza, porque El nos amó primero y puedo testificarte que sean cuales sean tus circunstancias, Dios está contigo, te ama y tiene pensamientos de bien y no de mal para ti. Aliéntese tu corazón y continua adelante, guardando en tu mente y tu corazón tu amor a Jesús y respetando La Ley, creciendo en fe; acogiéndote, recibiendo y aceptando la enorme Gracia y Misericordia que El tiene para todos los que le aman. El Espíritu de Dios, siempre está a cargo y tiene el control, para darles el fin que esperan.

Cuando la Biblia habla de “Ley”, se refiere obviamente a la Ley de Dios y ésta es perfecta; cuando habla de las leyes humanas, se refiere a mandamientos de hombres y aunque algunos están basados y tuvieron su origen en los mandamientos de Dios, muchos obedecen a los deseos y aspiraciones de los legisladores del momento. Dios nos insta a obedecer tanto sus mandamientos, como las leyes humanas, pero hay que reconocer que en algunos aspectos, las leyes humanas no se aplican en forma justa y es cuando el creyente se puede ver enfrentado a una situación de ética y de principios: ¿A quien debemos obedecer? Veamos algunas situaciones que pueden parecer contradictorias, pero que claramente nos demuestran que La Ley de Dios, nos guarda y nos cubre con su manto de gracia y de misericordia y que está por encima o supera cualquier otra, lo que demuestra que Dios, a través de su Santo Espíritu, siempre están a cargo y tienen el control:

Génesis 12:10-20. Abram (todavía no Abraham, el Padre de la fe) y Sarai (aun no Sara) tienen que descender a Egipto, debido al hambre que había en su tierra, (Dios ya lo había llamado, bendecido y prometido bendecir a todas las familias de la tierra, por medio de él) y a pesar de las circunstancias aparentemente opuestas, mantenía los planes que tenia para él; pero Sarai era Hermosa y Abram, temiendo por su vida, la hace pasar frente a los ojos del Faraón y de sus príncipes, como su hermana, (lo cual no era cierto, ni fue muy legal) y todos los que la admiraban, llenaron de regalos y presentes al supuesto “cuñado”, pero Jehová hirió a Faraón y a su casa con grandes plagas, por causa de Sarai, mujer de Abraham.

Es cierto que La Ley de Dios, aun no se había dado a Moisés y por lo tanto no existía como un precepto en la mente y el corazón de Abram; pero a pesar de que Jehová, Dios sabía que estaba mal, ¿disminuyó acaso la bendición a Abram o a su esposa? ¿Se arrepintió Dios de las promesas que le había hecho antes a Abram cuando lo llamó y le pidió irse de su parentela, a una tierra que el no conocía? (Gen 12.1-5) ? O ¿castigó Dios a Abram por su culpa, mentira y engaño al Faraón? ¡NO! Dios ya tenia trazados unos planes y una meta para Abraham y su descendencia y ni siquiera había probado su corazón para saber si le era completamente fiel, pero El no se iba a retractar, ni a arrepentir.

Lo mismo sucede con nosotros: aunque no seamos perfectos todavía, Dios tiene planes maravillosos para nosotros y nuestras familias y crea las circunstancias por las que debamos de pasar para llevarnos al cumplimiento de sus promesas; mientras en el camino aprendemos y nos fortalecemos en la fe y confianza que tenemos en El. Espera en El.

Hechos 4:19-20 “Mas Pedro y Juan respondieron diciéndoles: Juzgad si es justo delante de Dios obedecer a vosotros antes que a Dios; porque no podemos dejar de decir lo que hemos visto y oído.” Pedro y Juan fueron llevados ante el concilio (expresión de la autoridad y la ley) y fueron a la cárcel por causa de la palabra de Dios y de una sanación hecha en el precioso nombre de Jesucristo; ante la eminente amenaza de que mas gente del pueblo se enterara de estos hechos, los llamaron para intimidarlos y ordenarles bajo amenazas, que no hablasen mas en el nombre de Jesús.

Cuando tu vida es recta, tu corazón limpio y pese a las circunstancias y eminentes peligros externos y cuando tu anhelo es obedecer primeramente Dios y proclamar su santo nombre, haces tu trabajo con honradez, con amor y dándole la gloria a Dios por todo, ten la seguridad que Dios es escudo alrededor de ti, no te dejará, ni te desamparará.

Levítico 19:34. Es un mandamiento y está firmado de su puño y letra: “Como a un natural de vosotros tendréis al extranjero que more entre vosotros, y lo amaras como a ti mismo; porque extranjeros fuisteis en la tierra de Egipto. Yo, Jehová, vuestro Dios.” Todos los pueblos y naciones que se dicen judeo-cristianos, deberían recordar este mandamiento, lleno de gracia del Señor. Cuando tu no te sientas honrado como extranjero en tierras extrañas, clama al Señor, porque El, siempre escucha el clamor de su pueblo y ora por misericordia por ellos, pues El Señor, al igual que al Faraón en los tiempos de Abram, llamara a cuentas.

Nota que la palabra de Dios, es eterna, permanente y siempre viva: No habla en pasado, ni en futuro, sino en un eterno presente y siempre puedes encontrar en ella, el poder y la fuerza para seguir adelante. No temas, porque El lo dijo y así será:

Jehová guarda a los extranjeros;
Al huérfano y a la viuda sostiene,
Y el camino de los impíos trastorna.

Salmo 146.9

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