¿SABES LO QUE VALES?

por Hefzi-ba Palomino

“Porque los montes se moverán, y los collados temblaran, pero no se apartará de ti mi misericordia, ni el pacto de mi paz se quebrantará, dijo Jehová, el que tiene misericordia de ti”.

Isaías 54:10

Esta semana recibí un Email de una amiga desde mi país donde me enviaba dos fotografías tomadas por ella, una era de una hermosa flor de color no bien definido, pero hermosa y otra era de una mariposa posada en la hoja de un árbol y aunque me parecieron fotos bien tomadas, con una excelente definición y una buena una combinación de luz, lo que me llamo la atención fue la historia que mi amiga narraba; la flor pertenecía a un jardín exterior (si es que se le puede llamar jardín) por donde todo el mundo pasaba, no habían cercas ni materos ni nadie que la cuidara o la regara, de hecho había sido pisoteada, maltratada y se había marchitado por el sol, no parecía pertenecer a nadie y sin embargo, cada 6 meses ella florecía como si nada y hasta parecía que sus pétalos eran cada vez mas fuertes y duraban mas tiempo, lo que me hizo reflexionar sobre la enseñanza detrás de esta historia y como muchas veces, de la naturaleza o de una simple flor podemos aprender el significado de la nobleza, la humildad y el perdón y como su belleza es el reflejo de su pureza, así como en nosotros los humanos debe ser el reflejo del amor, la paz, la luz y la gracia de Dios, todo lo cual solo es posible mediante la libre manifestación del Espíritu en nosotros.

Que bonito seria que aprendiendo a perdonar, a ser mas humildes y a ejercitar la justicia, el amor y la paz, permitiendo que el Espíritu Santo de Dios nos moldee, las personas y el mundo exterior comiencen a ver y sentir esa belleza interior, que no es física sino espiritual y para ello es necesario que recordemos quienes somos, lo que valemos y el precio que se pago por nuestro rescate.

Es difícil estar en paz si hay rencor en el corazón, si no hemos perdonado, si vivimos estresados o no confiamos suficientemente en Dios para la provisión de nuestras necesidades y la solución de nuestros problemas.

Antes de tener un encuentro personal con Jesucristo yo quería ser conferencista motivacional e iba a todas las conferencias de motivación que me invitaban y recuerdo que no importaba como me sentía antes de la charla o cuanta fuera la ansiedad con que cargaban las otras personas, al final todos salíamos felices, nuestras caras brillaban de contentos y los problemas que antes veíamos amenazantes en nuestra vida como leones rugientes, al final se veían como lindos gatitos.

La historia de la flor de hoy, me recordó una de las experiencias que mas me impactó en una de estas charlas, donde el conferencista saco de su bolsillo un billete de alta denominación, vamos a decir de US$100, lo arrugó en una mano, lo tiro al piso y lo pisoteó y, como si fuera poco, lo pasó al auditorio para que todo el que quisiera lo pisoteara, hasta que al final el pobre billete parecía un simple pedazo de papel; sin embargo, el conferencista volvió a tomarlo y pregunto al auditorio, quien quería quedarse con el… todos levantamos la mano. Todos sabíamos que a pesar de todo por lo que había pasado, el billete continuaba siendo dinero y continuaba teniendo el mismo valor, no se había devaluado, ni depreciado y todos lo deseaban. La historia Del Nazareno, nos recuerda como fue El pisoteado, humillado, herido, azotado y crucificado….todo por amor…hacia toda criatura viviente, Cristo murió y resucitó con un solo propósito: la salvación y redención de la raza humana y ese amor nos hace seres de invaluable estima ante sus ojos; ¿crees que después de pagar tan alto precio por nosotros, algo o alguien puede arrebatarnos de su mano? Y ese valor en vez de decrecer, devaluarse o disminuir, crece cada vez que crecemos en el conocimiento de Dios y nos perfeccionamos en su amor.

No importa cuanto hemos sufrido, lo que hemos pasado, que pruebas hemos soportado, que mal nos han hecho o cuanto nos han herido o lastimado, al final Dios nos amó y entregó el mas alto precio por nuestro rescate, nos perdonó, nos ama, nos valora y aprecia; para El, somos como la niña de sus ojos; de Egipto (de la esclavitud) nos llamó y a su amado hijo sacrificó por nuestro rescate.

Hoy, a pesar de que no se por lo que puedas estar pasando, quiero que recuerdes quien eres, cuanto Dios te ama, cuanto vales realmente para El y cuanto vales tu como persona, y como hijo de Dios y si hay algo en tu corazón que todavía te impide experimentar la libertad del Espíritu, el amor y la justicia de Dios en tu vida, yo lo rompo en este momento y declaro sobre tu vida, libertad, paz, amor, perdón, humildad, bendición y prosperidad. En el nombre de Jesús. Amen

Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay; y que es galardonador de los que le buscan.

Hebreos 11:6

Escrito para www.devocionaldiario.com

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