Jesús y Su poder son reales

“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.”

Juan 3:16 Reina-Valera 1960

Hace unos años busqué la salvación en muchos lugares, no obstante solo hubo Alguien con el poder suficiente para redimirme: Jesús. En Él encontré todo lo que necesitaba, Él enterró mi pasado y mostró mi verdadera identidad. En ese entonces solo busqué salvación, pero Jesús tenía el mejor plan de vida para mí. Solamente deseaba desprenderme del pecado que me ató, pero Jesús me dio una vida en victoria sobre todo pecado y la muerte.

En aquel entonces ansiaba el restablecimiento de mi cuerpo, pero Jesús con el poder del Espíritu Santo me transformó en un nuevo recipiente de Su gloria. Durante el camino que recorrí a lado de Jesús descubrí que por muy buena que sea una de mis ideas o anhelos, éstos se quedaran siempre cortos en comparación a Sus planes.

Durante este trayecto de vida cristiana experimenté que toda siembra de Dios es verdadera, y que la obediencia al Todopoderoso solo trae bendición. El mantenerte dentro de la voluntad de Dios y consagrarte a Él trae abundancia y libertad.

Hoy te digo que Dios paga bien y Él jamás se queda con nada. Cada vez que te mueves en Su voluntad estás dando un paso firme a tu mejor destino. Cada vez que por obediencia a Él entregas tus anhelos o rindes tu voluntad, Él te da aún más de lo que imaginaste.

Jesús y Su poder son reales, Él puede tomar al más pequeño de los hombres y convertirlo en el más grande, Jesús convierte en una obra maestra aquello que en apariencia era inservible, en Él los cautivos encuentran libertad, en Él los oprimidos son liberados de sus cargas.

Si tú estás en busca de libertad, si anhelas descubrir tu propósito eterno, si estás cansado de buscar ser saciado de lo temporal, entonces haz conmigo esta oración y descubre que Jesús es real:

“Dios, reconozco que he pecado contra ti, perdona mis pecados. Creo que Jesús pagó por mis pecados y que resucitó para darme vida eterna. Jesús, entra en mi corazón y sé el Señor de mi vida. Envía al Espíritu Santo para que me llene de tu poder y me ayude a hacer tu perfecta voluntad. Oro esto en el nombre de Cristo Jesús, Amén. “

Autor: Richy Esparza

Escrito para www.devocionaldiario.com

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