Miré al Cielo y me permití soñar otra vez – Estephany Cordova V.
MIRÉ AL CIELO Y ME PERMITÍ SOÑAR OTRA VEZ
Ama al Señor con ternura, y él cumplirá tus deseos más vehementes. Salmos 37, 4
(Dios habla hoy)
Permíteme soñar otra vez le dije a Dios
y él me dijo que soñar era mi deber
Y que cada vez que yo sonreía le daba toda la gloria a él
porque a través de mi sonrisa le garantizaba mi confianza en él.
Desde ese día me comprometí conmigo misma a nunca dejar de soñar
Y plasmar mis sueños en dibujos de papel como los muchos que mis hermanitas
me suelen hacer.
Pero un día dejé de hacerlo pensé que todo estaba perdido
Y que yo no merecía soñar más, ya que pretendí
cumplir mis sueños más vehementes con mis propias fuerzas y con mi propio camino.
Me fue difícil empezar de nuevo y permitirme soñar otra vez
porque tenía miedo de dejarme llevar por mi corazón una vez más
y conformarme a vivir sueños efímeros de esos que duran un suspiro.
Después de mucho orar y sembrar confianza en mí misma
Entendí que soñar sigue siendo mi deber
Solo que ahora las cosas han cambiado porque he aprendido a arar la tierra y abonarla con esmero, ahora no solo lo digo o parafraseo.
Ahora lo hago todos los días porque sé que la lluvia, es decir la bendición llegará y disfrutaré de aquellos sueños tan tiernos, vehementes y dulces como la miel que en mi corazón forjé y deseé un día en que miré al cielo y me di cuenta que me había enamorado de él.
Autora: Estephany Cordova V.
Escrito para www.devocionaldiario.com
Dios mio! Es precioso este pensamiento y me identifiqué mucho con el, hoy que estoy en espera de mi bendición! Dios es bueno y para siempre Su misericordia. Mi sueño se hará realidad gracias a mi bendito Salvador! Entonces podré gozarme como lop hizo Sara, Ana etc. =)
Muy lindo el tema es bello soñar con metas a corto o largo plazo,creo que la fuerza viene de tu interior y te la da sin duda DIOS pero en lo personal hay que poner una de su parte para que las cosas se realicen sin perder la esperanza en el padre.
lo mas lindo es estar enamorado del Señor, el sacia todo nuestro ser