Charles Stanley – El Juez y el Juicio
Tema: “El Juez y el Juicio”
Leer: Juan 5.22-24
Cualquiera que haya estado en una sala de tribunal conoce la atmósfera de autoridad y temor que rodea al juez cuando éste entra y toma su asiento. Un día, todos nosotros estaremos delante del Juez supremo: el Señor Jesucristo.
Estar delante de un juez puede ser una experiencia aterradora, pero el saber que es bueno y justo puede dar tranquilidad. Cuando aparezcamos delante de Jesús, estaremos delante de uno que es justo y recto. El Señor es equitativo, y juzgará con sabiduría y conocimiento totales. Su criterio para juzgar será la verdad, no las opiniones.
Jesús es el único calificado para ser el juez de toda la humanidad, una tarea que le ha sido dada por su Padre celestial. Por ser el Dios-Hombre, Jesús puede identificarse con nuestras debilidades y comprender nuestras tentaciones. Él experimentó el sufrimiento y también fue tentado, pero a pesar de eso jamás pecó (He 4.15).
La Escritura promete a los creyentes que no seremos condenados en el Juicio, pero sí estaremos delante de Cristo para dar cuenta de nuestras vidas (Ro 14.10-12). El propósito de Dios no es castigarnos ni avergonzarnos, sino examinar nuestras vidas y recompensarnos por las buenas obras. Esto no será una humillación pública, sino un tiempo privado de revelación con el Señor.
¡Qué consuelo tan grande tenemos, sabiendo que nuestro Juez es también nuestro Salvador, quien nos amó lo suficiente para morir por nosotros! Cristo es por nosotros, no contra nosotros. Que esto nos motive para amar y vivir por Aquél que nos ha librado del temor al castigo (1 Jn 4.16-18).
