Charles Stanley – De abajo hacia arriba
Tema: “De abajo hacia arriba”
Leer: 1 Samuel 30: 1-6
Los salmos del rey David revelan que él enfrentó momentos de mucha tristeza, pero pocas experiencias pueden compararse con su infinita desesperación por las cenizas de su ciudad, Siclag. Pero la historia de cómo llegó a tan profunda angustia comenzó en realidad mucho antes, desde el momento en que su fe se debilitó.
Después de huir por años de las amenazas de muerte del rey Saul, David estaba desalentado y agobiado. Había creído en la promesa de que Dios lo convertiría en rey, pero ahora había comenzado a tambalearse en su confianza. Por tanto, hizo lo que muchos de nosotros hacemos: acudió al razonamiento humano. Bajo las circunstancias, su mejor opción pareció ser buscar refugio entre los filisteos, los enemigos de Israel (1 Samuel 27.1). Ofuscado por su situación, David se apartó de la voluntad de Dios para ponerse a salvo de Saul. Su falta pudo haber sido momentánea; sin embargo, fue seria, ya que dejó de creer que Dios podía conducirlo confiadamente por “el valle de sombra de muerte” (Salmos 23.4).
Varios meses después, el futuro rey de Israel entró a su devastada ciudad y descubrió que le habían quitado sus bienes, su familia y su pueblo, por lo que su banda de guerreros se preparó para descargar su frustración y su ira sobre él. Entonces, desde el fondo de este pozo de desesperación, un hombre humillado buscó a Dios, en quien encontró las fuerzas que necesitaba, y renovó su fe (1 Samuel 30:6).
Mucha veces, es fácil ceder a la tentación de tomar las cosas en nuestras propias manos. Pero si acudimos al Señor, una vez más, encontraremos la manera de salir del pozo y estar de nuevo dentro de su voluntad.