Charles Stanley – Con la mirada puesta en Dios
Tema: “Con la mirada puesta en Dios”
Leer: Génesis 37.5-11
“El hombre nace para la aflicción” (Job 5.7). No hay manera de evitar o escapar de esta condición común a la humanidad. Al seguir viendo la vida de José, tenemos la visión momentánea del ancla que lo mantenía firme cuando las olas de los problemas, una tras otra, daban contra él.
Cuando José era un adolescente, tuvo dos sueños acerca de los planes futuros del Señor para su vida. Revelaban que un día él estaría en una posición de autoridad y honra, y que su familia se inclinaría ante él. En ese tiempo todavía no se había escrito la Biblia, y por eso el Señor hablaba, en ciertas ocasiones, por medio de sueños a las personas.
Antes de esto, Dios había hablado a Jacob en un sueño, y le había dado una promesa (Gn 28.10-16). Ahora su hijo estaba oyendo de la misma manera al Señor, en sueños. De manera que, José siguió el ejemplo de fe de su padre, y creyó el mensaje de Dios.
El Señor sabía que José iba a necesitar una promesa para que pudiera sobrevivir a las dificultades que enfrentaría pronto. La Palabra de Dios fue su ancla. Durante todas sus pruebas, José siguió creyendo que el Señor cumpliría su promesa. Por eso centró su atención en la fidelidad de Dios, y no en sus circunstancias.
Cuando el Señor habla a nuestros corazones por medio de las Escrituras, podemos aferrarnos a lo que Él dice, como un ancla para nuestras almas. Él nos cumplirá sus promesas, al igual que se las cumplió a José. Si mantenemos nuestra mirada en Dios y en su Palabra, nuestros temores se reducirán, nuestra sensación de insuficiencia disminuirá y nuestras dudas se despejarán.