Totalmente Enamorado de Dios – David Daniel Rondón
Totalmente Enamorado de Dios
por David Daniel Rondón
Dios es lo mas bello que tengo en esta vida, y ahora estoy mas seguro y convencido de ello; El ha sido bueno, maravilloso, amoroso, FIEL y misericordioso para con mi persona y de muchos que me rodean, como se que lo ha sido contigo también. ¿Por que digo estas cosas? Muchos pensaran que soy algo insistente con lo del amor de Dios, y es que hasta unos amigos me apodaron “David Love”, suena cómico ¿verdad?, pero me hace recordar lo mucho que Dios me ama. En estos días tuve un encuentro con Dios, donde El me decía que soy de su agrado, que me ama, que conoce mis necesidades, que soy humilde (ojo lo dijo el Señor, no lo dije yo), que ante todas estas cosas demanda de mi persona obediencia, que el me bendecirá en gran manera.
Hoy día me arrepiento porque yo nacido y criado en evangelio he perdido el tiempo como joven, como hijo de padre y madre, como siervo de Dios; la soberbia, la rebeldía, la desobediencia y el orgullo en algunos casos han dominado y desviado mi camino, han destruido lo que una vez fui en el Señor. Pero le doy las gracias a Dios por haber puesto personas de bendición en mi camino por haber puesto gente que ora por mi, que intercede, hermanos usados por Dios, a parte del trato de Dios personalmente conmigo, lo que había venido tratando y que de cierta forma no hacia caso pero en mi interior existía un cierto temor que me mantenía de cualquier manera pendiente de agradarle. Reconozco que si no fuera por su gracia y por su amor hoy día estuviese perdido, que sin El no tendría nada.
Dios demanda obediencia por parte de nosotros, de sus hijos, de su pueblo, de su iglesia, quiere que le honremos, que seamos fieles, que entremos en comunión con El, que nos enamoremos de El. Solo así podemos ser de agrado, se que la pesadez es algo con lo que muchos cristianos luchamos, pero no es con nuestras fuerzas es con la de Dios, que podemos ser libres de toda frialdad, de toda pesadez, de todo lo malo que nos separa de Dios, hoy certifico que fuera de Dios no hay nada.
Muchas veces de me preguntaba si Dios me amaba, por que tantas veces que caí y pedí perdón volvía hacia lo mismo, me sentía avergonzado con Dios, no se te podrías identificar con lo que he vivido; bajaba mi mirada y hablaba como un niño triste, sediento de algo que por su inocencia y falta de conocimiento no sabia, que era aquello que me hacia falta en mi vida, y siendo cristiano, ¿será que Dios me podría perdonar nuevamente?, ¿será que Dios podría cansarse de mi?, ¿me juzgaría de una vez sin ser perdonado? O por una enésima vez ¿me perdonaría?, no sentía el perdón de Dios, por que no había paz en mi vida. Pero ciertamente Dios perdona, sea lo que sea que hagamos, si llegamos ante El con un corazón contrito y humillado El no lo despreciará, nos recibirá en sus brazos de Amor, curará nuestras heridas, sanará nuestro espíritu nuestro corazón, nuestra mente, y en su Gloria nos perfeccionará.
Hoy me siento enamorado de Dios, con sed de El, con ganas tener más y más de El, beber de su manantial, manantial de vida, agua que sacia, que purifica y limpia. Por que ciertamente El nos amó primero. El está completamente enamorado de mí y de ti también, y ahora puedo decir que en mi necesidad de El mi vida sólo sirve para corresponderle. Vamos a comprometernos con Dios en buscarle, en honrarle y en serle FIEL.
“Permitamos que Dios nos enamore, El sabe como llamar nuestra atención, pero si estamos atentos podemos darnos cuenta de lo que El hace por nosotros, buscando nuestro AMOR”
—
Escrito para www.devocionaldiario.com
Hola.-
Acabo de leer tu escrito sobre tu relación con Dios y expresas en él no solamente tus sentimientos, sino también los míos.
Yo he vivido durante mucho tiempo alejado de Dios, era un ser que pecaba por el simple placer de ofenderlo. Puede decirse que era un “Antidios”. Bueno, eso es lo que yo creía, porque un día me levanté por la mañana con una gran sensación de vacío interior, una tristeza que no lograba explicarme, hasta que poco a poco me di cuenta que lo que me faltaba era dar paso a Dios en mi mente.
Después de muchas dudas sobre si me aceptaría por mis muchos y graves pecados, le pedí perdón por todo, hice un compromiso con Él, una especie de alianza, me esometí para siempre a su voluntad y puse mi vida en sus manos, con lo que poco a poco ésta se fue encauzando por un camino a veces muy difícil, pero que me lleva hacia Él.
Siento ahora su cariño y su amistad, y no hay día en que Él no me compense con una fuerte alegría interior.
Todos los días tengo unos momentos de intimidad con Él, edurante los cuales le hablo como quien habla con un amigo. Sé que Él me escucha, y puedo decirte que me hizo mucho bien.
Gloria a Dios por dejarte usar hermano, Dios te bendiga muchisimo. Me encanto este escrito!!!