Adoradores con corazón guerrero – Darío Eguizábal
Adoradores con corazón guerrero
por Darío Eguizábal
Referencia: Salmos 149
La alabanza al Señor tiene dos enfoques, ambos igual de importantes y poderosos. Uno se manifiesta en nuestra relación con nuestro Señor Dios Todopoderoso, llena de amor y regocijo. La otra se manifiesta en la forma en libramos nuestra guerra declarada contra el mundo, la carne y el diablo, estos son enemigos de nuestras almas.
GOZO PARA TODO EL PUEBLO DE DIOS (v1-5)
Esta porción de la escritura en primer lugar nos da un motivo para alabar el nombre del Señor, reconocer sus bondades a nuestra vida todos los días, entonando cada día una nueva razón para darle gracias al Señor por su misericordia. Es de esperar que aquellos que forman el Pueblo de Dios, que le han recibido como su Señor y Salvador, mantengan un estilo de vida de alabanza todo el tiempo (v1).
Nuestra alabanza debe estar marcada por una relación de profundo respeto por nuestro Señor, sabiendo que el nos creo y no nosotros a nosotros mismos (Salmo 100:3), observando su poderosa mano al proveer para nuestras necesidades y al preparar los escenarios para las victorias (v2).
Esta alabanza debe ser tan expresiva como el baile y los instrumentos musicales (v3), es decir que tenemos una dimensión pública para la alabanza, de modo que podamos gozarnos con los que se gozan (Romanos 12:15), compartir nuestra alegría por el inmerecido favor otorgado por el Rey de Reyes.
También aprendemos de esta porción que no solo nosotros nos alegramos por esta maravillosa relación con nuestro Dios, Él también se goza con nosotros, disfruta nuestra comunión con Él, y estuvo dispuesto a poner su propia vida a cambio de disfrutar de nuestra compañía en la eternidad (Mateo 20:28), de modo que los que en otro tiempo fueron menospreciados ahora reciben honra, sus rostros se ven hermosos por la gracia de nuestro Señor en sus vidas (v4).
Aquellos redimidos por la sangre del cordero (Apocalipsis 7:14), tienen mucho de que alegrarse, ese gozo deben llevarlo todo el tiempo, aun cuando se retiran a sus camas para descansar después de un día de trabajo arduo (v5).
TERROR PARA SUS ENEMIGOS (v6-9)
En la segunda parte de la lectura, podemos notar un cambio en la expresión de alabanza descrita por el escritor, por una parte de motiva al pueblo a exaltar a Dios con sus gargantas, enfatizando el aspecto público y colectivo de la alabanza (v6a).
Pero observando con atención el pasaje y poniéndolo en el contexto de los versículos siguientes, podemos recordar el fundamental papel que tiene la alabanza en la historia de las campañas militares de Israel (2 Crónicas 20:20-22). Por una parte damos gloria al Señor por su fidelidad, pero por otra nos enfrentamos, con todo lo que tenemos, a los enemigos de nuestra alma (v6b).
Las descripciones del antiguo testamento de esta guerra espiritual, tipificadas en las diferentes batallas que el ejército de Israel libró, están en armonía con otros pasaje de la escritura donde se describe la actitud del creyente al enfrentarse contra el mundo, la carne y el diablo como violenta (Mateo 11:12).
En el tiempo del Antiguo Testamento algunas personas fueron elegidas por Dios para realizar acciones directas contra pueblos impíos, pero con seguridad este pasaje no se refiere a que la difusión del evangelio deba realizarse mediante el derramamiento de sangre; la justicia del Señor no se alcanza mediante la ira del hombre. Pero si es un importante llamado a no descuidar éste importante aspecto de la vida cristiana, en cuanto a la actitud hacia el pecado (v7).
Cuando dirigimos una acción directa en contra del infierno, buscamos las causas del pecado y no sus efectos, atacamos a los “reyes” y a los “nobles”, los focos de esa infección satánica (v8), observemos con atención cuales son las situación, lugares, personas y prácticas que nos exponen al pecado, y conforme a la enseñanza de la escritura, “huyamos” de ellos (2 Timoteo 2:22).
Hay un juicio decretado para el diablo y sus huestes de maldad (Apocalipsis 20:10), es un enemigo vencido (v9a), por lo que la victoria de la justicia está garantizada (1 Juan 5:4). Las acciones de los santos contra los enemigos de nuestra salvación, son de mucha honra para los santos (v9b), y todos nuestros esfuerzos en la obra de Dios serán recompensados en este tiempo (Proverbios 11:31) y en un tiempo futuro (Apocalipsis 20:4).
CONCLUSIÓN
La Palabra de Dios nos enseña la importancia de la alabanza al Señor, en primer lugar como una forma de gratitud por su gracia, pero también como poderosa herramienta en nuestra lucha contra el pecado. Roguemos al
Señor de su misericordia en nuestras vidas, pero propongamos alabarle también con acciones directas en contra de la maldad. Hablándole a otra persona de Cristo, viviendo en santidad; amando la justicia y aborreciendo la maldad (Salmo 45:7).
LA DECISIÓN MÁS IMPORTANTE DE SU VIDA
Si usted aun no ha recibido a Jesús como su Señor y Salvador, le invito a hacerlo. Todos hemos pecado y estamos destituidos de la gloria de Dios (Romanos 3:23). Estamos condenados a la muerte por nuestro pecado (Romanos 6:23), pero nuestro Señor nos ofrece un regalo, la salvación. Solo debemos confesar nuestros pecados, y él nos perdonará, y nos limpiará (1 Juan 1:9). Y nos convertirá en sus hijos (Juan 1:12), haciéndonos una nueva criatura, una nueva creación para Su Gloria. El Señor mismo le ofrece esta salvación hoy (Apocalipsis 3:20).
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Escrito para www.devocionaldiario.com