Él te habita – Arlene García Holguín

ÉL TE HABITA

por Arlene García Holguín

“Éste es para siempre el lugar de mi reposo;
Aquí habitaré porque la he querido”.

Salmos 132:14

Estaba en el trabajo y ese día contaríamos con la presencia de personas muy importantes debido al lugar y puesto que ocupa en el estado, la Institución en la cual ellos laboran. Estábamos apurados, haciendo todos los preparativos necesarios, cuidando hasta el más mínimo detalle para que la estancia de éstas personas fuese lo más cómoda posible.

Había mucha expectativa con ésta visita, ya que principalmente nos abriría nuevas oportunidades para introducir el evangelio y a su vez nos permitiría nuevas oportunidades dentro del mercado laboral. En lo personal, estaba al pendiente para captar y aprender lo más que pudiera.

Cuando hubo el momento de relajarme un poco, pensé en la importancia que es mantener nuestro cuerpo, alma y espíritu lo mejor posibles ya que somos el lugar habitable de Dios. Me hizo reflexionar en que tanto énfasis hago diariamente por hacer que la estancia de Dios sobre mi vida, sea lo mejor posible. Qué tanto cuidado tengo en mantenerme en santidad y pureza para Él.

Ciertamente al acercarnos a Él, nuestra permanencia es muy placentera. Él hace que cada vez que le conocemos nunca queramos apartarnos de Él. Y eso me encanta. Cuántas veces has conocido personas o lugares de los cuáles quisieras salir corriendo, tal vez es por como luce, o por la sensación que se percibe. Pero cuando tú te acercas a Dios, Su trato hacia ti, es como el de la persona más importante que existe para Él. Cuando tienes un corazón que necesita urgentemente ser transformado por Su poder, lo hace y es con tanto amor que no quisiéramos salir nunca de ahí. Es una Presencia tan maravillosa que nos da tanta paz. Lo mejor de todo es que esa misma Presencia puede estar dentro de TI. Esto es algo maravilloso porque lo que experimentas es algo que en ningún otro lugar puedes vivirlo.

Formemos ese lugar habitable permanentemente para nuestro Padre Celestial, hagamos que Su estancia dentro de nosotros sea tan maravillosa como cuando nosotros vamos a Él. Que le agrade tanto estar en nosotros que día con día puede revelarse más con todos Sus secretos.

Deja que Él ordene tú vida, no importa como la hayas vivido hasta hoy, cuida hasta el más mínimo detalle dentro de ti, para que Él pueda estar feliz viviendo dentro de ti. Adorna tu casa (espíritu, alma y cuerpo) y preséntalo delante del Rey, ordénala y hermoséala. Sé la habitación más agradable para el Rey.

¡Eres la creación más importante de Dios!. ¡Permítele habitarte!

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Escrito para www.devocionaldiario.com

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