Pecados Crónicos – Cristian Tzul Tzul
PECADOS CRONICOS
La mayoría de nosotros conocemos la historia de David y Goliat, porque es muy utilizada en las iglesias, escuelas dominicales, e incluso se utiliza en lo secular como ejemplo de valentía y coraje, sin embargo siempre tomamos este relato para motivar y animar a las personas enseñándoles que con la ayuda de Dios no existe nada imposible, porque es esta la enseñanza que siempre obtenemos de esta historia, sin embargo muy pocas veces vemos las demás enseñanzas que hay detrás de estas historia, y es que todos sabemos como fue que David venció a Goliat, pero hoy veremos el alcanza de la fe de David en Dios, y de como pudo vencer al gigante que agobiaba a Israel.
Para comenzar haremos una evaluación e como se encontraban en ese momento David y Goliat, y para ello tomaremos 3 aspectos muy importantes.
GOLIAT |
DAVID |
|
EXPERIENCIA | – HOMBRE DE GUERRA DESDE SU JUVENTUD | – UN PASTOR DE OVEJAS |
CARACTERISTICAS
FISICAS |
– ALTO 2.95 MTS
– ROBUSTO Y FUERTE |
– MUCHACHO RUBIO
– HERMOSO PARECER |
ARMAMENTO | – CASCO DE BRONCE
– ARMADURA DE BRONCE – JABALINA – LANZA – ESPADA – UN ESCUDERO |
– UNA VARA DE PASTOR (CALLADO)
– UNA BOLSA (ZURRON) – UNA ONDA – CINCO PIEDRAS |
Luego de hacer esta comparación, podemos ver que David se encontraba en obvia desventaja ante su adversario, sin embargo contaba con una dosis muy alta de fe, y fuerza de voluntad, el sabia y había tomado en cuanta todas sus debilidades, pero también confiaba en que el Señor etaria y pelearía con el.
Cuando David siendo un pequeño pastorcito, se enfrento sin armadura alguna (1 Samuel 17:38-40) a ese guerrero gigante, a quien ninguno de los soldados de Saúl se atrevía a enfrentar, el sabia de antemano que estaba en desventaja y que al momento de entrar en combate cuerpo a cuerpo jamás tendría una oportunidad de vencer a aquel gigante, entonces David analizo que la única oportunidad que tenia era un ataque sorpresa, pues entonces tomaría desprevenido a Goliat y esa era la única forma de ganar, pero si fallaba el tiro, en seguida seria atravesado por la inmensa lanza del filisteo, entonces es que surge una pregunta obvia, si David sabia que solo utilizaría una piedra para ganar, o en todo caso para morir en el intento, ¿entonces porque escogió 5 piedras lizas del arrollo?
La respuesta la encontramos en 2 Samuel 21:28-22 y es que resulta que la historia nos cuenta que cuando aquel pastorcito llego al campo de batalla, los filisteos estaban en una colina, y el ejercito israelita se encontraba en otra colina, y había un valle en medio, y cuando Goliat reto al ejercito de Dios, y David decidió ir a la batalla el pudo ver la batalla desde otra perspectiva y alcanzo a ver perfectamente que Goliat no estaba solo, porque tenia a otros 4 gigantes detrás de el listos para atacar al ingenuo que se atreviera a descender al valle a pelear con Goliat, (estos fueron asesinados muchos años después por los valientes de David)
Entonces la fe del pastorcito radico en confiar tanto en Dios, y pensó que lograría matar a Goliat de una pedrada, y tenia preparado las otras 4 piedras una para matar a cada uno de los gigantes, en caso de que se le vinieran encima, David confiaba en que tendría la fuerza y la puntería necesaria para matar no a uno, sino a 5 gigantes de una pedrada a cada uno.
Sin embargo la biblia dice que al ver caer a su paladín, los filisteos salieron corriendo, y entre ellos los otros 4 gigantes.
Lo mismo sucede con nosotros, cada uno de nosotros tenemos a nuestros gigantes personales, que nos atacan en lo oculto, que nos golpean en nuestra intimidad y son esos pecados ocultos, faltas que cometemos día a día, y que se han convertido en una costumbre, son pecados de los cuales estamos artos por cometerlos, cansados de pedir perdón por el mismo pecado crónico que afecta nuestra intimidad con dios, son esos gigantes que nos hacen caer en lo profundo de un obscuro y solitario abismo, que nos hacen sentir impuros, inmundos e in merecedores de perdón y es que existe un proceso que se lleva a cabo para que un pecado se convierta en crónico:
– La primera vez que pecamos, venimos y pedimos perdón a Dios jurando que nunca más lo volveremos a hacer.
– La segunda vez, pensamos en prometer algo a cambio del perdón, para que se de cuenta Dios de que esta vez si va enserio.
– La tercera vez, nos imponemos un autocastigo, algo que nos duela, y nos escarmiente para ya no volver a pecar.
– La cuarta vez, ya ni siquiera pensamos en pedir perdón, porque nos sentimos demasiado culpables e impuros y nos sentimos in merecedores de perdón, y es cuando cometemos el mas grande error, dejamos de orar y buscar a Dios, porque creemos que no somos lo suficientemente santos como para optar a que Dios te pueda utilizar.
Sin embargo déjame decirte que existe la gracia de Dios y que no importa que tan grande, alto y fuerte parezca ese gigante personal que te ataca, se llame como se llame, el secreto esta en enfrentarlo, deja de huir de el, enfréntalo, confía en que Dios estará contigo, y el es capaz de perdonarte, no porque lo merezcas, sino porque el te ama tanto como para dejarte solo, la biblia nos dice que aquel que confiesa su pecado y se aparta de el, alcanza la misericordia de Dios, siempre es mejor humillarte delante de Dios que esperar a que el te humille, hoy puedes humillarte delante de el, y alcanzaras misericordia.
Autor: Cristian Tzul Tzul
Escrito para www.devocionaldiario.com