Charles Stanley – Nuestro Ayudador en la oración

Tema: “Nuestro Ayudador en la oración”

Leer: Hechos 2:1-4

En un momento de frustración o de dolor, ¿ha clamado usted a Dios diciéndole: ?¡Señor, no sé cómo orar!?? Todo creyente experimentará un momento así. Pero nuestro Padre celestial ha hecho provisión para esas ocasiones: el Espíritu Santo es nuestro Ayudador en la oración.

Hablar con Dios puede ser difícil si no sabemos pedir con sabiduría, particularmente si no tenemos clara Su voluntad. A veces no podemos expresar adecuadamente nuestros sentimientos con palabras. Cuando eso sucede, el Espíritu Santo intercede y habla en favor nuestro. Él no sólo sabe lo que deseamos y necesitamos; sabe también qué piensa y qué quiere Dios, de modo que así puede hacer la oración perfecta.

Las batallas en la oración son comunes a los creyentes. El apóstol hablo escribió de cómo su deseo de evangelizar pugnaba con su deseo de estar con Jesús (Fil. 1:22-24). El sufrió mucho para poder hacer el trabajo que amaba. Pero su mayor gozo era aguardar con ansias la eternidad en presencia de Cristo. Enfrentaba una elección difícil: sabiendo que probablemente la persecución no disminuiría, ¿debía orar porque su trabajo pudiera continuar, o pedirle a Dios que lo llamara al cielo dejando entonces a personas sin alcanzar con el evangelio?

El Señor sabía que los creyentes necesitarían un Ayudador que les ofreciera dirección, y una voz para expresar las necesidades de su corazón. El hecho de que Dios nos aseguró que podemos siempre comunicarnos con Él, debe indicarnos el gran valor que Él da a la oración. En realidad, la disciplina de la comunicación regular con nuestro Padre celestial es tan vital, que Él no iba a enviar a ningún ángel para ser mensajero e intérprete: Él mismo tomó ese papel, y vino a nosotros en forma del Espíritu Santo.

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