Tu Padre te sabrá corresponder

por Cristian Tzul Tzul

Hace un tiempo le hice una promesa a mi papá, prometí que le enviaría algunos DVD’S que fueron grabados durante una actividad que se realizo en nuestra iglesia; el caso es que por ocupaciones y distracciones se me olvido enviar lo que había prometido, mi papá nunca me reclamo nada; pero un día mientras conversábamos por teléfono, se me ocurrió pedirle un teléfono celular, pues el que yo tenia me lo habían robado; a esto mi papá respondió con su característico humor: “Mira hace un tiempo yo te pedí que me dieras algo, y tu no me lo diste; ahora quieres que yo te envié algo a ti, y no lo voy a hacer no porque sea malo, sino porque quiero que aprendas que tienes que dar para recibir; y que si tu me das lo que yo te pido, entonces yo te sabré corresponder. Crees que no se que perdiste tu celular, yo lo se pero no te comprare nada hasta que tu cumplas con lo que prometiste”. En ese momento creí que mi papá era un hombre malo, como puede un padre negarle algo a su hijo, a su propia sangre. Pero luego entendí que lo único que el quería es hacerme crecer y madurar.

Bueno talvez pienses que esta historia no tiene ninguna importancia, pero el caso es que en ocasiones te sucede lo mismo para con Dios, ya hace mucho tiempo fue cuando le hiciste a Dios esa promesa, le dijiste: “ya nunca lo volveré hacer, lo dejare, te prometo que nuca mas volveré a caer”, pero el tiempo paso y te envolviste en distracciones y en ocupaciones, el caso es que no pudiste cumplir lo que un día prometiste, y en ocasiones hasta te olvidas de lo que prometiste (aquí quiero hacer una pequeña pausa: si estas leyendo esto, ahora quiero que te detengas un momento, quiero que cierres los ojos y que pienses en esa promesa que le has hecho a Dios) sin embargo el Señor no lo olvida, y aun que nunca te reclama nada esta esperando cuando será el día en que puedas cumplir lo que prometiste.

Y cuando algo te hace falta, cuando necesitas algo, vienes corriendo a tu Padre, y pides sin parar, tu oración se torna en mas que una plegaria, y mas bien parece una lista de compras, o un listado de cosas por hacer; y luego de mucho orar te frustras, te cansas y te deprimes, pensando que Dios es malo contigo, que de todos los humanos en el planeta tu eres el menos favorecido, que al parecer Dios no se acordó de escuchar tu oración; pero no es este el caso, la verdadera razón es que: Dios quiere enseñarte que primero tienes que dar, para después recibir, tienes que sembrar, para luego cosechar, El te quiere enseñar a ser una mejor persona, un mejor cristiano.

El sabe de que cosas tienes necesidad, sabe cada palabra, antes de que salga de tu boca, pero para darte lo que necesitas, primero quiere que cumplas con lo que has prometido, que cumplas con lo que esta escrito en su palabra, y si hicieras esto, no lo dudes que tu padre te sabrá corresponder. (Ahora quiero que repitas la promesa que no has podido cumplir, ahora pon tu mano derecha sobre tu corazón, sientes como late, si aun esta latiendo quiere decir que aun hay esperanza, que Dios nunca te negara otra oportunidad, siempre esta dispuesto a darte otra oportunidad para que hagas lo correcto) Ahora quiero que hagas esta pequeña oración conmigo:

Señor te pido perdón, por no haber cumplido la promesa que te hice (ahora repite la promesa que no has cumplido) te pido perdón por haber sido un mal hijo, por no haber obedecido tu palabra, y ahora te ruego que me des otra oportunidad, quiero hacer las cosas bien, en este momento te vuelvo hacer esta promesa ( vuélvela a repetir) con la diferencia de que esta vez la cumpliré; no permitas que la olvide, y no permitas que el mundo me distraiga para no cumplirla. Sin embargo estoy agradecido contigo por mantenerme con vida hasta el día de hoy, por no haber hecho con migo conforme a mis maldades y rebeliones, gracias por darme otra oportunidad, te amo con todo mi corazón, y te demostrare ese amor haciendo todo lo que te prometí, Amen.

Si cumplieras lo que El demanda de ti, El te sabrá corresponder y con tremendas cosas te responderá, Amen.

Escrito para www.devocionaldiario.com

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