Bebes consagrados para Dios – Rene Pleitez

BEBES CONSAGRADOS PARA DIOS, QUE REVOLUCIONEN ESTE MUNDO

por Rene Pleitez

Ultrasonografía del bebe de Rene Pleitez

Ultrasonografía del bebe de Rene Pleitez

“Y Jesús crecía en sabiduría y en estatura, y en gracia para con Dios y los hombres”

Lucas 2: 52

Este día junto a mi esposa tomamos la primera ultrasonografía de nuestro bebé, es una personita de quince semanas con un día, pesa ciento quince punto treinta y cinco gramos y es tan pequeñito aún.

Lo que quiero compartirles es que al momento de verlo por primera vez estaba junto a mi esposa y mis ojos se llenaron de lagrimas de ver el fruto de nuestro amor, un bebe que Dios sabe que lo esperamos con mucho amor y deseamos que sea un o una sierva de Él.

Al verlo pensaba como es Dios de perfecto que ya tiene su cabecita, su fémur, sus bracitos y manitas muy bien formaditas, su columna vertebral muy bien hecha; que tan grande es la misericordia de Dios en nuestras vidas que nos permitirá ser padres y la emoción de ver por primera vez a nuestro hijo es grandísima.

La Biblia nos narra el momento en que María madre de Jesús y su prima Elizabeth se juntaron mientras ambas se encontraban embarazadas y como Jesús y su primo Juan sabían que habían de nacer para ser de bendición a las naciones, cambiando la historia de la humanidad para siempre.

Nuestro hijos son de bendición desde el momento en que nos enteramos que estamos embarazados (utilizo ese término porque creo que es el matrimonio el que vive el matrimonio).

Esos pequeños no tienen la menor idea de como pueden cambiar la historia de la humanidad también, si son consagrados para Dios desde el vientre de sus madres, han de ser siervos y siervas del Señor que trastornen a su entorno por completo, que hagan una revolución de una generación entregada a Jesucristo.

Si estas viviendo la etapa de un embarazo en tu matrimonio te invito a que puedas dedicar el fruto de tu vientre (o el de tu esposa en el caso de nosotros los hombres) desde ya.

Debes de reprender toda artimaña de Satanás en la vida de tu hijo, debes de proclamar y reclamar desde ya el alma de tu bebe para que pueda ser un hijo o hija de Dios.

Debemos de cubrir a nuestros bebes con la sangre de Cristo para que los guarde de todo peligro y que al momento de nacer puedan hacerlo de la manera que los médicos establezcan que es la mejor.

Dice la Palabra de Dios que desde el vientre de nuestra madre nos conoció y nos preparó para ser parte de un ejercito que jamás se da por vencido, por lo tanto debes pedir al Espíritu Santo que pueda envolver a tu bebe y pueda levantar vallado en él para que nazca y sea de bendición a las naciones.

Muy importante es cumplir lo que la Biblia nos manda como padres: a que debemos de enseñarles la palabra de Dios desde bebes y a meditar de día y de noche en ella, guiar a un hijo en los caminos de nuestro Padre Celestial es un camino difícil porque primeramente debemos de ser ejemplo nosotros para que ellos deseen hacer lo que nosotros hacemos como padres.

Debemos enseñarles a orar y a leer la Biblia, a buscar de Dios y desde pequeños llevarlos a la iglesia, debemos de enseñarles lo que es bueno y lo que es malo para que puedan tomar decisiones en sus vidas mas adelante.

Pero lo principal es dedicarle nuestros hijos a Dios desde antes que nazcan para que puedan ser buenos cristianos, hijos, esposos, hombres y mujeres de bien para la sociedad, profesionales, en fin que puedan ser ejemplo para los demás.

Creo que ese es el sueño de todo padre y que cuando le ponemos esa petición en las manos de Dios el nos lo concede, recuerdo la historia de un Samuel que su madre suplicó a Dios le diera un hijo para que éste fuera consagrado a Dios y llegó a ser un hombre que la misma Biblia lo identifica como un hombre de Dios.

Un Sansón que fue dedicado con voto de Nazareo para en el templo, un hombre de Dios y que juzgó al pueblo de Israel que hubo un momento de debilidad en su vida, si es cierto pero como siempre Dios al final le dio la victoria.

Retomé esta frase de un comentario de un devocional:

“¡Que su Bebe o Bebita sea el comienzo de una nueva generación santificada para Dios!”

Has de tus hijos el regalo más preciado para Dios, dedicándoselos a Él y guiándoles por el camino del bien; un gran reto tenemos por delante.

Escrito para www.devocionaldiario.com

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