Hermano Pablo – Te quedan diez minutos de vida

«TE QUEDAN DIEZ MINUTOS DE VIDA»

por el Hermano Pablo

avion-secuestradoEl avión de la Aerolínea Japonesa aterrizó en Dacca, Bangladesh; pero ningún pasajero bajó del aparato y nadie subió para seguir vuelo. Se había anunciado que el avión saldría dentro de media hora. El problema era que seis guerrilleros se habían apoderado de la cabina de mando.

Uno de los guerrilleros se acercó a un pasajero, John Gabriel, de sesenta y un años de edad. Le puso la pistola en la sien y le dijo: «Te quedan diez minutos de vida. A los diez minutos exactos, serás ejecutado.» Para añadir dramatismo a sus palabras, puso el dedo en el gatillo de la pistola mientras miraba su reloj.

No hubo tal ejecución; sin embargo, como es de suponerse, durante esos diez minutos Gabriel sufrió el espanto de su vida. Para él, sus sesenta y un años se redujeron a diez minutos. Sólo diez minutos. Sólo diez minutos de vida.

¿Qué haríamos nosotros si se nos presentara una situación en que, por la razón que sea, supiéramos a ciencia cierta que sólo nos quedaban diez minutos de vida? ¿Cómo emplearíamos esos últimos diez minutos?

¿Escribiríamos notas de despedida a nuestros seres más queridos? ¿Arreglaríamos nuestras cuentas bancarias? ¿Haríamos llamadas telefónicas pidiendo perdón a quienes hubiéramos ofendido? ¿En quién pensaríamos durante esos últimos diez minutos de nuestra vida?

Nadie puede saber con absoluta certeza cuántos días, o meses o años de vida le quedan. Y sin embargo, todos tenemos momentos en que, aun sin querer, pensamos en el más allá. ¿Cómo será la experiencia de morir? ¿Qué habrá al otro lado de la muerte?

Pudiéramos pensar mucho en eso, pero de lo que ningún ser humano duda es que todos llegaremos a ese día de la muerte. Cuestionaremos el «cómo» de la muerte, pero nunca el «hecho» de la muerte.

Sabiendo que vamos a morir, ¿por qué no adelantar los preparativos para esa hora? Todos tenemos dos responsabilidades. Una es con los que quedan, nuestra familia: padres, esposa, hijos. La otra es con nosotros mismos, los que partimos de esta vida.

¿Habrá algo que podamos hacer? Sí. Podemos recibir el don de la gracia de Dios mostrada en la cruz del Calvario. Podemos aceptar a Jesucristo como el único, seguro y todopoderoso Salvador. Sean diez minutos o diez años los que nos queden de vida, podemos reconciliarnos hoy con Dios por medio de su Hijo Jesucristo. Hagámoslo hoy mismo. No tardemos un solo día más.

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...

Share

Comparte:


Ahora puedes comentar con tu cuenta de Facebook: